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Obras: Apología

quinta-feira 1º de fevereiro de 2024

  

El interés del Dr. Riezler está principalmente en la distinción entre el (mero) juego y la seriedad (real?); el mío en la indistinción entre el juego y el trabajo en un nivel de referencia más alto. En el sentido? en que la parte divina de nosotros, nuestro Sí mismo real, o «Alma? del alma», es el espectador impasible de los destinos que son padecidos por sus vehículos psicofísicos (Maitri Upanishad   II.7, III.2, etc.), no está claramente «interesado» o implicado en estos destinos y no los toma seriamente; de la misma manera que cualquier otro espectador no toma seriamente los destinos de los personajes en la escena, o si lo hace difícilmente puede decirse que está presenciando el juego, sino más bien? que está implicado en él. En conexión con esta parte mejor de nosotros, con la que nos identificamos si «sabemos quien somos», Platón dice más de una vez que «los asuntos humanos no deben tomarse muy seriamente» (megalos men spoudes oukaxia, Leyes 803BC, cf. Apología 23A), y a nosotros se nos pide «no preocuparnos por el mañana» (San Mateo 6:34). 355 METAFÍSICA: JUEGO Y SERIEDAD

La noción de una infalibilidad atribuida a un individuo nos ofende con razón; la noción es irracional. Pues, ciertamente, como dice este hombre mismo, Sócrates  : «Es a la Verdad a lo que no puedes contradecir; a Sócrates puedes hacerlo fácilmente» (Banquete   201C, cf. Apología 23A). Así pues, ¿Cuándo, entonces, es «Sócrates» infalible? Cuando no es «él mismo» el que habla, sino la «voz de la Acrópolis?» (Timeo? 70); es decir, la voz del Daimon? inmanente de Sócrates y de cada hombre, «que no vela por nada? sino la verdad» y que es «un familiar mío muy próximo, que vive en la misma casa conmigo» (Hippias mayor 288D, 304D); en otras palabras, la parte divina e inmortal de nuestra alma (Timeo 73D, 90A) y nuestro Sí mismo real (Leyes 959AB), el «Alma del alma» de Filón   (Heres 55), el pneuma? en tanto que distinto de la psyche? de San Pablo   (Hebreos 4:12), y el «Sí mismo y Conductor inmortal del sí mismo» indio (Maitri Upanishad   VI.7). Así pues, cuando decimos que Sócrates es infalible, «Sócrates» no es ya un apelativo para el hombre que fue una vez joven, y que está siempre envejeciendo, sino un símbolo que representa al verdadero Sí mismo de aquel hombre, el Sí mismo de todos los hombres, que «jamás deviene alguien». Es lo mismo cuando hablamos de la infalibilidad del Papa, a saber?, cuando habla oracularmente (ex cathedra), y la referencia no es a este o a aquel Papa, a Pío o a Gregorio, sino al Espíritu Santo, cuya cathedra está en el cielo y que enseña desde dentro del corazón (San Agustín, In ep. Joannis ad Parthos). ¿Qué puede «saber» el Papa de la Verdad como un hombre? él sólo puede creer; pues «Omne verum, a quocumque dicatur, est a Spiritu Sancto» (San Ambrosio   sobre I Corintios 12:3). «Papa», en tanto que «infalible», es un oficio, no un nombre, y como tal un símbolo que representa a otro que a «este hombre». «No "yo", el yo que yo soy, conoce estas cosas, sino Dios en mí» (Jacob Boehme  ). 916 METAFÍSICA: ¿«Sócrates Es Viejo» Implica que «Sócrates Es»?