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Perenialistas Encarnação

sexta-feira 29 de dezembro de 2023, por Cardoso de Castro

  

Perenialistas — ENCARNAÇÃO

Frithjof Schuon  : ENTRADA NA MATÉRIA

Jean Robin  :

Os Magos, caldeus mestres em ciências astronômicas, não podiam deixar de ver a Estrela. Eles se puseram em marcha a seu “sinal”, o equinócio de outono, quando o Todo-Poderoso “cobriu de sua sombra” a Virgem celeste, no ocasião que passam Libra, Escorpião, Sagitário, signos das trevas... para o signo de Capricórnio. É o momento da Anunciação a Maria pelo Anjo Gabriel. A medida que o Sol declina no horizonte, a Virgem eleva-se, dominada pelo “Bouvier_(constellation)” que caminha não longe dela, lhe serve de companheiro — seu homem, dirá de São José São Mateus  , ainda não seu esposo — até o momento onde, no solstício de inverno, o Sol, de destacando dos abismos tenebrosos do hemisfério austral e chegado a bom termo, remonta sobre a eclíptica em direção à linha equatorial. A luz vai crescer e os dias se alongar. É o nascimento do Sol, que a Virgem “deu a luz”.

E a meia-noite, no 24-25 de dezembro, o Boieiro se levanta, noivo matutino, que abre o novo ano solar e, em uma conjunção sideral, se une enfim à Virgem, casamento celeste que serve de exemplo a São José e Maria. É porque o Boieiro permanece companheiro de caminho, ao céu, da Virgem, grávida do Sol, eis porque ele não entra em conjunção com ela senão no 24-25 de dezembro a meia-noite, depois do nascimento do Sol, quando São José, no Evangelho, enfim é o noivo de Maria, embora ela esteja grávida, e não se case com ele senão depois do nascimento de Jesus. “Ela lhe havia sido prometida em casamento, diz Mateus, “antes que viessem a estar juntos”. Quer dizer, que Mateus transpões para as duas vidas humanas o fenômeno astronômico da noite de 24 para 25 de dezembro?

Abade Stephane

En el proceso inverso de retorno de lo manifestado a lo no-manifestado, por tanto, en el misterio de la Redención o de la regeneración espiritual, tendremos entonces la pareja Espíritu Santo-Virgen María, o más particularmente Cristo-Iglesia, o también Nuevo Adán-Nueva Eva, pareja que preside el «nuevo nacimiento», como la pareja Adán-Eva se encuentra en el principio del nacimiento ordinario. Se ve aparecer aquí claramente el papel de la Virgen como «corredentora», «mediadora de todas las gracias» o «madre de los hombres»: Ecce mater tua [1]. Estas palabras pronunciadas por Cristo en la Cruz deben considerarse a la luz del papel análogo de la Iglesia-Madre, igualmente mediadora de todas las gracias; en efecto, pocos instantes después de que estas palabras fueran pronunciadas, salió agua del costado de Cristo cuando lo atravesó la lanza del centurión Longinos. Los Padres de la Iglesia coinciden en ver en este acontecimiento el nacimiento de la Iglesia: «Esposa sagrada salida del costado de Cristo dormido, como Eva había salido del costado de Adán dormido»; ahora bien esta agua, «el agua viva» prometida por Jesús a la samaritana (Jn   4,14), no es otra que el agua del bautismo, el baño de la regeneración, que se identifica con las aguas del Génesis «sobre las que se movía el Espíritu», y finalmente con la Virgen de la Anunciación al a que el Angel dijo: «el espíritu de Dios te cubrirá con su sombra». Existe pues una especia de ecuación o identidad ontológica entre estos diferentes aspectos del simbolismo del agua: María sustancia plástica universal, materia prima, mater, aguas primordiales, agua salida del costado de Cristo, aguas del bautismo, baño de la regeneración, Iglesia-Madre, lugar de la regeneración, Esposa sagrada salida del costado de Cristo, nueva Eva; todo esto, repetimos, no son más que aspectos de una misma realidad ontológica a diferentes niveles o desde diferentes puntos de vista. Por último, las palabras de Cristo a Nicodemo: «El que no naciere del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios» (Jn 3,5), ilustran todo lo que acabamos de exponer. SOBRE LA VIRGEN

El Misterio de la Anunciación acababa de realizarse en María, y el misterium caritatis exigía que fuese comunicado al «prójimo» figurado aquí por Isabel. Dice el Evangelio «En aquellos días se puso María en camino y con presteza fue a la montaña, a una ciudad de Judá, y entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Así que oyó Isabel el saludo de María, exultó el niño en su seno, e Isabel se llenó del Espíritu Santo» (Luc I, 39-42). No se puede describir mejor el contenido esencial del misterium caritatis: María, portadora del Verbo encarnado, saludó a Isabel que fue colmada del Espíritu Santo. Tal es el «Don de Dios» a Isabel, a través de María. En respuesta, Isabel colmada del Espíritu Santo, rinde honor a María: «Bendita tu eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre» (Luc I, 42) REFLEXIONES SOBRE LA CARIDAD

NOTAS
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[1«He aquí a tu madre», palabras de Cristo en la cruz dirigidas a San Juan. Sobre el papel de san Juan en relación con María, véase Jean Tourniac, Symbolismo maçonique ete Tradition chrétienne, un itinéraire spirituel d´Israel au Christ, partes II, «Les deux Saint Jean», y III, «Art royal et art spirituel».