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Míguez-Plotino: Ideias
quinta-feira 1º de fevereiro de 2024, por
Hágase, pues, primero todo deiforme y todo bello quien se disponga a contemplar a Dios y a la Belleza. Porque, en su subida, llegará primero a la Inteligencia, y allá sabrá que todas las Formas son bellas y dirá que la Belleza es esto: las Ideas, fundándose en que todas las cosas son bellas por éstas, por la progenie y sustancia de la Inteligencia. Mas a lo que está más allá de ésta, lo llamamos la naturaleza del Bien, que tiene antepuesta la Belleza por delante de ella. Así que, si se expresa imprecisamente, dirá que es la Belleza primaria; pero si distingue bien los inteligibles, dirá que la Belleza inteligible es la región de las Formas, pero que el Bien es lo que está más allá, fuente y principio de la Belleza, so pena de identificar el Bien con la Belleza primaria. En todo caso, la Belleza está allá. ENÉADA: I 6 (1) 9
Conviene no adscribir el ser a lo ilimitado, sino fijarlo en un límite y en algo que sea estable. Esa estabilidad, en el dominio de los seres inteligibles, viene a ser la definición y la forma, de la que estos seres obtienen su realidad. Y, a su vez, la Inteligencia de la que nosotros hablamos es digna de ser engendrada por el más puro de los principios, ya que no podrá nacer de otra cosa que del primer principio. Ella misma, luego de engendrada, producirá consigo todos los seres, toda la belleza de las Ideas y todos los dioses inteligibles. Pero, llena como está de todos esos seres que ha producido, termina de algún modo por devorarlos para impedirles que caigan en la materia y que crezcan al lado de Rea. Porque según dejan adivinar los misterios y los mitos relativos a los dioses, antes de Zeus debe ser situado Cronos, el dios sabio por excelencia que recobra nuevamente los seres que engendra, aunque su inteligencia se encuentre llena y saciada de ellos; después de esto, y una vez saciado, se dice que engendra a Zeus, lo mismo que la Inteligencia engendra el alma cuando ha llegado a su perfección. Pues, es claro que el ser perfecto está en condiciones de engendrar, poder que en modo alguno deberá ser dejado estéril. Con todo, no es posible que el ser engendrado sea aquí un ser superior, ya que siendo como es una imagen del ser que lo produce necesariamente será inferior a él. Asimismo, es de suyo un ser ilimitado, pero que se presenta limitado y como informado por el ser generador. El producto de la Inteligencia es una cierta palabra y la actividad discursiva constituye a su vez una realidad. Realidad que se mueve alrededor de la Inteligencia y que es la luz de la Inteligencia y la huella que a ella está unida. Porque por un lado se encuentra, en efecto, unida a la Inteligencia y goza y se sacia de ella, participando, incluso, de la Inteligencia y pensando como ella misma piensa; pero por otro toca, precisamente, lo que viene después de la Inteligencia, o mejor, engendra los seres que, por necesidad, son inferiores a ella. Pero de esto hablaremos más adelante. Porque las cosas divinas llegan tan sólo hasta este punto. ENÉADA: V 1 (10) 5