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Coomaraswamy Nascimento

quarta-feira 27 de dezembro de 2023, por Cardoso de Castro

  

Ananda Coomaraswamy   — ARTIGOS SELETOS DE METAFÍSICA

VIDE: Nascer de Novo
A DOUTRINA TÂNTRICA DA BIUNIDADE DIVINA
DUPLO NASCIMENTO

El problema lo sugiere directamente la doctrina del nacimiento doble, temporal y eterno, del Hijo de Dios. Recordemos que es imposible considerar éstos como si hubieran sido dos acontecimientos diferentes en la vida divina, la cual es intrínsecamente inaconteciente. Ciertamente, como dice Santo Tomás mismo, «Por parte del hijo no hay sino una única filiación en realidad, aunque haya dos en aspecto» (Summa Theologica III.35.5 ad 3). Todo esto sugiere que debe haber habido tanto una Madonna [1] eterna como una Madonna temporal. Y eso es claramente lo que implica el Eckhart  : «Su nacimiento en la fue para Dios más gozoso que su natividad de ella en la carne» (ed. Evans, I, 418). Si Santo Tomás dice que «la filiación eterna no depende de una » (Summa Theologica III.35.5 ad 2), ¿no estamos nosotros autorizados a agregar, «sino de una »? ¿Quién es entonces la «» del Eckhart sino «esa por la cual el Padre engendra» (Summa Theologica I.45.5.6), Natura naturans, Creatrix?

En caso de que pareciera que nosotros estamos forzando el sentido de Santo Tomás, consideremos la doctrina tomista de la procesión divina. «La procesión de la Palabra in divinis se llama una generación [2]. Generación significa el origen   de una cosa viva desde un principio conjunto vivo (a principio vivente conjuncto); y a esto se le llama acertadamente "natividad". Así, pues, la procesión de la Palabra in divinis es de la naturaleza de una generación. Pues procede a la manera de un acto inteligible, que es una operación vital (operatio vitae). Por lo tanto, Él es llamado acertadamente engendrado, e Hijo. De aquí, también, que todas estas cosas que pertenecen a la generación de las cosas vivas se usen en la Escritura para denotar la procesión de la ; es decir, por vía de concepción y nacimiento (conceptione et partu); pues, como se ha dicho de la persona de la , "Cuando no había valles, yo fui concebida (concepta). Antes de que las colinas fueran, yo fui parida (parturiebar)"» (Summa Theologica I.27.2C y ad 2, citando Proverbios 8:24, 25).

Todo el texto de Proverbios 8 recuerda Rigveda X.125. Compárese, por ejemplo, «A vosotros, oh hombres, yo os llamo. Escuchad; pues quiero hablar de cosas excelentes; y la apertura de mis labios será para cosas rectas. yo soy comprensión; yo tengo fuerza. Por mí reinan los reyes. yo amo a quienes me aman. El Senor me poseyó en el comienzo de su vía, antes de sus obras de antiguo. Yo fui establecida desde siempre, desde el comienzo, antes de que la tierra fuera. Cuando Él preparó los cielos yo estaba allí. yo estaba junto a Él, como crecida junto con Él: y yo era diariamente su delicia, regocijándome siempre ante Él, regocijándome en las partes habitables de su tierra; y mis delicias eran con los hijos de los hombres. Todos los que me odian aman la muerte», con «yo iba con los Rudras, Vasus, Adityas y la multitud de los Ângeles; yo soy el soporte de Mitravarunau, Indragni y los Asvins emparejados... yo soy la Reina, en quien todos los bienes tienen su custodia, sapientísima. A través de mí todos comen el pan de la vida, quienquiera que ve, o respira, u oye; aunque insapientes, todos éstos moran en mí. Escuchad mi dicho fidedigno. Yo, nadie sino yo, pronuncia lo que es más deleitable, tanto a los hombres como a los ángeles: aquel a quien yo amo, hago de él un Poder terrible, un Brahman, o Profeta, o Comprehensor. Yo que soy la matriz en las Aguas y el Mar, doy a luz al Padre (es decir, como el Hijo), cuando origino, y soy su cabeza. Mi soplo es, ciertamente, el que insufla al Viento, mientras tomo en la mano los múltiples mundos para formarlos: tan lejos alcanza mi dominio, que yo prevalezco más allá de estos cielos y de esta ancha tierra». En la primera de estas citas es Sophia quien habla, en la segunda Vac [3].

Está suficientemente claro, por el texto de Santo Tomás citado arriba, que su «principio conjunto» in divinis corresponde a las nociones de Esencia y Naturaleza («esa Naturaleza por la que el Padre engendra», Summa Theologica I.41.5C); y que él identifica esta Naturaleza con la «Sabiduría» de los Proverbios, la Sophia de Alighieri, a quien (Alighieri) llama «la esposa del Emperador del Cielo, y no sólo esposa, sino hermana e hija amadísima», y de quien dice que «Ella existe en él de manera verdadera y perfecta como si estuviera eternamente casada con Él» (Convito III.12) [4].

Puede citarse una autoridad mayor en Génesis 1:26, 27, «Y Dios dijo, Hagamos al hombre en nuestra propia imagen, según nuestra semejanza. Así pues, creó Dios al hombre en su propia imagen, en la imagen de Dios le creó; macho y hembra los creó» [5]. La semejanza es ejemplar. La forma de la humanidad creada no es la de este hombre en tanto que se distingue de la de esta mujer, sino la de su humanidad común: «Él llamó a su nombre (de ellos) Adán», Génesis 5:2. Este hombre (Adán) es, de hecho, una sicigia, hasta que la Deidad saca a la mujer de él, a fin de que él no esté solo [6]: «Ella será llamada Mujer debido a que fue sacada del Hombre», Génesis 2:23 [7]. Así pues, nunca podría haberse dicho «En esta semejanza» si no hubiera habido ya un arquetipo de esta polaridad en Dios —es decir, por supuesto, in principio, pues nosotros no estamos hablando de una composición in divinis [8]. Además, la doctrina cristiana, como la india, considera una reunión última de los principios divididos, allí donde «no hay macho ni hembra: pues vosotros sois todos uno (sánscrito eki-Bhuta) en Cristo Jesús» (Gálatas 3:28) [9]. Es decir, donde ya no se trata de este hombre o esta mujer, sino sólo de ese Universal de quien dice Boehme   que «este campeón o león no es hombre o mujer, sino ambos» (Signatura Rerum   XI.43).

Si se objeta, finalmente, que toda esta fraseología sexual es una suerte de retórica y que no ha de tomarse literalmente, diremos que no se trata de retórica en ningún sentido «literario», sino de analogía y de simbolismo: como es explícito en ambos pasajes de la Upanixade  , citados arriba, no se trata de un hombre y de una mujer de hecho, ni de ninguna existencia, sino de la forma del ser que es «por así decir (yatha) la de un hombre y mujer estrechamente abrazados». Toda nuestra intención ha sido indicar que un adecuado simbolismo de este tipo se ha empleado universalmente en la tradición ortodoxa y unánime y, más específicamente, dentro de los límites del presente artículo, mostrar de qué manera se ha empleado en las formas hindú y cristiana de la revelación transmitida.



[1(Sobre las dos Aphrodite, una Ourania, la hija mayor del Cielo (Ouranos), y la otra, la más joven, hija de Zeus y Dione_(mythology), llamada Pandemos (= Vaisvanara), cf. Banquete 180D).

[2Puede destacarse que es una doctrina cardinal del cristianismo que no hay ninguna potencialidad o pasividad en Dios, que está todo en acto. Por otra parte, aunque para Santo Tomás «El poder de generación pertenece a Dios» (Summa Theologica I.41.5, y como debe asumirse también del uso general de Yi’Yvo:aijunto con p??e’? en el Nuevo Testamento griego), también dice que «En todo acto de generación hay un principio activo y un principio pasivo» (Summa Theologica I.98.2C). Puede efectuarse una reconciliación de estas dos proposiciones, si consideramos que los principios conjuntos in divinis no son dos seres separados; de la misma manera que en el caso de las Tres Personas, de quienes pueden predicarse funciones características sin impugnar su co-esencialidad. No hay ninguna potencialidad irrealizada en Dios; al mismo tiempo, Su potencialidad inagotable permanece intacta sin disminución: como en Upanixade V.1, «Cuando el plenum se toma del ple-num, el plenum permanece». Los principios conjuntos in divinis son los de una Esencia estática (bhutata) y un Poder dinámico (sakti) (Eckhart, ed. Evans, p. 276, «La Esencia, cuando es activa en el Padre, es la Naturaleza»; cf. Hermes, Asclepius III.21); cuando éstos están efectivamente divididos, estático y dinámico devienen activo y pasivo, y éste es uno de los sentidos en los que puede decirse que «La Naturaleza recede de la semejanza a Dios», en tanto que Ella deviene el recipiente de la forma; y entonces puede decirse, con Alighieri, «cima nel mondo, in che puro atto fu produtto. Pura potenza tenne la parte ima» (Paradiso XXIX.32-34), «Cima del mundo, donde el acto puro vino al ser; la potencialidad pura estaba en la parte inferior». (Sobre Mathnawi I.2437, «Ella es un rayo de Dios, ella no es tu bien amada: ella es creativa, tú podrías decir que ella no es creada»; Wali Muhammad en su Sharh-i-Mathnawi (Lucknow, 1894), p. 156, comenta: «pues los atributos, agens y patiens, pertenecen a la esencia del Creador y ambos se manifiestan en la mujer». Nótese también Rigveda III.31.2, anyah karta. anya rndhan).

[3(Cf. Upanixade VI.1.4, vaca arambhana, causa sólo de la variedad de las apariencias; sobre Hokhmah (= Sophia) como «esposa» o «hija» de Dios, cf. D. Nielsen, «Die altsemitische Muttergötten», Zeitschrift der deutschen morgenlandischen Gesellschaft, XCII (1938), 550).

[4A quien también Alighieri se dirige como «Virgen Madre, hija de tu Hijo» (Paradiso XXXIII.1). Una confusión de relaciones similarmente «incestuosas» se encuentra también en las formulaciones indias e inclusive islámicas (cf. Coomaraswamy, «El Lado Más Obscuro de la Aurora», 1935, p. 5, y Una Nueva Aproximación a los Vedas, 1933, p. 3 y notas 9 y 10); en otras palabras, la polaridad de los principios conjuntos no es meramente análoga a la de macho y hembra en una relación particular y marital, sino en todas las relaciones recíprocas posibles.

[5Sobre este pasaje ver el Comentario en el Zohar I, 90-92, «el Padre dijo a la Madre por medio de la Palabra» y «el Hombre de emanación era a la vez macho y hembra, por ambos lados Padre y Madre».

[6Obsérvese el paralelo en Upanixade I.4, donde Prajapati se divide a sí mismo, deseando un segundo, debido a que «para el que está solo no hay ningún deleite». Otro paralelo que puede observarse aparece en conexión con la descripción bíblica de Eva como habiendo sido hecha de la costilla de Adán (Génesis 2:21-22), de la misma manera que en Rigveda X.85.23 la hija de Manu se llama la «costilla» (parsu), «a través de quien (bajo el nombre de Ida o Ila) él generó esta raza de hombres» (Satapatha_Brahmana I.8.1.10). Esta Ila es también un nombre de la madre de Agni (Rigveda III.29).

[7«Todas las criaturas vivas, que habían sido hasta entonces bisexuales, fueron partidas en dos, y el hombre con el resto; y vinieron a ser así machos por una parte, e igualmente hembras por la otra» (Hermes, Lib. I.18).

[8Cf. el Apocalypse of John (citado por Baynes, tr., A Coptic Gnostic Treatise, p. 14), «Los Tres, el Padre, la Madre y el Hijo, el Poder perfecto», y Sankhayana Aranyaka VII.15, «Todo eso se declara ser Uno. Pues la Madre y el Padre y el Hijo son este todo».

[9(Gálatas 3:28 es citado por Santo Tomás, Summa Theologica I.93.6 ad 2, en ilustración de su propia afirmación, «la imagen de Dios pertenece a ambos sexos, puesto que ella está en la mente, donde no hay ninguna distinción sexual»; Omne quod generatur, generatur ex contrario, Summa Theologica I.46.1 ad 3).