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Obras: jnânica

sexta-feira 2 de fevereiro de 2024

  

Aparte de esta última reserva, por eso no es menos verdad que existe una relación entre los caracteres respectivos de los tres mârgas y los elementos constitutivos del ser repartidos según el ternario «espíritu, alma, cuerpo» (NA: Aquí todavía, sería menester no ver nada exclusivo en una tal correspondencia, ya que toda vía iniciática, para ser realmente válida, implica necesariamente una participación del ser todo entero. ); en sí mismo, el Conocimiento puro es de orden esencialmente supraindividual, es decir, en definitiva espiritual, así como es evidente que el intelecto psíquico es de Bhakti, mientras que Karma, en todas sus modalidades, implica forzosamente una cierta actividad de orden corporal, y, cualesquiera que sean las transposiciones de que son susceptibles estos términos, algo de esta naturaleza original debe siempre encontrarse ahí inevitablemente. Esto confirma plenamente lo que decíamos de la correspondencia con los gunas: en estas condiciones, la vía «jn  ânica» no puede convenir evidentemente más que a los seres en los que predomina la tendencia ascendente de sattwa, y que, por eso mismo, están predispuestos a apuntar directamente a la realización de los estados superiores más bien que a entretenerse en un desarrollo detallado de las posibilidades individuales; por el contrario, las otras dos vías hacen llamada primero a elementos propiamente individuales, aunque sea para transformarlos finalmente en algo que pertenece a un orden superior, y esto es conforme a la naturaleza de rajas, que es la tendencia que produce la expansión del ser en el nivel mismo de la individualidad, la cual, es menester no olvidarlo, está constituida por el conjunto de los elementos psíquico y corporal. Por otra parte, de ahí resulta inmediatamente que la vía «jnânica» se refiere más particularmente a los «misterios mayores», y las vías «bháktica» y «kármica» a los «misterios menores»; en otros términos, con esto se ve también que solo con jnâna es posible llegar a la meta final, mientras que bhakti y karma tienen un papel más bien «preparatorio», puesto que las vías correspondientes no conducen más que hasta un cierto punto, aunque hacen posible la obtención del Conocimiento para aquellos cuya naturaleza no sería apta para él directamente y sin una tal preparación. Por lo demás, entiéndase bien que no puede haber iniciación efectiva, ni siquiera en los primeros estadios, sin una parte más o menos grande de conocimiento real, mientras que, en los medios que la iniciación pone en obra, el «acento» se pone sobre todo sobre uno u otro de los elementos «bháktico» y «kármico»; lo que queremos decir, es que en todo caso, más allá de los límites del estado individual, no puede haber ya más que una sola y única vía, que es necesariamente la del Conocimiento puro. Otra consecuencia que nos es menester notar también, es que, en razón de la conexión de las dos vías «bháktica» y «kármica» con el orden de las posibilidades individuales y con el dominio de los «misterios menores», la distinción entre ellas está mucho menos marcada que con la vía «jnânica», lo que deberá reflejarse naturalmente de una cierta manera en las relaciones de las formas iniciáticas correspondientes; por lo demás, tendremos que volver de nuevo un poco más sobre este punto en la continuación de nuestra exposición. 4082 Iniciación y Realización Espiritual LAS TRES VÍAS Y LAS FORMAS INICIÁTICAS

Ya que estamos con este punto, agregaremos todavía que hay también equivocaciones sobre la naturaleza de las otras dos vías, y sobre todo de la vía «bháktica», ya que, en lo que concierne a la vía «jnânica», es muy difícil confundir el Conocimiento puro, o incluso las ciencias tradicionales que dependen más propiamente del dominio de los «misterios menores», con las especulaciones de la filosofía y de la ciencia profanas. En razón de su carácter más estrictamente transcendente, se puede ignorar enteramente esta vía mucho más fácilmente que desnaturalizarla con falsas concepciones; e incluso sus travestimientos en «filosofía», por parte de algunos orientalistas, que no dejan subsistir absolutamente nada de lo esencial y que lo reducen todo a la sombra vana de las «abstracciones», equivalen de hecho a la ignorancia pura y simple y están muy alejados de la verdad como para poder imponer a nadie la menor noción de las cosas iniciáticas. En lo que concierne a Bhakti, el caso es bastante diferente, y aquí los errores provienen sobre todo de una confusión del sentido iniciático de este término con su sentido exotérico, que por lo demás, a los ojos de los occidentales, toma casi forzosamente un aspecto específicamente religioso y más o menos «místico» que no puede tener en las tradiciones orientales: ciertamente, eso no tiene nada que ver con la iniciación, y, si no se tratara realmente de nada más, es evidente que no podría haber «Bhakti-Yoga»; pero esto nos lleva una vez más a la cuestión del misticismo y de sus diferencias esenciales con la iniciación. 4087 Iniciación y Realización Espiritual LAS TRES VÍAS Y LAS FORMAS INICIÁTICAS