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Ternário

terça-feira 30 de abril de 2024

  

TRÊS — TERNÁRIO

VIDE: Ternário Supremo

René Guénon: A GRANDE TRÍADE
En efecto, la primera condición para que se pueda pensar en asimilar más o menos completamente dos ternarios que pertenecen a formas tradicionales diferentes, es la posibilidad de establecer válidamente entre ellos una correspondencia término a término; dicho de otro modo, es menester que sus términos estén realmente entre sí en una relación equivalente o similar. Por lo demás, esta condición no es suficiente para que sea permisible identificar pura y simplemente esos dos ternarios, ya que puede suceder que haya correspondencia entre ternarios, que, aunque sean así del mismo tipo, se podría decir, se sitúan no obstante a niveles diferentes, ya sea en el orden principial, ya sea en el orden de la manifestación, o ya sea incluso respectivamente en el uno y en el otro. Bien entendido, esto puede ser así igualmente para ternarios considerados por una misma tradición; pero, en este caso, es más fácil no fiarse de una identificación errónea, ya que no hay que decir que esos ternarios no deben repetirse entre ellos, mientras que, cuando se trata de tradiciones diferentes, se está más bien tentado, desde que las apariencias se prestan a ello, a establecer equivalencias que pueden no estar justificadas en el fondo. Sea como sea, el error no es nunca tan grave como cuando consiste en identificar ternarios que no tienen en común más que el mero hecho de ser precisamente ternarios, es decir, conjuntos de tres términos, y donde estos tres términos están entre sí en relaciones completamente diferentes; así pues, para saber lo que es, es menester determinar primero de qué tipo de ternario se trata en cada caso, antes incluso de buscar a qué orden de realidad se refiere; si dos ternarios son del mismo tipo, habrá correspondencia entre ellos, y, si además se sitúan en el mismo orden o más precisamente al mismo nivel, entonces podrá haber identidad, si el punto de vista al que responden es el mismo, o al menos equivalencia, si ese punto de vista es más o menos diferente. Ante todo, es porque no se hacen las distinciones esenciales entre diferentes tipos de ternarios por lo que se llega a todo tipo de aproximaciones fantasiosas y sin el menor alcance real, como aquellas en las que se complacen concretamente los ocultistas, a quienes basta encontrar en alguna parte un grupo de tres términos cualesquiera para que se apresuren a ponerle en correspondencia con todos los demás grupos que se encuentra en otras partes y que contienen el mismo número de términos; sus obras están llenas de tablas constituidas de esta manera, y algunas de ellas son verdaderos prodigios de incoherencia y de confusión.


Simbolismo Mário Ferreira dos Santos  : TRATADO DE SIMBÓLICA Estabelecida a díade na unidade, os elementos antinômicos ou oponentes se conciliam na unidade. A aceitação de uma dualidade pura levaria a muitas aporias, já estudadas através de nossos livros, e que têm sido o escolho insuperável de todas as tentativas filosóficas de estabelecer um dualismo.

O polemós (a luta) de Heráclito necessita de um ponto de encontro, e os opostos, para o serem, lhes é mister um ponto de univocidade. Há um traço de união que os identifica, e esse traço de união é algo de que ambos participam, por uma participação de ser (essendi) ou de mera atribuição (per attribuitionem). De qualquer forma, o ternário surge ante a dualidade, porque os opostos não podem ser opostos puros, pois do contrário negariam (e nesse caso a negação seria excludente) a própria oposição.

Ademais a "luta travada" entre os opostos produz algo, um terceiro, que é o resultado decorrente do encontro dos contrários. Pode-se ademais considerar o ternário como a unidade dos opostos, ou harmonização dos opostos.

Todos os arithmósofos consideram a diferenciação como binária e a organização como ternária.

Todo ser é um na sua unidade, dois na polaridade dos contrários; três no ,seu processo, pelo relacionamento, dos opostos. Os pitagóricos diziam que todas as coisas podem ser vistas como 1, na sua unidade; como 2, nos opostos, (a oposição, depois da substância universal, é a segunda categoria dos pitagóricos) e três nas relações que formam entre si os opostos. (A relação é a terceira categoria dos pitagóricos).

Também o aspecto ternário das coisas finitas (ternário inferior) pode ser visto como principio (início), meio e fim (como termo final), pois o finito surge, perdura mais ou menos e perece. Também pitagoricamente o ternário inferior é dado, quanto às coisas sensíveis, por 1) as coisas sensíveis em sua corporeidade individual, 2) como estruturas geométricas; 3) como redutíveis a números matemáticos.




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