Página inicial > Modernidade > Immanuel Kant > Cassirer: Kant - as grandes idéias centrais

Cassirer: Kant - as grandes idéias centrais

quarta-feira 23 de março de 2022, por Cardoso de Castro

"Aquí trataremos, pues —dicen los Prolegómenos—, simplemente de la experiencia y de las condiciones generales y apriorísticas de su posibilidad, determinando a base de ello la naturaleza como el objeto total de toda experiencia posible. Creo que se me comprenderá si digo que no me refiero aquí a las reglas de observación de una naturaleza ya dada..., sino a cómo las condiciones apriorísticas de la posibilidad de la experiencia son, al mismo tiempo, las fuentes de las que deben derivarse todas las leyes generales de la naturaleza."

Como se ve, el problema se retrotrae de los contenidos de la experiencia de los objetos empíricos a la función de la experiencia misma. Esta función posee una determinabilidad originaria comparable a la que se nos revelaba en las formas puras del espacio y el tiempo. Y no puede realizarse sin que con ello entren en acción determinados conceptos, del mismo modo que ya en la organización de todo experimento científico, cualquiera que sea, en la misma pregunta que a través de él formulamos a la naturaleza, va implícita la premisa de una determinabilidad de magnitud de la naturaleza, la premisa de la constancia y la conservación de ciertos elementos dentro de ella y la de una sucesión regular de los acaecimientos. Sin la idea de una ecuación que determine la relación de los espacios y los tiempos de la caída, sin la idea de la permanencia de la cantidad de movimiento, sin el concepto general y el método general de la medición y la numeración no habría podido Galileo llevar a cabo ni uno sólo de sus experimentos, pues sin estas premisas el problema de Galileo habría resultado absolutamente incomprensible en su totalidad.

Y así, la experiencia misma es "un modo de conocer que requiere entendimiento", es decir, un proceso de deducciones y de juicios basado en determinadas premisas lógicas. Con lo cual se nos revela, en efecto, una nueva "totalidad" no integrada por una serie de partes sueltas, sino que, por el contrario, la hace posible el establecimiento de "partes", de contenidos concretos. También la naturaleza tiene que concebirse como sistema antes de poder ser observada en sus detalles. Y así como antes se nos presentaba la forma concreta del espacio como restricción del "espacio uno" y un determinado lapso de tiempo como limitación de la duración infinita, ahora todas las leyes especiales de la naturaleza, vistas dentro de esta concatenación, aparecen simplemente como "especificaciones" de los principios generales del entendimiento.

Hay, en efecto, muchas leyes que sólo podemos conocer por medio de la experiencia, "pero las leyes que rigen la concatenación de los fenómenos, es decir, la naturaleza en general, no pueden sernos reveladas por ninguna experiencia, ya que la experiencia misma presupone, a su vez, la existencia de tales leyes, que sirvan a priori de base a su posibilidad". Por consiguiente, todo lo que tiene de exagerado y de absurdo el hecho de afirmar que la inteligencia misma sea la fuente de las leyes de la naturaleza y, por tanto, de la unidad formal de ésta, lo tiene de exacto y adecuado a su objeto, o sea a la experiencia, la siguiente afirmación:


Ver online : Ernst Cassirer