Página inicial > René Guénon > Obras: Eden

Obras: Eden

sexta-feira 2 de fevereiro de 2024

  

Esto nos lleva todavía a otra precisión conexa: M. Vulliaud   habla después de un «misterio relativo al Jubileo» (Ibid., t. I, pp. 506-507.), lo que se vincula en un sentido a la idea de «Paz», y, a este propósito, cita este texto del Zohar   (III, 52 b): «El río que sale del Eden lleva el nombre de Iobel», así como el texto de Jeremías (XVII, 8): «Él extenderá sus raíces hacía el río», de donde resulta que «la idea central del Jubileo es la reposición de todas las cosas en su estado primitivo». Y está claro que se trata de ese retorno al «estado primordial» que consideran todas las tradiciones, y sobre el cual hemos tenido la ocasión de insistir un poco en nuestro estudio sobre El Esoterismo de Dante  ; y, cuando se agrega que «el retorno de todas las cosas a su primer estado marcará la era mesiánica», aquellos que han leído este estudio podrán acordarse de lo que decíamos allí sobre las relaciones del «Paraíso terrestre» y de la «Jerusalem celeste». Por lo demás, a decir verdad, aquello de lo que se trata en todo esto, es siempre, en fases diversas de la manifestación cíclica, el Pardes, el centro de este mundo, que el simbolismo tradicional de todos los pueblos compara al corazón, centro del ser y «residencia Divina» (Brahma-pura en la doctrina hindú), así como el Tabernáculo que es su imagen y que, por esta razón, es llamado en hebreo mishkan o «habitáculo de Dios», palabra cuya raíz es la misma que la de Shekinah. 5826 EL REY DEL MUNDO CAPÍTULO III

Por lo demás, la naturaleza dual del "Árbol de la Ciencia" no se le aparece a Adam más que en el momento mismo de la "caída", puesto que es entonces cuando deviene "conocedor del bien y del mal" ( NA: Génesis, III, 22. — Cuando sus "ojos se abrieron", Adam y Eva se cubrieron de hojas de higuera ( ibid., III, 7 ); esto hay que relacionarlo con el hecho de que, en la tradición hindú, el "Árbol del Mundo" es representado por la higuera, y también con el papel que desempeña este mismo árbol en el Evangelio. ). Es entonces también cuando se aleja del centro que es el lugar de la unidad primera, a la cual corresponde el "Árbol de la Vida"; y es precisamente "para guardar el camino del Árbol de la Vida" que los Kerubim ( los "tetramorfos" que sintetizan en ellos el cuaternario de las potencias elementales ), armados de la espada flamígera, son colocados a la entrada del Eden ( Génesis, III, 24. ). Este centro ha devenido inaccesible para el hombre "caído", que ha perdido el "sentido de la eternidad", que es también el "sentido de la unidad" ( ver El Rey del Mundo, cap. V. ); volver al centro, por la restauración del "estado primordial", y alcanzar el "Árbol de la Vida", es redescubrir ese "sentido de la eternidad". 6184 EL SIMBOLISMO DE LA CRUZ   IX