Página inicial > Sophia Perennis > Coomaraswamy: Sutratma

Coomaraswamy: Sutratma

terça-feira 30 de abril de 2024

  

Ananda Coomaraswamy  : LILA

Cf. Brhadaranyaka Upanishad   III.7.1, donde (combinando el texto y el comentario de Sayana): «¿Conoces tú ese Hilo con el que, y ese Controlador Interno con el que y por quien, este mundo y el otro y todos los seres están encordados juntos y controlados desde adentro, de modo que ellos se mueven como una marioneta, cumpliendo sus respectivas funciones?». Que Platón tenía conocimiento de una doctrina del «hilo del espíritu» (sutratman), está implícito en el pasaje citado de Leyes y es confirmado por el hecho de que, en Teeteto 153, conecta la cuerda de oro de la Ilíada  )) VIII.18 sig. con el ((Sol, a quien todas las cosas están atadas por ella, de la misma manera que en Satapatha Brahmana   VI.7.1.17; cf. Atharva Veda   Samhita X.8.39 y Bhagavad Gita VII.7. (No podemos tratar aquí en toda su extensión la doctrina de la «cuerda de oro», pero podemos senalar que el pensamiento de Ilíada VIII.23 erysaimi (teniendo presente que en este verbo, especialmente en las formas media y pasiva, el sentido de «tirar» apenas puede separarse del de «rescatar») subyace en San Juan 12:32 pantas elkyso pros emauton, en Hermes, Lib. XVI.5 eis auton ta panta elkon y XVI.7 anadesas eis eauton, y en Dante  , Paradiso I.117, «Questi la terra in se stringe ed aduna»).

Las dos notables referencias budistas a la marioneta humana (Samyutta Nikaya I.134, Therigatha, II.390 sig.) ignoran al Marionetero, pues su único propósito es mostrar que la marioneta es un producto compuesto y evanescente de la concatenación causal, que no ha de ser considerado como el Sí mismo de uno. Rumi   apostrofa, «Oh ridícula marioneta, que saltas fuera de tu agujero (caja), como clamando a voz en grito "yo soy el senor de la tierra", ¿cuánto durará tu salto? Abátete a ti mismo, o ellos te doblarán, como se dobla un arco» (Rumi  , Diwan, Oda XXXVI); ridícula, porque «Quien no ha escapado de la (auto-) voluntad, no tiene voluntad» (ídem, Oda XIII). Aquí «ellos» se refiere a los impulsos contrarios de las afecciones, instintos, gustos y disgustos por los que el animal hombre, que no es movedor de sí mismo, «es arrastrado a esta vía o aquella», al bien o al mal según pueda ser el caso (Platón, Leyes 644D, cotejado en Hermes, Lib. XVI.14). Cf. Aristóteles  , De anima III.10 (433a), «El apetito produce movimientos inexplicables (para ton logismon): pues epithymia es un tipo de apetito, y la razón (nous) nunca yerra».

De hecho, a nosotros nos ofende la interpretación mecanicista de nuestra individualidad solo porque identificamos nuestro ser con el «pequeno sí mismo» de la marioneta y no con el del Gran Sí mismo del Marionetero. ¡El hombre, Per sua diffalta... ed in affanno cambio onesto riso e dolce gioco (Dante, Purgatorio XXVIII.95, 96)!. Lo que realmente se entiende por ser el juguete de Dios, y danzar en consecuencia, es haber hecho nuestra Su Voluntad; es jugar con Él, en vez de con nosotros mismos, en la escena; y al mismo tiempo compartir su punto de vista que contempla desde arriba, o desde el patio de butacas, o desde los palcos (según sea la metáfora); es haber devenido no más las víctimas, sino los espectadores de nuestro propio fatum.

(D. B. Macdonald, Hebrew Philosophical Genius, p. 135, observa que «las marionetas son conscientes de sí mismas y tienen una cierta elección en cuanto a cuál cuerda permitirán que les arrastre». La elección está entre la vida del instinto y la vida «racional» (kata logon); pero al decir esto debemos recordar que cuando Platón dice «guiado por la Razón» entiende «haciendo la voluntad de Dios» y no un sentido meramente común o un «comportamiento» pragmático; por «razón» nosotros entendemos lo que él llama «opinión»).

ODIAR OS SEUS; CIVILIZAÇÃO

Este é um aspecto básico da doutrina do "espírito-fio" (sutratman) e como tal é a base inteligente da doutrina da onisciência e providência divinas, da qual o nosso conhecimento e previsão parciais são análogos. O Sol espiritual (não "o sol que todos os homens veem", e sim o "que poucos conhecem com a mente", Atharva Veda Samhita X.8.14)(("Sol do sol" em Mahabharata   V. 46.3 e Fílon   em Spec. 1.279; "luz invisível que só a mente percebe", Fílon em Opif. 31; "cujo corpo é o sol", ou "quem controla o sol a partir de dentro" (Brhadaranyaka Upanisad III.7.9); "cujo corpo é visto por todos e cuja alma não é vista por ninguém" (Platão em Leis, 898 D); "Luz das luzes" (Bhagavad Gita X.II.17, Rg Veda Samhita I. 113.1); "aquela foi a verdadeira Luz. . . do mundo" (João 1,9; 9,5); "o Sol dos homens" (Rg Veda Samhita 1.146.4) e "Luz dos homens" (João 1,4); "estabelecido em todos os corações" (Bhagavad Gita XIII. 17, Maitri Upanishad   VI. 1).)) é o Eu do Universo inteiro (Rg Veda Samhita 1.11.5.1) e está ligado a todas as coisas que há nele por meio do "fio" destes raios pneumáticos luminosos que constituem o "tecido" do universo: "todo este universo está ligado a Mim, como fileiras de pedras preciosas montadas num fio" (Bhagavad Gita VII.7): desse fio que percorre o nosso intelecto os últimos fiozinhos são suas forças sensíveis, como já vimos.((Agora não temos espaço para expor detalhadamente a doutrina do "espírito-fio". Na tradição europeia podemos chegar a ela partindo de Homero e chegando a Blake. Veja o artigo de minha autoria intitulado "Primitive Mentality" em Quarterly Journal of the Mythic Society, XXXI, 1940 e Literary Symbolism, citado em Dictionary of World Literature, 1943. Veja Fílon em Immut. 35 e algumas passagens do meu livro intitulado Spiritual Paternity and the Puppet Complex na revista Psychiatry, VIII, 1945, reimpressa por A.K. Coomaraswamy em The Bugbear of Literacy, 1947.)) Assim, do mesmo modo que o meio-dia "vê" simultaneamente tudo que existe sob o sol, a "Pessoa que está no Sol", a Luz das luzes, de um ponto de observação saliente e central "em que todos os lugares e todos os momentos estão focalizados" (Paradiso XXIX.23), está presente simultaneamente em toda e qualquer situação por que passamos, aqui ou ali, no passado ou no futuro, e nenhum pardal cai no chão, nem caiu nem cairá sem o conhecimento imediato dela. Na realidade, essa pessoa é a única que vê, pensa etc. e existe dentro de nós (Brhadaranyaka Upanisad III.8.23), e qualquer pessoa que pensa, vê etc, faz isso por meio do raio d’Ele (que é a Pessoa) (Jaiminiya Upanishad Brahmana 1.28, 29).


Ver online : Ananda Coomaraswamy