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Coomaraswamy Inconsequência

quarta-feira 27 de dezembro de 2023, por Cardoso de Castro

  

Ananda Coomaraswamy   — ARTIGOS SELETOS DE METAFÍSICA

ALGUMAS PALAVRAS PALI
INCONSEQUÊNCIA
akiriyavada. De la misma manera que en el brahmanismo (por ejemplo, Taittiriya Brahmana III.12.9.7-8; Jaiminiya_Upanishad_Brahmana I.5.1-2; Upanixade   VIII.4.4; Upanixade IV.4.23; Upanixade II. 14; Kaushitaki_Upanishad I.4; Maitri_Upanishad VI.18, 35; Bhagavad Gita V.15; etc.) y en el cristianismo (I San Juan 3:9; II Corintios 3:17; Gálatas 5:18; Summa Theologica I-II.93.6 ad I y II-II.180.2), los valores éticos, en último análisis  , han de ser rechazados y toda responsabilidad cesa, así también en el budismo pali (Majjhima_Nikaya I.135, 160; Majjhima_Nikaya II.36-39; Dhammapada 39, 267, 412; Sutta_Nipata 715, etc.); se sigue, ciertamente, como una cuestión de hecho, que cuando se depone para siempre todo el fardo del kamma (la operación de las causas mediatas, o «fatum»), los factores relativos de este fardo (lo que debía haberse hecho y no se hizo, y lo que no debía haberse hecho y se hizo) se desechan igualmente; este abandono de los valores éticos acompana inevitablemente al abandono del «sí mismo» psicoffísico (pali appatumo, papa atta, anatta), un abandono que se llama en el brahmanismo el «sacrificio de sí mismo» o la «conquista de sí mismo» (atma-yajna, atma-jaya), en el cristianismo la «anonadación de sí mismo» («el alma debe entregarse a la muerte» del Eckhart  , «el odio a la propia alma» de Cristo, y «la división entre alma y espíritu» de Apostolo), y en el budismo la «conquista de sí mismo» (atta-jaya), la «doma de sí mismo» (atta-damatha), el «apaciguamiento de sí mismo» (atta-samatha), la «extinción de sí mismo» (atta-parinibbapana), o más explícita y técnicamente la obtención de la «estación de no ser alguien» (akimcannayatana).

Se verá que la negación última de toda responsabilidad es una posición puramente metafísica y contemplativa: no puede tener ningún significado aplicable para quienquiera que es todavía «alguien», que es todavía «activo» o, en otras palabras, que está todavía «vivo». Argumentar que «yo», Fulano, no soy un agente responsable sería una ridicula confusión de pensamiento: solo el yo que no es un Fulano está libre del fardo de la responsabilidad, solo el nacido de Dios, y en el espíritu, no puede pecar. Pretender que esto puede aplicarse a «mí» (Fulano), es interpretar la doctrina de la filiación y de la theosis en el sentido satánico del paranoico. Sin embargo, ha habido algunos eruditos modernos que han pretendido ver en el «Eso eres tú» de las Upanishads justamente una deificación tal como esta; y, por consiguiente, se han «escandalizado»: y ha habido algunos otros, los Amaurianos, por ejemplo, que fueron acusados de mantener que «como todo acto humano es el acto de Dios, no hay ninguna distinción entre el bien y el mal, y de aquí que la Naturaleza no debe ser rechazada en nada» [1]. Aquí solo estamos interesados en este último tipo de heréticos, aquellos cuya herejía o «falso punto de vista» (miccha ditthi) se llama en el budismo pali akiriyavada, es decir, la proposición de que, puesto que las obras se hacen sin un hacedor [2], no importa lo que «yo» hago, ya sea ello bueno o malo (Digha_Nikaya I.53): en contra de esta posición, el Buddha se proclama a sí mismo un kiriyavadi, y un akiriyavadi porque ensena tanto lo que debe-hacerse como lo que no-debe-hacerse (Vinaya-Pitaka 1.233 sig. y Anguttara_Nikaya 1.62); pero se proclama un kiriyavadi sólo en el sentido de «él que ensena que hay un debe-hacerse» en oposición al akiriyavadi, cuya ensenanza es que no hay ningún «debe-hacerse» (Digha_Nikaya 1.115); estas distinciones dependen de una división de la palabra, a saber, akiriya-vadi (que ensena un no-debe-hacerse) y a-kiriya-vadi (que no ensena un debe-hacerse) [3].

En Anguttara_Nikaya II.232, Gotama es acusado de a-kiriyavada, y el acusador mantiene que él «ensena que no hay ningún debe-hacerse con respecto a ningún acto» (sabbakammanam akiriyam pafínapeti), y es de interés que en el curso de la refutación el Buddha senala que akiriya (la palabra podría traducirse aquí por «dejar hacer») equivale a una aniquilación del mundo (ucchedam. lokassa), «cuya subsistencia misma consiste en la verdad, es decir, la eficacia causal, de la acción» (kammasacca, que ha de comprenderse, como en Anguttara_Nikaya II. 197-98, con respecto a toda actividad corporal, vocal o mental, kaya-, vaci- y mano-samarambha), un argumento que nos recuerda a Bhagavad Gita III.8, sarira-yatmpi ca te na prasidhyed akarmanah y III.24, utsideyur ime loka na kuryam karma ced aham [4]. Ciertamente, es por esta misma razón por lo que el Buddha pone en movimiento la Rueda, en respuesta al deseo de todos los Devas, expresado por Brahma, que exclama que de otro modo «¡el mundo está perdido!», nassati., vinassati (Jataka 1.81, Samyutta_Nikaya 1.136 sig., Majjhima_Nikaya 1.168, etc.). También se afirma expresamente que el Buddha «práctica lo que predica» (yathavadi tathakari, Anguttara_Nikaya II.24, lo cual recuerda a Rigveda IV.33.6, satyam ucur nara eva hi cakruh, y a Rigveda IX. 113.5, satya-vadam-t-satya-karman): es en tanto que el Arhat, passim, como él (Buddha) ha «hecho lo que tenía que hacerse» [5] (katakicco, katam karaniyam, corresponde al brahmánico krtakrtyah) [6].

Así pues, ahora podemos ver fácilmente como puede ser que mientras que en Udana 70 se rechaza la noción de que «yo soy el hacedor» (ver ahamkara), en Udana 45 se condena igualmente al hombre «que cuando actúa dice que "yo no soy el agente"» (yo capi katva na karomiti caha). Como en la doctrina cristiana, las virtudes morales no pertenecen esencialmente a la vida contemplativa, sino solo dispositivamente, mientras que sí pertenecen esencialmente a la vida activa.



[1Maurice_De_Wulf, History of Mediaeval Philosophy 3a ed. (Londres, 1935), p. 235.

[2Ver ahamkara.

[3Hay efectivamente tres maneras diferentes según las cuales el akiriyavadi pretende la irresponsabilidad (cf. Jataka V.228). En Anguttara_Nikaya I.173, la traducción de akiriya por «inacción» es errónea; para «inacción» se requeriría más bien akamma, que corresponde a akarma en Bhagavad Gita IV.16. En tanto que «punto de vista falso», akiriya significa que no hay «ningún debe hacerse»; en tanto que «punto de vista verdadero», significa que hay «un no debe hacerse». Los tres fundamentos sobre los que se basa una pretendida irresponsabilidad son (1°) el fatalismo, puesto que las acciones son el efecto de actos pasados sobre los que nosotros no tenemos ningún control; (2°) las acciones no son nuestros actos sino los del Senor (issara); y (3°) las acciones son incausadas e inmotivadas (ahetu, appacaya): contra todo esto el Buddha mantiene que «esto debe hacerse, esto no debe hacerse (idam va karaniyam idam va akaraniyam)», y es en este sentido también como se llama a sí mismo a la vez kiriyavadi y akiriyavadi, como arriba.

[4La doctrina del Buddha, evidentemente, era tan incomprendida o tan erróneamente contada por algunos en sus propios días, como lo está siendo por algunos eruditos modernos (en espacial por aquellos que ven en nibbana una «aniquilación»). En Majjhima_Nikaya I.140, por ejemplo, le encontramos acusado de ensenar «el corte, destrucción y reducción a nada de las entidades existentes (sato-satassa ucchedam vinasam vibhavam)». El Buddha protesta que la acusación «se hace maliciosamente, vanamente, falsamente y contrariamente a lo que son los hechos (asata tuccha musa abhutena)», pues «esto es justamente lo que no enseno».

[5Por supuesto, no simplemente en el sentido del «deber cumplido», sino en el de «haber hecho lo que tenía que hacerse», es decir, de «haber reducido toda la potencialidad al acto» y de estar, por lo tanto, «todo en acto».

[6Nótese la dramática distinción de krtakrtyah, «hacedor de mal», «hacedor de embrujos», en Rigveda IV.17.4.