Página inicial > Sophia Perennis > Ananda Coomaraswamy > Coomaraswamy Doutrina do Silêncio

Coomaraswamy Doutrina do Silêncio

quarta-feira 27 de dezembro de 2023, por Cardoso de Castro

  

Ananda Coomaraswamy   — ARTIGOS SELETOS DE METAFÍSICA
A DOUTRINA VÉDICA DO "SILÊNCIO"
DOUTRINA DO SILÊNCIO

En Upanixade   III.6, donde hay un diálogo sobre el Brahman, finalmente se alcanza la posición donde al preguntador se le dice que el Brahman es «una divinidad sobre la cual no pueden hacerse más preguntas», y a esto el preguntador «guarda silencio» (upararama). Esto está, por supuesto, en perfecto acuerdo con el empleo de la via remotionis en los mismos textos, donde se dice que el Brahman es «No, No» (neti, neti), y también con el texto tradicional citado por Sankara   sobre Vedanta Sutras   III.2.17, donde Bahva, preguntado acerca de la naturaleza del Brahman, permanece silente (tusnim), exclamando, solo cuando la pregunta se repite por tercera vez, «Yo te enseno, en verdad, pero tú no comprendes: este Brahman es silencio». Precisamente se asocia la misma significación a la negativa del Buddha a analizar el estado de nirvana. (Cf. avadyam, «lo inefable», de lo cual los principios procedentes son liberados por la luz manifestada, Rigveda, passim). En Bhagavad Gita X.38, Krishna habla de sí mismo como «el silencio de los ocultos (mauna guhyanam) y la gnosis de los Gnósticos  » (jnanam jnanavatam); donde mauna corresponde al familiar muni, «sabio silente». Esto no quiere decir, por supuesto, que Él no «hable» sino que su habla es simplemente la manifestación, y no una afección, del Silencio; como Upanixade III.5 nos recuerda también, el estado supremo es el que transciende la distinción entre el habla y el silencio —«Independiente del hablar y del silencio (amaunam ca maunam nirvidya), entonces, ciertamente, es un Brahman». Cuando se pregunta además, «¿Con qué medios uno deviene así un Brahman?» se dice al preguntador, «Con esos medios con los que uno deviene un Brahman», lo cual equivale a decir, por una vía que puede encontrarse pero que no puede trazarse. El secreto de la iniciación permanece inviolable por su naturaleza misma; no puede ser traicionado debido a que no puede ser expresado —es inexplicable (aniruktam), pero lo inexplicable es todo, al mismo tiempo todo lo que puede y todo lo que no puede ser expresado.

Se verá por las citas de arriba que los textos Brahmana, y los ritos a los que se refieren, son no solo absolutamente auto-consistentes sino que están en completo acuerdo con los valores implícitos en el texto de Rigveda II.43.3; ciertamente, las explicaciones son de validez universal y podrían aplicarse tanto a las Orationes Secretae de la Misa cristiana (que es también un sacrificio) como a la repetición inarticulada de las fórmulas de Yajus [1] indias. La consistencia aporta al mismo tiempo una excelente ilustración del principio general de que lo que se encuentra en los Brahmanas y Upanishads no representa nada nuevo en principio sino solo una expansión de lo que se toma por establecido y por más «eminentemente» enunciado en los textos litúrgicos «más antiguos». Aquellos que asumen que en los Brahmanas y Upanishads se ensenan «doctrinas enteramente nuevas» están poniendo simplemente dificultades innecesarias en la vía de su propia comprensión de los Samhitas.

Será ventajoso considerar también la derivación y la forma de la palabra tusnim. Esta forma indeclinable, generalmente adverbial («silentemente»), pero que a veces ha de traducirse adjetivamente, o como un nombre, es realmente el acusativo de un supuestamente perdido tusna, fem. tusni, correspondiente en significado al griego sige, y derivado de la √ tus, que significa estar satisfecho, contentado y en reposo, en el sentido en que la moción viene a reposar en la obtención de su objeto, y ciertamente como el habla viene a reposar en el silencio cuando ha sido dicho todo lo que puede ser dicho. La palabra tusnim aparece como un acusativo real (W. Caland, «tusnim es igual a vacamyamah») —pues hablar de «contemplar silentemente» implicaría una tautología— en Pancavimsa_Brahmana VII.6.1, donde Prajapati, deseando proceder del estado de unidad al estado de multiplicidad (bahu syam), se expresó a sí mismo con las palabras «Nazca yo» (prajayeya), y «habiendo contemplado por el intelecto el Silencio» (tusnim manasa dhyayat), con ello «vio» (adidhit) que el Germen (garbham, a saber, Agni o Indra, que como el Brhat deviene el «hijo primogénito») yacía oculto dentro de sí mismo (antarhitam), y así se propuso hacerlo nacer por medio de la Palabra (vac). (Cf. Taittiriya_Samhita II.5.11.5, yad-dhi manasa dhyayati, donde yad es equivalente a «palabra in-hablada», «concepto inpronunciado»). Tusnim manasa dhyayat corresponde entonces al más usual manasa vacam akrata (Rigveda X.71.2) o manasaiva vacam mithunam samabhavat (Satapatha_Brahmana VI.1.2.9), con referencia al «acto de fecundación latente en la eternidad», pues así [2]) «Él (Prajapati) devino prenado (garbhirí) [3] y expresó (asrjata) los Múltiples Ângeles». El nacimiento del Hijo es, hablando estrictamente, no solo una concepción desde los principios conjuntos, en el sentido de operación vital, sino al mismo tiempo una concepción intelectualmente, per verbum in intellectu conceptum, que corresponde a la designación del Germen (garbham, es decir, Hiranyagarbha) como un concepto (didhitim) en este sentido, Rigveda III.31.1.

  •  NASCIMENTO PELA PALAVRA
  •  SILÊNCIO E PALAVRA

  • [1Puede agregarse que, si bien desde un punto de vista religioso, el silencio y el ayuno, y otros actos de abstención, son actos de penitencia, desde un punto de vista metafísico su significación no tiene ya nada que ver con la mera mejora del individuo como tal sino con la realización de condiciones supra-individuales. La vida contemplativa como tal es superior a la vida activa como tal. Sin embargo, de ello no se sigue que el estado del Comprehensor, o incluso el del Viajero, sean un estado de total inacción; esto sería una imitación imperfecta de la Identidad Suprema, donde el reposo eterno y el trabajo eterno son uno y lo mismo. Solo hay una imitación adecuada cuando la inacción y la acción se identifican, según se entiende en la Bhagavad Gita y el wu wei taoísta; la acción no implica limitación cuando ya no está determinada por las necesidades u obligada por los fines que se han de alcanzar, sino que deviene una simple manifestación. En este caso, por ejemplo, el habla no excluye, sino que más bien representa, al silencio («Es justamente por el sonido como el no-sonido se revela», Maitri_Upanishad VI.22); y es justamente de este modo como un mito, u otro símbolo adecuado, aunque es efectivamente una «expresión», permanece esencialmente un «misterio». De la misma manera, toda función natural, cuando se refiere al principio que representa, puede decirse propiamente que se ha hecho renuncia de ella, aún cuando sea cumplida.

    [2«Así», es decir, como lo expresa San Agustín: habiéndose así «hecho a Mesmo una madre de quien nacer» (Epiphanius contra quinque haereses, 5). (Para Fuente y Silencio, ver A Coptic Gnostic Treatise Contained in the Codex Brucianus Ms. 96, tr. Charlotte Baynes (Cambridge, 1933), XII.10 (p. 48).

    [3Cf. Epiphanius contra quinque haereses XXXIV.4, «El Padre estaba a la obra», y en el folklore, la «couvade» (incubación).