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Coomaraswamy Beleza Não-Existente

quarta-feira 27 de dezembro de 2023, por Cardoso de Castro

  

Ananda Coomaraswamy   — FIGURAS DA LINGUAGEM

TEORIA MEDIEVAL DA BELEZA
Beleza do Não-Existente
Como dice Areopagita, será también una sentencia verdadera declarar que incluso lo no-existente participa de la belleza; no, ciertamente, porque sea enteramente no-existente, pues lo que no es nada no es bello, sino no-existente sólo porque no está en acto sino in potentia, como en el caso de la materia, que tiene en sí misma la esencia de la forma en una manera de ser imperfecta o no-existente, lo cual es privación en su sentido de mal (v. Majestade). Pues en una naturaleza buena esto es pecado en acto o en el agente; o ello tiene una naturaleza buena suya propia, como cuando se acepta activamente un castigo justo, o como cuando se soporta pasiva y pacientemente un castigo injusto. Así pues, en el primer modo (es decir, como potencialidad), el mal, tomado en relación al sujeto, es bello; ciertamente, es una deformidad en sí mismo, pero lo es accidentalmente, cuando se contrasta con el bien; es la ocasión de belleza, bondad, y virtud, no porque sea éstas realmente, sino porque conduce a su manifestación. De donde que San Agustín diga, Enchiridión, c. II, «Es en razón de la belleza de las cosas buenas, por lo que Dios permitió que se hiciera el mal». Pues si no hubiera ningún mal, habría sólo la belleza absoluta del bien; pero cuando hay mal, entonces se anexa una belleza relativa del bien, de manera que, por contraste con el mal opuesto, la naturaleza del bien brilla más claramente. Tomando el mal en el segundo y el tercer modo (es decir, como castigo), el mal es bello en sí mismo porque es justo y bueno, aunque es una deformidad porque es un mal. Pero, puesto que nada es enteramente sin una naturaleza buena, sino que al mal se le llama más bien un bien imperfecto, ninguna entidad es así enteramente sin la cualidad de la belleza, sino que a lo que en la belleza es imperfectamente bello se lo llama «feo» (turpe). Pero esta imperfección es absoluta, y esto es cuando en una cosa falta algo que le es natural, de manera que todo lo que es corrupto o sucio es «feo»; o relativa, y esto es cuando en una cosa falta la belleza de algo más noble que ella misma a lo cual se compara, como si se esforzara en imitar a esa cosa, dando por hecho que ella tenga algo de la misma naturaleza, como cuando San Agustín, De natura boni contra Manicheos, c. 22, dice que «En la forma de un hombre, la belleza es mayor, y en comparación con la cual la belleza de un mono se llama deformidad» (v. Homem Macaco).