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Obras: bello

quinta-feira 1º de fevereiro de 2024

  

Nótese que «Merlín hizo la tabla redonda como prueba de la redondez del mundo? pues la tabla redonda significa por derecho el mundo. Pues todo el mundo cristiano y pagano se restaura en la tabla redonda... ( a fin de que) por aquellos que son fieles de la tabla redonda la verdad del Santo Grial sea bien? conocida» (Malory, Morte? Darthur, XIV.2). La verdad está con Blake cuando dice, «Las religiones de todas las naciones se derivan de la diferente recepción del genio poético (el védico «kavitva») por cada nación, el cual es llamado por todas partes el espíritu de profecía... Al igual que todos los hombres son semejantes (aunque infinitamente diversos), así todas las religiones, y todos sus similares tienen una única fuente». Las tradiciones védica y cristiana nunca se cansan de emplear «Verdad», «Ser?» y «Belleza», como nombres esenciales y preeminentemente adecuados de Dios. No obstante, somos bien conscientes de que en este mundo humano? no puede haber un conocimiento o expresión conceptual de la verdad excepto en algún modo?; justamente como no puede haber una belleza perceptible excepto de algún tipo. Lo que es verdadero en todas las verdades, o lo que es bello en todas las bellezas, no puede ser ello mismo una de estas verdades o bellezas. Como dice Dionisio, «Si alguien viendo a Dios comprendiera lo que vio, no vio a Dios mismo, sino a una de esas cosas que son Suyas». La creencia en la Revelación o Audición no significa que las palabras mismas en las que la verdad se expresa contengan en ningún caso la verdad, sino más bien que apuntan a ella, pues como dice Santo Tomás de Aquino  , «Toda cosa tiene verdad por naturaleza según el grado en el que imita el conocimiento de Dios»; «nuestro intelecto? considera a Dios según el modo derivado de las criaturas»; y finalmente, «la cosa conocida está en el conocedor según el modo del conocedor». Todos los conceptos de Dios, aún los más íntimamente adecuados, son así hechos según el hombre; como decimos en la India, «Él toma las formas que son imaginadas por Sus adoradores». Muy ciertamente, no ha de ser concebido como confinado, o plenamente expresado, por ninguna de estas formas, Quien es Él mismo la única forma? de todas las formas, y transcendente con respecto a todas y cada una de las formas; es desde este punto de vista como más de un maestro cristiano ha afirmado que «Nada? verdadero puede decirse de Dios». El valor? de los conceptos, de toda expresión verbal o visible, per verbum? in intellectu conceptum, es un valor de uso; el concepto tiene valor no como una cosa en sí mismo, sino como dispositivo hacia una visión esencial, no en una semejanza. La belleza de la fórmula, del icono verbal o visual, por conmovedora que sea en el evangelio cristiano o en la liturgia védica, no es un fin en sí misma sino que, referida a quien la usa, es una invitación. El propósito de todo arte?, y en no menor grado el de este arte supremo de la teología, en el que todas las demás artes, bien sean literarias o plásticas, subsisten per excellentiam, es enseñar, deleitar y sobre todo mover (el docere, delectare, movere de San Agustín). Una adhesión exclusiva a un solo dogma, a un solo grupo de símbolos verbales o visuales, por muy pertinente que sea, es un acto de idolatría; la Verdad misma es inexpresable. 205 METAFÍSICA: Shrî Ramakrishna Y La Tolerancia Religiosa

Si la imagen es de Quien ella es la imagen, los colores y el arte son nuestros. Quienquiera que pretende que su propia manera de comprender y de exponer es la única verdadera no está movido por la visión de Dios, sino por el orgullo espiritual. Un creyente tal, como Ibn ’Arabî dice, «no alaba a nadie sino a sí mismo, pues su Dios está hecho por él mismo, y alabar la obra es alabar al hacedor de ella: su excelencia o imperfección pertenecen al hacedor. Por esta razón critica las creencias de otros, lo cual no haría si fuera justo?... Si comprendiera el dicho de Yunayd, "El color del agua es el color de la vasija que la contiene", no interferiría en los demás, sino que percibiría a Dios en toda forma y en toda creencia. Tiene opinión, no conocimiento: por ello, Dios ha dicho, "Yo estoy en la opinión que mi servidor tiene de Mí", es decir, "Yo no Me manifiesto a él excepto en la forma de su creencia". Dios es absoluto? o no restringido cuando Él quiere; y el Dios de la creencia religiosa está sujeto a limitaciones, pues Él es el Dios que está contenido en el corazón de Su servidor». El Gnóstico oriental no tiene defecto alguno que encontrar en ninguna doctrina católica; juzgado por los modelos védicos, se puede decir que el cristianismo es verdadero y bello: verdadero en la medida? en que una formulación puede ser verdadera, bello en la medida en que una cosa, en tanto que distinguida del Uno? que no es una cosa, puede ser bella. 207 METAFÍSICA: Shrî Ramakrishna Y La Tolerancia Religiosa

En el siguiente artículo se seguirá, en textos indios y platónicos, la doctrina de que lo que nosotros llamamos «aprender» es realmente un «recordar» y de que nuestro «conocimiento» es por participación en la Omnisciencia de un principio espiritual inmanente. Esto corresponde, en la misma Filosofía Perenne, a la doctrina de que lo bello es tal por una participación en la Belleza, y todo ser una participación en el Ser. 275 METAFÍSICA: Recordación, India Y Platónica

La definición escolástica más general del pecado?, de cualquier tipo, es como sigue, «El pecado es una desviación del orden hacia el fin» (Summa Theologica II-I.21.1C y 2 ad 2), y en conexión con el pecado artístico, Santo Tomás prosigue explicando que es un pecado propio del arte «si un artista produce una cosa mala, cuando tiene intención de producir algo bueno; o produce algo bueno, cuando tiene intención de producir algo malo». En Katha Upanishad   II.1.1, el que elige lo que más le gusta (preyas) en vez de lo que es más bello (sreyas) se dice que «se desvía del fin» (hîyate arthât); en Shatapatha Brâhmana II.1.4.6, si una cierta parte del rito? se hace erróneamente, «eso sería un pecado (aparâddhi), de la misma manera que si uno hace una cosa cuando tiene intención de hacer otra; o si uno dice una cosa cuando tiene intención de decir otra; o si uno va por un camino cuando tiene intención de ir por otro». 1097 METAFÍSICA: DOS PASAJES EN EL «PARADISO» DE DANTE  ?

De hecho, el Nirukta no es una parte de la filología en el sentido? moderno?; una explicación hermenéutica puede coincidir o no con la genealogía efectiva de una palabra en cuestión. El Nirukta = hermeneia se funda sobre una teoría del lenguaje de la que la filología y la gramática son solo departamentos, o incluso se puede decir que son los departamentos más humildes, y no digo esto sin un respeto real? y genuino por esos «impecables y omniscientes leviatanes de la ciencia, que sondean intrépidos el océano lingüístico, hasta sus más hórridas profundidades, y que (en los intervalos en que no se atacan unos a otros) utilizan sus colas sobre aquellos audaces pececillos que, sobre la mera superficie, se aventuran dentro de su peligro», y cuyo consejo, en materias de genealogía verbal, yo estoy siempre dispuesto a aceptar. Sin embargo, la etimología, una cosa excelente en su lugar, es precisamente una de esas «ciencias modernas que representan literalmente solo "residuos" de las antiguas ciencias, que ya no se comprenden». En la India, la ciencia tradicional del lenguaje es el dominio especial del purva-mîmâmsâ, cuya característica es que «Establece la proposición de que los sonidos articulados son eternos, y la doctrina consecuente de que la conexión de una palabra con su sentido no se debe a la convención, sino que es por naturaleza inherente a la palabra misma». No obstante, cuando A. A. Macdonell agrega a esta excelente caracterización que «Debido a su falta de interés filosófico, el sistema? todavía no ha ocupado mucho la atención de los eruditos europeos», solo quiere decir que el tema? no tiene interés para él mismo ni para los de su tipo; no es plausible que hubiera tenido en su ánimo excluir deliberadamente a Platón de la categoría de los «filósofos». Pues Platón no solo emplea el método hermenéutico en el Crátilo   - por ejemplo, cuando dice «"haber llamado" (to kalesan) a las cosas "útiles" es una y la misma cosa que hablar de "lo bello" (to kalon?)» - sino que a todo lo largo de este diálogo trata el problema? de la naturaleza de la relación entre los sonidos y los significados, indagando si es esta una relación esencial o accidental. La conclusión general es que el verdadero nombre de algo es eso que tiene un significado natural? (sánscrito sahaja) - es decir, que es realmente una «imitación» (mimesis?) de la cosa misma mediante sonidos, de la misma manera que, en la pintura, las cosas son «imitadas» mediante el color - pero que, debido a la imperfección efectiva de la imitación vocal, lo cual puede considerarse como una cuestión de recordación inadecuada, la formación de las palabras efectivamente en uso, ha sido ayudada por arte, y su significado ha sido parcialmente determinado por convención. Puede comprenderse lo que se entiende por «significado natural» cuando encontramos que Sócrates   y Crátilo se representan como de acuerdo en que la «letra rho (sánscrito r, r) es expresiva de rapidez, moción y dureza». Crátilo mantiene que «el que conoce los nombres conoce también las cosas expresadas por ellos», y esto equivale implicar que «El que dio por vez primera nombres a las cosas, lo hizo con conocimiento cierto de la naturaleza de las cosas»; en otras palabras, mantiene que este primer dador de nombres (sánscrito nâmadhâh) debe haber sido «un poder? más que humano», y que los nombres dados? así, en el comienzo, son necesariamente sus «verdaderos nombres». Los nombres mismos son dualistas, puesto que implican ya sea moción o reposo, y son así descriptivos de actos, más bien que de las cosas que actúan; Sócrates admite que el descubrimiento de la existencia real, independiente de las denotaciones, puede estar «más allá del tú y del mí». 1159 METAFÍSICA: Nirukta = Hermeneia