EVANGELHO DE JESUS:
E não nos induzas à tentação; mas livra-nos do mal^?; porque teu é o reino, e o poder^?, e a glória, para sempre. Amém. (Mt 6:13) - vide Pai Nosso^?

Vigiai e orai, para que não entreis em tentação; na verdade^?, o espírito^? está pronto, mas a carne^? é fraca. (Mt 26:41)

Vigiai e orai, para que não entreis em tentação; o espírito, na verdade, está pronto, mas a carne é fraca. (Mc 14:38)

E, acabando o diabo^? toda a tentação, ausentou-se dele por algum tempo^?. (Lc   4:13)

E quando chegou àquele lugar, disse-lhes: Orai, para que não entreis em tentação. (Lc 22:40)

E disse-lhes: Por que estais dormindo? Levantai-vos, e orai, para que não entreis em tentação. (Lc 22:46)

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TENTACIÓN (peirasmos^?): con este término se designa todo el proceso de un pensamiento pasional o de una sugestión diabólica, desde su comparecer como simple estímulo, al definirse como pensamiento acompañado por imágenes - etapa en la cual un cierto consentimiento a la tentación ya ha sido dado^? -, hasta el punto en el cual el hombre entra, por así decirlo, en dialogo con el pensamiento (como Eva con la serpiente), y es así que la tentación ha alcanzado, su objetivo^?. Difícilmente podrá el hombre dejar de traducir en acto su pensamiento pecaminoso, cuando se trate de un pensamiento que encuentra su concreción en una acción; y más aún, si se trata de un pensamiento que encuentra su consumación pecaminosa ya a nivel mental^?: al entablar el hombre el "diálogo," se puede decir que, por lo habitual, tal consumación ya ha actuado. La palabra griega misma designa, y con razón, aquel término que nosotros llamarnos "prueba," al cual tendemos a darle el valor^? de "sufrimiento" meramente soportado, y que no ofrece ninguna ambigüedad de resultado sino que, simplemente, nos ha sido enviado por Dios para nuestro progreso. En realidad no es tan así para los Padres. La enfermedad, el dolor, las dificultades interiores, las contradicciones de la vida^?, son reales "tentaciones," pues ponen al hombre frente a una elección: la de optar por aceptar y vivir la prueba, con una adhesión y sumisión de fe, que produce los frutos más felices, o bien^?, la murmuración y la falta de fe, que nos pueden llevar a la rebelión y al rechazo de Dios mismo.

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Ascetismo e Misticismo Padres da Igreja — em nosso site francês

Tanquerey Tentações - COMPÊNDIO DE TEOLOGIA^? ASCÉTICA E MÍSTICA

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Philokalia Glossário da versão Inglesa: O termo^? "peirasmos" é também "provação" ou "teste". Ou seja, segundo o contexto^?:

• teste ou provação feita aos homens por Deus^?, para ajudá-los em seu progresso no caminho^? espiritual;
• prosbole^? - sugestão do diabo, atiçando o homem para o pecado^? (hamartia^?); neste sentido^?, os autores da Philokalia empregam uma série de termos técnicos para descrever o processo de tentação; veja em especial Marcos Asceta, João Clímaco, Máximo o Confessor, e João Damasceno.

Nesta segunda acepção a distinção feita pelos Padres é entre prosbole - provocação demoníaca e synkatathesis^? - assentimento^? humano^?: o primeiro, fora do controle humano, enquanto o segundo é moralmente imputável ao homem.

A seguir a sequencia de termos desde a provocação até a paixão malígna:

• prosbole
• pararripismos^?
• homilia^? ou syndyasmos
• synkatathesis
• prolepsis^?
• pathos^?
  Teofano o Recluso:
  Recordemos cómo procede el enemigo para tentarnos. La punta de su espada es la introducción de un pensamiento en el corazón. El diablo espera que el corazón reaccione y, sobre esta previsión, construye una fuerte tentación. Supongamos, por ejemplo, que pensáis en alguien que os ha ofendido: he aquí la punta de la espada del enemigo. Si el corazón responde a este pensamiento acogiendo interiormente un sentimiento de rencor contra el ofensor, es que la espada ha penetrado hasta el alma^? y la ha herido. Inmediatamente, el enemigo se acerca al alma y levanta en tempestad a la cólera y al deseo de revancha. Pero si, por el contrario, el corazón está siempre listo a perdonar las ofensas, conservándose en un estado^? de serena dulzura y de paz hacia todos, entonces, poco importa que el enemigo presente^? al alma, de una manera muy viva, el recuerdo de la ofensa que ha sufrido; el corazón no reacciona. El enemigo no encuentra ninguna falla por la cual introducir la tentación. La punta de su espada rebotó sobre el corazón como sobre un guerrero envuelto en armadura.

Ysabel de Andia: MYSTIQUES D’ORIENT ET D’OCCIDENT
Há nos orientais uma distinção entre as purificações ativas e as purificações passivas?

Certamente, a ascese^? é semelhante em toda mística cristã que insiste sobre o jejum^?, a oração e a vigília para enfrentar o o combate espiritual e alcançar a "impassibilidade", mas os dois pontos de vista são diferentes.

Por um lado, a espiritualidade oriental não faz uma distinção de termos ao referir-se tanto à "passividade^?" da alma na provação e a sua "atividade^?" no combate (agon^?) espiritual, os dois estando misturados. A provação e a tentação se denominam do mesmo modo^? - peirasmos - e se a tentação vem do demônio (diabolos) a provação é permitida por Deus e todo justo^? deve por ela passar, para conhecer^? a "mansidão" (praotes) do justo (Sabedoria^? 2:19). Santo Antão mostra este valor da provação: "Nenhuma alma ignorante da provação (apeirastos) poderia entrar no Reino dos Céus, pois suprimindo as provações-tentações (peirasmos) ninguém ser^?á salvo.