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SC: tamas

quinta-feira 1º de fevereiro de 2024

  

Los tres gunas son: sattva, la conformidad a la esencia pura del Ser (Sat), que es idéntica a la luz del Conocimiento (Jn  âna), simbolizado por la luminosidad de las esferas celestes que representan los estados superiores del ser; rajas, la impulsión, que provoca la expansión del ser en un estado determinado, es decir, el desarrollo de aquellas de sus posibilidades que se sitúan en un cierto nivel de la Existencia; finalmente, tamas, la obscuridad, asimilada a la ignorancia (avidyâ), raíz tenebrosa del ser considerado en sus estados inferiores. Esto es verdadero para todos los estados manifestados del ser, cualesquiera que sean, pero, naturalmente, también pueden considerarse más particularmente estas cualidades o estas tendencias en relación al estado humano: sattva, tendencia ascendente, se refiere siempre a los estados superiores, relativamente al estado particular tomado como base o como punto de partida de esta repartición jerárquica, y tamas, tendencia descendente a los estados inferiores en relación a este mismo estado; en cuanto a rajas, se refiere a éste último, considerado como ocupando una situación intermediaria entre los estados superiores y los estados inferiores, y, por consiguiente, como definido por una tendencia que no es ni ascendente ni descendente, sino horizontal; y, en el caso presente, ese estado es el "mundo del hombre" (mânava-loka), es decir, el dominio o el grado ocupado en la Existencia universal por el estado individual humano. Ahora puede verse sin esfuerzo la relación de todo esto con el simbolismo de la cruz  , ya sea que este simbolismo se considere desde el punto de vista puramente metafísico o desde el punto de vista cosmológico, y ya sea que su aplicación se haga en el orden "macrocósmico" o en el orden "microcósmico". En todo caso, podemos decir que rajas corresponde a toda la línea horizontal, o mejor, si consideramos la cruz de tres dimensiones, al conjunto de las dos líneas que definen el plano horizontal; tamas corresponde a la parte inferior de la línea vertical, es decir, a la que está situada por debajo de este plano horizontal, y sattva corresponde a la parte superior de esta misma línea vertical, es decir, a la que está situada pro encima del plano en cuestión, el cual divide así en dos hemisferios superior e inferior, la esfera indefinida de la cual hemos hablado más atrás. 62 EL SIMBOLISMO DE LA CRUZ V

En un texto del Vêda, los tres gunas se representan como convirtiéndose uno en otro, procediendo según un orden ascendente: "Todo era tamas (en el origen   de la manifestación considerada como saliendo de la indiferenciación primordial de Prakriti). Él (es decir, el Supremo Brahma) mandó un cambio, y tamas tomó el tinte (es decir, la naturaleza) [NA: La palabra varna, que significa propiamente "color", y por generalización "cualidad", se emplea analógicamente para designar la naturaleza o la esencia de un principio o de un ser; de ahí deriva también su uso en el sentido de "casta", porque la institución de las castas, considerada en su razón profunda, traduce esencialmente la diversidad de las naturalezas propias a los diferentes individuos humanos (ver Introducción general al estudio de las doctrinas hindúes, 3ª parte, capítulo VI). Por lo demás, en lo que concierne a los tres gunas, se les representa efectivamente por colores simbólicos: tamas por el negro, rajas por el rojo y sattva por el blanco (Chândogya Upanishad  , 6º Prapâthaka, 3º Khanda, shruti 1; cf. Autoridad espiritual y poder temporal  , pág. 53, ed. francesa).] de rajas (intermediario entre la obscuridad y la luminosidad); y rajas, habiendo recibido un nuevo mandato, revistió la naturaleza de sattva". Si consideramos la cruz de tres dimensiones como trazada a partir del centro de una esfera, así como acabamos de hacerlo y como tendremos que hacerlo frecuentemente todavía en lo que sigue, la conversión de tamas en rajas puede representarse como describiendo la mitad inferior de esta esfera, desde un polo al ecuador, y la de rajas en sattva como describiendo la mitad superior de la misma esfera, desde el ecuador al otro polo. El plano del ecuador, supuesto horizontal, representa entonces, como hemos dicho, el dominio de expansión de rajas, mientras que tamas y sattva tienden respectivamente hacia los dos polos, extremidades del eje vertical (Este simbolismo nos parece aclarar y justificar suficientemente la imagen de la "cuerda de arco" que, como ya lo hemos dicho, se encuentra implícita en la significación del término guna.). En fin, el punto desde donde se ordena la conversión de tamas en rajas, y después la conversión de rajas en sattva, es el centro mismo de la esfera, así como uno puede darse cuenta de ello rápidamente remitiéndose a las consideraciones expuestas en el capítulo precedente [NA: Es a este papel del Principio, en el mundo y en cada ser, al que se refiere la expresión de "ordenador interno" (antar-yâmî): él dirige todas las cosas desde el interior, residiendo él mismo en el punto más interior de todos, que es el centro (ver El Hombre y su devenir según el Vêdânta, capítulo XIV).]; por lo demás, en lo que seguirá, tendremos la ocasión de explicarlo más completamente todavía (Sobre este mismo texto considerado como dando un esquema de la organización de los "tres mundos", en correspondencia con los tres gunas, ver El Esoterismo de Dante  , capítulo VI.). 63 EL SIMBOLISMO DE LA CRUZ V

Hay en la doctrina islámica un punto interesante e importante en conexión con lo que acaba de decirse: El "camino recto" (Eç-çirâtul-mustaqîm) del que se habla en la fâtihah (literalmente "apertura") o primera sûrat del Qorân no es otra cosa que el eje vertical tomado en su sentido ascendente, ya que su "rectitud" (idéntica al Te de Lao-tseu), según la raíz misma del término que la designa (qâm, "levantarse"), debe considerarse siguiendo la dirección vertical. Desde entonces se puede comprender fácilmente la significación del último versículo, en el que este "camino recto" e define como "camino de aquellos sobre quienes Tú distribuyes Tu gracia, no de aquellos sobre quienes está Tu cólera ni de aquellos que están en el error" (çirâta elladhîna anamta alayhim, ghayri el-maghdûbi alayhim wa lâ ed-dâllîn). Aquéllos sobre quienes está la "gracia" Divina [NA: Esta "gracia" es la "efusión de rocío" que, en la Qabbalah   hebraica, está puesta en relación directa con "El Árbol de la Vida" (ver El Rey del Mundo, cap. III).], son los que reciben directamente la influencia de la "Actividad del Cielo", y que son conducidos por ella a los estados superiores y a la realización total, puesto que su ser está en conformidad con el Querer universal. Por otra parte, puesto que la "cólera" está en oposición directa a la "gracia", su acción debe ejercerse también siguiendo el eje vertical, pero con el efecto inverso, haciendo que se recorra en el sentido descendente, hacia los estados inferiores (Este descenso directo del ser siguiendo el eje vertical se representa concretamente por la "caída de los ángeles"; cuando se trata de los seres humanos, esto no puede corresponder evidentemente más que a un caso excepcional, y a un tal ser se le llama Waliyush-Shaytân, porque en cierto modo es la inversa del "Santo" o Waliyur-Rahman.): es la vía "infernal" que se opone a la vía "celeste", y estas dos vías son las dos mitades inferior y superior del eje vertical, a partir del nivel que corresponde al estado humano. Finalmente, los que están en el "error", en el sentido propio y etimológico de esta palabra, son aquellos que, como es el caso de la inmensa mayoría de los hombres, atraídos y retenidos por la multiplicidad, erran indefinidamente en los ciclos de la manifestación, representados por las espiras de la serpiente enrollada alrededor del "Árbol del Medio" [NA: Estas tres categorías de seres podrían designarse respectivamente como los "elegidos", los "rechazados" y los "extraviados"; hay lugar a destacar que corresponden exactamente a los tres gunas: la primera corresponde a sattwa, la segunda a tamas y la tercera a rajas. — Algunos comentadores exotéricos del Qorân han pretendido que los "rechazados" eran los judíos y que los "extraviados" eran los cristianos; pero se trata de una interpretación estrecha, muy contestable incluso desde el punto de vista exotérico, y que, evidentemente, no tiene ninguna explicación según la haqîqah. — En cuanto a la primera de las tres categorías de las que se trata aquí, debemos señalar que el "Elegido" (El-Mustafâ) es, en el islam, una designación aplicada al Profeta y, bajo el punto de vista esotérico, al "Hombre Universal".]. 276 EL SIMBOLISMO DE LA CRUZ XXV