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Coomaraswamy Luz Forma Nome

quarta-feira 27 de dezembro de 2023, por Cardoso de Castro

  

Ananda Coomaraswamy   — ARTIGOS SELETOS DE METAFÍSICA

O EXEMPLARISMO VÉDICO
LUZ — FORMA — NOME
De todos los pasajes precedentes es evidente que, como en la tradición escolástica y neoplatónica, y también en la tradición védica, es una luz formal la que es la causa del ser y el devenir de todas las cosas (como «luz», la causa de su ser, como «formal» la causa de su devenir); y que la radiación efusiva de esta luz primordial parece ser una expresión o emanación efectiva (srsti) y una moción local (caranam, gati), aun cuando, realmente, este Agni, si bien «Él procede, siempre permanece en su terreno» (anvagram carati kseti budhnah, Rigveda III.55.7), «Aún permaneciendo en el Germen, Él nace repetidamente» (Rigveda VIII.43.9); cf. Plotino   (IV.3.13) «morando intacto arriba, aunque procediendo hacia abajo», y el Eckhart  , «El Hijo permanece dentro como Esencia y sale fuera como Persona. otro, pero no otro, pues esta distinción es lógica (sánscrito vikalpam), pero no real (sánscrito satyam)».

Como lo expresa Plotino (VI.4.3), «Bajo la teoría de la procesión por los poderes [1], las almas se describen como rayos» [2]. En otras palabras, el principio animador (jinva, codana, sava) es a la vez un poder vivo y un poder vocal, y la luz del mundo. Ayu, «Vida», y Visvayu, «Vida Universal» son epítetos constantes de Agni, que es «la única vida de los Ângeles» (asur ekam devanam, Rigveda X.121.7) y «el solo guardián del ser» (bhutasya. patir ekah, ídem 1), y que se manifiesta como Luz (jyotis, bhana, arka, etc.), ya sea en el resplandor del Fuego o en el Sol Supernal; brahmana vacah parama vyoma, Taittiriya_Samhita VII.4.18. Como en San Juan 1:13. «In principio erat verbum, et verbum erat apud Deum, et Deum erat verbum. Omnia per ipsum facta sunt. Quod factum est in ipso vita erat; et vita erat lux hominum» [3].]].

Esta equivalencia de vida, luz y sonido debe tenerse en cuenta cuando consideramos la relación causal entre el nama védico, «nombre» o «noumeno», y Rupa, «fenómeno» o «figura», que es la que hay entre la causa ejemplar y el exemplatum; pues mientras nama implica el concepto primario de pensamiento o sonido, Rupa implica el concepto primario de visión. No que luz y sonido sean, hablando estrictamente, sinónimos (pues aunque se refieren a una y la misma cosa, lo hacen bajo aspectos diferentes), sino que la pronunciación fiat lux y la manifestación lux erat no implican una sucesión temporal de acontecimientos; la pronunciación (vyahrti) de los nombres y la aparición de los mundos es simultánea, y, hablando estrictamente, eterna [4]. Encontramos así en Jaiminiya_Upanishad_Brahmana III.33 que «El Sol es sonido; por lo tanto ellos dicen del Sol, "Él procede resonando"» (ya adityassvara eva sah, tasmad etam adityam ahus, svara etiti): el zumbido de la rueda del mundo es la música de las esferas. De hecho, apenas es posible distinguir las raíces svar, «brillar» (de donde surya, «sol»), y svr, «sonar» o «resonar» (de donde svara, «nota musical») y también, en algunos contextos, «brillar». Lo mismo se aplica en el caso de la raíz arc, que significa «brillar» o «entonar», y a sus derivaciones, tales como arka, que puede significar «brillo» o «himno». Hay también una estrecha conexión, y fue probablemente una coincidencia original, entre las raíces bha, «brillar», y bhan, «hablar». Incluso en espanol, nosotros hablamos todavía de ideas «luminosas» y de dichos «brillantes».

El brillo del Sol Supernal es, entonces, tanto una «pronunciación» como una «radiación»; él, ciertamente, «habla» (mitro. bhruvanah, Rigveda III.59.1; VII.36.2; I.92.6), y lo que tiene que decir es «ese nombre grande y oculto (nama guhyam) de múltiple efecto (purusprk), con el que tú produces todo lo que ha venido a ser o devendrá» (Rigveda X.55.2) («El Padre se habló a sí mismo y a todas las criaturas en la Palabra, a todas las criaturas en el Hijo», Eckhart). El nombre o la forma de la cosa es así antes —es decir, antes en jerarquía más bien que en el tiempo— que la cosa misma, y es su razón de ser, ya sea como modelo o ya sea como nombre; y, por consiguiente, es como una expresión (srsti) o pronunciación (vyahrti) como la cosa misma es manifestada o evocada; «en el comienzo este universo era no pronunciado» (avyahrti, Maitri_Upanishad VI.6).



[1«Poderes», en sánscrito saci, sakti svadha, vibhuti, Kshatriya, etc. «Se debe a la manifestación de sus poderes (de los devas) por lo que sus nombres son múltiples» (Brhaddevata I.71).

[2Cf. Maitri_Upanishad VI.26, según se cita arriba. En la , en las representaciones de la Anunciación, el Espíritu (paloma) se mueve sobre la vía de un rayo que se extiende desde el a la Virgen, mientras que en las representaciones de la Natividad un rayo similar (que, de hecho, es coincidente con el eje del universo, el tronco del Árbol de la Vida, el stauros gnóstico, y el «único pie» del sol) conecta el Nino con el Sol. Incluso en el caso de las concepciones ordinarias el Espíritu es el , Summa Theologica III, q.32, a.1, en concordancia con Kaushitaki_Brahmana III.3, «Es la espiración (prana), verdaderamente el Espíritu consciente (prajnatman) el que agarra y vivifica la carne».

[3No princípio era o Verbo. Conforme a un texto variante (cf. San Agustín, Confesiones VII.9), «quod factum est, in eo vita est, et vita erat lux hominum», es decir, «Hay vida en lo que fue hecho, y esta vida era la luz de los hombres». Ver también René Guénon, «Verbum, Lux, et Vita», Le Voile d’Isis, XXXIX (1934), 173, y P. Mus, «Le Buddha paré», Bulletin de l’École Frangaise d’Extreme Orient, XXVIII (1928), 236, n. 4, «la voz y la luz. dos manifestaciones conexas de una misma naturaleza transcendente». Puede notarse que en Rigveda X.168.4, citado arriba, uno y el mismo verbo, srnvire, «es escuchado», se emplea en conexión a la vez con sonido y apariencia; mientras que, alternativamente en Rigveda I.164.44, uno y el mismo verbo, dadrse, «visto», se emplea similarmente. («La palabra es vida, ella posee toda vida, ella es toda vida» (Willem Caland y Victor Henry, L’Agnistoma (París, 1906-1907), I, 232, citando a Asvalayanasrautasutra V.9.1

[4Es decir, «ahora»; ese «ahora» cuya experiencia temporal es imposible, puesto que la experiencia es sólo de un pasado y de un futuro, y donde el devenir nunca se detiene a ser. Hemos examinado en otra parte (The Rg Veda as Land-Nama-Bok, 1935) la proposición enunciada por Sayana y otros de que el Veda trata sólo de lo que es eterno (nityam), y volveremos sobre este tema.