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Coomaraswamy Duas Vias

quarta-feira 27 de dezembro de 2023, por Cardoso de Castro

  

Ananda Coomaraswamy   — ARTIGOS SELETOS DE METAFÍSICA
Bhakta
Se distinguen así dos Vías o Ciclos (avarta) [1], una Vía «humana» y otra «suprahumana», manavarta y brahmapatha, una Vía de retorno (pitryana) y otra de no-retorno (devayana); que corresponden exactamente a lo que en el (wp-en:Mahayana|budismo Mahayana]] [2] se llaman respectivamente, las Vías «Mundanal» o «Ensenada» (laukika, saiksa) y «Transmundanal», «Inensenada», «Pura» o «Aria» (lokottara, asaiksa [3], anásrava, árya), de las cuales la primera conduce al Viajero a la «Sumidad del Ser Contingente» (bravagra), que es la estación más alta alcanzable por un Bodhisattva como tal, desde donde procede por la segunda a la omnisciencia y a la Budeidad. No ha de inferirse que una vez alcanzada la Sumidad del Ser Contingente uno abandona la y entra en la Transmundanal. Por el contrario, aunque sólo la es practicable en el más bajo de los «», o más bien «Estados del Ser Contingente» (kamadhatu, rupadhatu, arupyadhatu), más allá de este nivel de referencia las Vías discurren juntas, pero acaban en puntos diferentes —«Sólo la o Aria puede destruir las pasiones que quedan en la Sumidad del Ser Contingente» (Abhidharmakosa VI.47). Tampoco los «Mundos», aunque son la esfera de la transmigración, deben concebirse sólo en un sentido espacial o temporal (el Arupyadhatu, en particular, es «sin lugar», asthana); en conexión con lo presente al menos, los «Mundos» son más bien estados del ser que penetran la totalidad del tiempo y el espacio, y se distinguen algo así como uno distingue entre la «» y la «» y la «», o entre la vida del «Hogareno» y la vida del «». Por ejemplo, se considera que el Buddha alcanzó el bhavagra (la «Sumidad del Ser Contingente») cuando ocupó su sede debajo del Árbol, y que alcanzó en el acto la , en virtud de la que había estado siguiendo previamente.

Estas dos Vías, distinguidas tan tajantemente, corresponden, por una parte, a los medios exotéricos, religiosos y pasivamente místicos de acercamiento a Dios; y por la otra, a los medios esotéricos, iniciatorios y metafísicos de acceso a la Identidad Suprema. Pero sería eludir la cuestión asumir que han de identificarse con las vías mutuamente exclusivas de la Dedicación (bhakti) y de la Gnosis (jn  ána); la cuestión es más bien si estas dos Vías no están inseparablemente conectadas, si no en su comienzo, sí en su desarrollo. ¿Podemos imaginar un ardor perfecto prescindiendo de la comprensión, o una comprensión perfecta sin ardor? ¿Puede trazarse alguna distinción cualitativa entre una unión consumada de amante y amado y una unión consumada de conocedor y conocido?. Es precisamente una consideración de la doctrina del atman la que puede conducirnos a una conclusión concorde con la respuesta negativa que ya se ha prefigurado. No ha de suponerse en modo alguno que una respuesta negativa tal implica que pueda haber una transcendencia o liberación de la substancialidad humana, a la vez física y psíquica, aparte de la iniciación (diksa) y de la gnosis (jnana); lo que se implica es, más bien, que una Gnosis perfecta implica necesariamente una Beatificación (anirdesyam paramam sukham, Upanixade   V.14; paramo hy esa anandah. Satapatha_Brahmana X.5.2.11; sukham uttaman upaiti... brahmabhutam, Bhagavad Gita.VI.27; el piacere eterno de Alighieri, Paradiso, XVIII.16).

El bhavagra puede explicarse más plenamente. Hablando con amplitud, esta «Sumidad del Ser Contingente» corresponde al concepto cristiano del Cielo, donde hay una visión directa de Dios, pero no necesariamente una «unión mística». Pero, como lo expresa el Eckhart  , «Como esto no es la sumidad de la unión divina, no es tampoco el lugar de morada del alma» (Ed. Evans I, 276), y esto está perfectamente de acuerdo con las palabras de Lotus_Sutra V.74, «Eso es un lugar de descanso (visrama), no una involución» (nivrti) —es decir, no lo que el Eckhart entiende por la «Sumersión».

Hablando estrictamente, aquellos que alcanzan la Sumidad del Ser Contingente están «salvados», puesto que su esencia (atmabhava [4], la substancia individual considerada como una «naturación del Espíritu» o como un «estado de si-mismidad») es indestructible (Abhidharmakosa II.45B), ya sea que renazcan o no cuando se complete el término de su ser sobre el plano; aquellos que todavía tienen «conexiones» (samyojanani) son «retornadores» y aquellos que no las tienen, «No-retornadores». Por ejemplo, un Bodhisattva «retorna» a los mundos más bajos del ser contingente, llevado por la fuerza de sus votos mesiánicos, mientras un Buddha no retorna al fin del tiempo, sino que es «completamente despirado» (parinirvrta).

La Sumidad del Ser Contingente corresponde a la estación llamada de otro modo la «» (vrksagra): «Aquellos que ascienden a la Cima del Gran Árbol, ¿cómo viajan en adelante?. Los que tienen alas vuelan, los que son sin alas caen» (Jaiminiya_Upanishad_Brahmana III.13). Estos últimos corresponden a los «caídos del yoga» (yogabrastah) de Bhagavad Gita VI.41 sig., es decir, a aquellos cuya visión de la Verdad está obscurecida por una imperfecta fijación (estabilización) del Intelecto en el yoga (yogac calita manasah), debido a lo cual no han llegado a la perfección (samsiddham); considérense en el budismo los seis tipos de Arhat, de quienes sólo el «Inmutable» (akupya-dharman) no puede caer, mientras que la liberación de los otros es temporal (Abhidarmakosa VI.56 sig.), un «ir y venir» como en Bhagavad Gita IX.21.
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[1Avarta es «Vía» en el sentido de curso o ciclo, o aún de reflujo, con una implicación de moción giratoria o espiral; ambas mociones de la consciencia, centrífuga y centrípeta con respecto a su centro, son, de hecho, de este tipo; cf. René Guénon, «La Doble Espiral» Études Traditionnelles, XLI (1936).

[2Abhidharmakosa, II.12 y 42-44, VI.45, 47, etc., VIII.5, etc. (ver el informe resumido de la Vía, Poussin ed., Vol. IV, avant-propos).

[3Cf. Upanixade I.3, yatháitad anusisyát, «¿Cómo la ensenaría uno?».

[4Bhutatman en tanto que lógicamente pero no realmente distinto del atman en Maitri_Upanishad II.7 y III.1.