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Obras: cabellos

sexta-feira 2 de fevereiro de 2024

  

"Ninguna distinción ( que se apoye sobre modificaciones contingentes, como la distinción del agente, de la acción, y de la meta o del resultado de esta acción ) invalida la unidad y la identidad esenciales de Brahma como causa ( Kârana ) y efecto ( Kârya ) ( NA: Es en tanto que nirguna como Brahma es Kârana, y en tanto que saguna como es Kârya; el primero es el "Supremo" o Para-Brahma, y el segundo es el "No Supremo" o Apara-Brahma ( que es Îshwara ); pero de ello no resulta que Brahma deje en cierta manera de ser "sin dualidad" ( adwaita ), ya que el "No Supremo" mismo es completamente ilusorio en tanto que se distingue del "Supremo", como el efecto no es nada que sea verdadera y esencialmente diferente de la causa. Hacemos notar que jamás debe traducirse Para-Brahma y Apara-Brahma por "Brahma superior", y "Brahma inferior", ya que estas expresiones suponen una comparación o una correlación que no podría existir de ninguna manera. ). El mar es lo mismo que sus aguas y no es diferente de ellas ( en naturaleza ), aunque las olas, la espuma, las corrientes, las gotas y las demás modificaciones accidentales que sufren estas aguas existan separada o conjuntamente como diferentes unas de las otras ( cuando se consideran en particular, ya sea bajo el aspecto de la sucesión, ya sea bajo el de la simultaneidad, pero sin que su naturaleza deje por eso de ser la misma ) ( Esta comparación con el mar y sus aguas muestra que Brahma es considerado aquí como la Posibilidad Universal, que es la totalidad absoluta de las posibilidades particulares. ). Un efecto no es otro ( en esencia ) que su causa ( aunque la causa, por el contrario, sea más que el efecto ); Brahma es uno ( en tanto que Ser ) y sin dualidad ( en tanto que Principio Supremo ); Sí mismo, no está separado ( por limitaciones cualesquiera ) de Sus modificaciones ( tanto formales como informales ); Él es Âtmâ ( en todos sus estados posibles ), y Âtmâ ( en sí mismo, en el estado incondicionado ) es Él ( y no otro que Él ) ( Es la fórmula misma de la "Identidad Suprema", bajo la forma más clara que sea posible darle. ). La misma tierra ofrece diamantes y otros minerales preciosos, rocas de cristal, y piedras vulgares y sin valor; el mismo sol produce una diversidad de plantas que presentan la mayor variedad en sus hojas, sus flores y sus frutos; el mismo alimento es convertido en el organismo en sangre, en carne, y en excrecencias variadas, tales como los cabellos y las uñas. Como la leche se cambia espontáneamente en cuajada y el agua en hielo ( sin que este paso de un estado a otro implique por lo demás ningún cambio de naturaleza ), así Brahma Se modifica diversamente ( en la multiplicidad indefinida de la manifestación universal ), sin la ayuda de instrumentos o de medios exteriores de cualquier especie que sea ( y sin que Su Unidad y Su identidad sean afectadas por ello, y por consiguiente sin que se pueda decir que Él sea modificado en realidad, aunque todas las cosas no existen efectivamente más que como Sus modificaciones ) ( NA: Para resolver esta aparente dificultad, es menester no olvidar que aquí estamos mucho más allá de la distinción de Purusha y de Prakriti, y que éstos, al estar ya unificados en el Ser, están comprendidos con mayor razón el uno y la otra en el Supremo Brahma, de donde, si es permisible expresarse así, dos aspectos complementarios del Principio, que no son por lo demás dos aspectos sino en relación a nuestra concepción: en tanto que Él Se modifica, es el aspecto análogo de Prakriti; en tanto que no obstante Él no es modificado, es el aspecto análogo de Purusha; y se destacará que este último responde más profunda y más adecuadamente que el otro a la realidad suprema en su inmutabilidad. Por eso es por lo que Brahma mismo es Purushottama, mientras que Prakriti representa solamente, en relación a la manifestación, a Su Shakti, es decir, Su "Voluntad productora", que es propiamente la "omnipotencia" ( actividad "no-actuante" en cuanto al Principio, que deviene pasividad en cuanto a la manifestación ). Conviene agregar que, cuando se transpone así la concepción más allá del Ser, ya no es de la "esencia" y de la "substancia" de lo que se trata, sino más bien del Infinito y de la Posibilidad, así como lo explicaremos en alguna otra ocasión; es también, lo que la tradición extremo oriental designa como la "perfección activa" ( Khien ) y la "perfección pasiva" ( Khouen ), que coincide por lo demás en la Perfección en el sentido absoluto. ). Así la araña forma su tela de su propia substancia, los seres sutiles toman formas diversas ( no corporales ), y el loto crece de marisma en marisma sin órganos de locomoción. Que Brahma sea indivisible y sin partes ( como lo es ), no es una objeción ( a ésta concepción de la multiplicidad universal en Su unidad, o más bien en Su "no-dualidad" ); no es Su totalidad ( eternamente inmutable ) lo que se modifica en las apariencias del Mundo ( ni ninguna de Sus partes, puesto que no las tiene, sino que es Él mismo considerado bajo el aspecto especial de la distinción o de la diferenciación, es decir, como saguna o savishêsha; y, si Él puede ser considerado así, es porque conlleva en Sí mismo todas las posibilidades, sin que éstas sean en modo alguno partes de Sí mismo ) ( NA: Para el esoterismo islámico   también, la Unidad, considerada en tanto que contiene todos los aspectos de la Divinidad ( Asrâr rabbâniyah o "misterios dominicales" ), "es la superficie reverberante en innumerables facetas del Absoluto que magnifica a toda criatura que se mira directamente en ella". Esta superficie, es igualmente Mâyâ considerada en su sentido más elevado, como la Shakti de Brahma, es decir, la "omnipotencia" del Principio Supremo. — De una manera completamente semejante también, en la Qabblah hebraica, Kether ( el primero de los diez Sephiroth ) es la "vestidura" de Ain-Soph ( El Infinito o el Absoluto ). ). Diversos cambios ( de condiciones y de modos de existencia ) se ofrecen a la misma alma ( individual ) que sueña ( y que percibe en ese estado los objetos internos, que son los del dominio de la manifestación sutil ) ( Las modificaciones que se producen en el sueño proporcionan una de las analogías más sorprendentes que se puedan indicar para ayudar a comprender la multiplicidad de los estados del ser. ); diversas formas ilusorias ( que corresponden a diferentes modalidades de manifestación formal, otras que la modalidad corporal ) son revestidas por el mismo ser sutil sin alterar en nada su unidad ( puesto que una tal forma ilusoria, mâyavi-rûpa, se considera como puramente accidental y como no perteneciendo en propiedad al ser que se reviste de ella, de suerte que éste debe considerarse como no afectado por esta modificación completamente aparente ) ( Sobre este punto, habría que hacer una comparación interesante con lo que los teólogos católicos, y concretamente Santo Tomás de Aquino  , enseñan sobre el tema de las formas de que pueden revestirse los ángeles; la semejanza es tanto más destacable cuanto que los puntos de vista son forzosamente muy diferentes. A propósito de esto, recordaremos de pasada lo que ya hemos tenido la ocasión de señalar en otra parte, a saber, que casi todo lo que se dice teológicamente de los ángeles puede decirse también metafísicamente de los estados superiores del ser. ). Brahma es omnipotente ( puesto que Él contiene todo en principio ), propio a todo acto ( aunque "no-actuante", o más bien por eso mismo ) sin órgano o instrumento de acción cualquiera; así ningún motivo o meta especial ( tal como el de un acto individual ), otro que Su voluntad ( que no se distingue de Su omnipotencia ) ( NA: Es su Shakti, de la que hemos hablado en precedentes notas, y es también Él mismo en tanto que Él es considerado como la Posibilidad Universal; por lo demás, en sí misma, la Shatki no puede ser más que un aspecto del Principio, y, si se distingue de Él para considerarla "separativamente", ella no es más que la "Gran ilusión" ( Mahâ-Moha ), es decir, Mâyâ en su sentido inferior y exclusivamente cósmico. ), debe ser asignado a la determinación del Universo. Ninguna diferenciación accidental debe ser-Le imputada ( como a una cosa particular ), ya que cada ser individual se modifica ( al desarrollar sus posibilidades ) conformemente a su propia naturaleza ( Es la idea misma del Dharma, como "conformidad a la naturaleza esencial de los seres" aplicada al orden total de la Existencia Universal. ); así la nube lluviosa distribuye la lluvia con imparcialidad ( sin consideración por los resultados especiales que provendrán de circunstancias secundarias ), y esta misma lluvia fecundante hace crecer diversamente diferentes semillas, que producen una variedad de plantas según sus especies ( en razón de las diferentes potencialidades respectivamente propias a esas semillas ) ( NA: "¡Oh Principio! Tú que das a todos los seres lo que les conviene, Tú jamás has pretendido ser llamado equitativo. Tú cuyos beneficios se extienden a todos los tiempos, Tú jamás has pretendido ser llamado caritativo. Tú que fuiste antes del origen  , y que no pretendes ser llamado venerable; Tú que envuelves y soportas el Universo, produciendo todas las formas, sin pretender ser llamado hábil; es en Ti donde yo me muevo" ( Tchoang-tseu  , cap. VI; traducción de P. Wieger  , p. 261 ). — "Del Principio se puede decir únicamente que Él es el origen de todo, y que influencia a todo permaneciendo indiferente" ( idem., cap. XXII; ibid., p. 391 ). — "El Principio, indiferente, imparcial, deja a todas las cosas seguir su curso, sin influenciarlas. Él no pretende ningún título ( cualificación o atribución cualquiera ). Él no actúa. No haciendo nada, nada hay que Él no haga" ( idem., cap. XXV; ibid., p. 437 ). ). Todo atributo de una causa primera está ( en principio ) en Brahma, que ( en Sí mismo ) está sin embargo desprovisto de toda cualidad ( distinta )" ( NA: Brahma-Sûtras  , 2 Adtyâya, 1er Pâda, sûtras 13 a 37. — Cf. Bhagavad-Gîtâ, IX, 4 y 8: "Soy yo, desprovisto de toda forma sensible, quien ha desarrollado todo este Universo... Inmutable en mi potencia productora ( la Shakti, que aquí se la llama Prakriti porque se considera en relación a la manifestación ), produzco y reproduzco ( en todos los ciclos ) la multitud de los seres, sin meta determinada, y únicamente por la virtud de esta potencia productora". ). 3212 HDV X

Volvamos a la doctrina cosmogónica de la Qabbalah  , tal como se expone en el Sepher Ietsirah: "Se trata dice M. Vulliaud  - del desarrollo a partir del Pensamiento hasta la modificación del Sonido ( La Voz ), desde lo impenetrable a lo comprehensible. Se observará que estamos en presencia de una exposición simbólica del misterio que tiene por objeto la génesis universal y que se liga al misterio de la unidad. En otros pasajes, es el del "punto" que se desarrolla por líneas en todos los sentidos ( Estas líneas se representan como los "cabellos de Shiva" en la tradición hindú. ), y que no deviene comprehensible más que por el "Palacio interior". Es el del inaprehensible éter ( Avir ), donde se produce la concentración, de donde emana la luz ( Aor )" ( La Kabbala judía, tomo I, p. 217. ). El punto es efectivamente el símbolo de la unidad; él es el principio de la extensión, que no existe más que por su irradiación ( puesto que el "vacío" anterior no es más que pura virtualidad ), pero no deviene comprehensible más que situándose en esta extensión, de la que es entonces el centro, así como lo explicaremos más completamente en lo que sigue. La emanación de la luz, que da su realidad a la extensión, "haciendo del vacío algo y de lo que no era lo que es", es una expansión que sucede a la concentración; son éstas las dos fases de aspiración y de expiración de las que se trata tan frecuentemente en la tradición hindú, y de las que la segunda corresponde a la producción del mundo manifestado; y hay lugar a observar la analogía que existe también, a este respecto, con el movimiento del corazón y la circulación de la sangre en el ser vivo. Pero prosigamos: "La luz ( Aor ) brotó del misterio del éter ( Avir ). El punto oculto fue manifestado, es decir, la letra iod" ( Ibid., tomo I, p. 217. ). Esta letra representa jeroglíficamente el Principio, y se dice que de ella se forman todas las demás letras del alfabeto hebraico, formación que, según el Sepher Ietsirah, simboliza la formación misma del mundo manifestado ( NA: La "formación" ( Ietsirah ) debe entenderse propiamente como la producción de la manifestación en el estado sutil; la manifestación en el estado grosero es llamada Asiah, mientras que, por otra parte, Beriah es la manifestación informal. Ya hemos señalado en otra parte esta exacta correspondencia de los mundos considerados por la Qabbalah con el Tribhuvana de la doctrina hindú ( El Hombre y su devenir según el Vêdânta, capítulo V ). ). Se dice también que el punto primordial incomprehensible, que es el Uno no manifestado, forma tres que representan el Comienzo, el Medio y el Fin ( NA: Bajo este aspecto, estos tres puntos pueden asimilarse a los tres elementos del monosílabo Sagrado Aum ( Om ) en el simbolismo hindú, y también en el antiguo simbolismo Cristiano ( ver El Hombre y su devenir según el Vêdânta, capítulo XVI y El Rey del Mundo, capítulo IV ). ), y que estos tres puntos reunidos constituyen la letra iod, que es así el Uno manifestado ( o más exactamente afirmado en tanto que principio de la manifestación universal ), o, para hablar el lenguaje teológico, Dios haciéndose "Centro del Mundo" por su Verbo. "Cuando este iod ha sido producido, dice el Sepher Ietsirah, lo que quedó de este misterio o del Avir ( el éter ) oculto fue Aor ( la luz )"; y en efecto, si se quita el iod de la palabra Avir, queda Aor. 6074 EL SIMBOLISMO DE LA CRUZ   IV

Agregamos que los hilos de los que está formado el "tejido del mundo" se designan también, en otro símbolo equivalente, como los "cabellos de Shiva"; ( Ya hemos hecho alusión a ellos más atrás, cuando hemos hablado de las direcciones del espacio. ) se podría decir que son en cierto modo las "líneas de fuerza" del Universo manifestado, y que las direcciones del espacio son su representación en el orden corporal. Se ve sin esfuerzo de cuantas aplicaciones diversas son susceptibles todas estas consideraciones; pero aquí solo hemos querido indicar la significación esencial de este simbolismo del tejido, que es, parece, muy poco conocido en occidente ( NA: No obstante, se encuentran algunos rastros de un simbolismo del mismo género en la antigüedad grecolatina, concretamente en el mito de las Parcas; pero éste bien parece no referirse más que a los hilos de la trama, y su carácter "fatal" puede explicarse en efecto por la ausencia de la noción de la urdimbre, es decir, por el hecho de que el ser es considerado únicamente en su estado individual, sin ninguna intervención consciente ( para ese individuo ) de su principio personal transcendente. Por lo demás, esta interpretación está justificada por la manera en que Platón considera el eje vertical en el mito de Er el Armenio ( República  , libro X ): Según él, en efecto, el eje luminoso del mundo es el "huso de la Necesidad"; es un eje de diamante, rodeado de varias vainas concéntricas, de dimensiones y colores diversos, que corresponden a las diferentes esferas planetarias; la Parca Cloto le hace girar con la mano derecha, y por consiguiente, de derecha a izquierda, lo que es también el sentido más habitual y más normal de la rotación del swastika. — A propósito de este "eje de diamante" señalamos que el símbolo tibetano del vajra, cuyo nombre significa a la vez "rayo" y "diamante", está también en relación con el "Eje del Mundo". ). 6292 EL SIMBOLISMO DE LA CRUZ XIV

Los chinos se designaban antiguamente a sí mismos como el "pueblo negro" (li-min); esta expresión se encuentra particularmente en el Shu King (reinado del emperador Shun, 2317-2208 antes de la era cristiana). Mucho más tarde, en los comienzos de la dinastía Tsing (siglo III antes de la era cristiana), el emperador dio a su pueblo otro nombre análogo (Sabido es que en China la atribución a los seres y las cosas de sus "designaciones correctas" formaba parte tradicionalmente de las funciones del soberano), el de "cabezas negras" (kion-shou); y, cosa singular, se encuentra exactamente la misma expresión en Caldea (nishi salmat kakkadi), mil años por lo menos antes de esa época. Además, es de notar que los caracteres kien y hei, con la significación de ’negro’, representan la llama; así, el sentido de la expresión "cabezas negras" se aproxima más estrechamente aún al del nombre de los etíopes. Los orientalistas, que lo más a menudo ignoran deliberadamente todo simbolismo, quieren explicar esos términos de "pueblo negro" y "cabezas negras" como designaciones del "pueblo de cabellos negros"; desgraciadamente, si este carácter conviene en efecto a los chinos, no podría distinguirlo en modo alguno de las poblaciones vecinas, de suerte que tal explicación aparece en el fondo como enteramente insignificante. 6819 SFCS   LOS "CABEZAS NEGRAS"

Por otra parte, mientras que el ushnîsha envuelve la cabeza, el parasol se identifica con la cabeza misma; en su correspondencia "microcósmica", en efecto, representa el cráneo y la cabellera; conviene señalar a este respecto que, en el simbolismo de las diversas tradiciones, los cabellos representan con mayor frecuencia los rayos luminosos. En la antigua iconografía búdica, el conjunto constituido por las huellas de pisadas, el altar o el trono (El trono, en tanto que asiento, es en cierto sentido equivalente a un altar, siendo éste el asiento de Agni; el carro cósmico es también conducido por Agni, o por el Sol, que tiene entonces por asiento la "caja" del carro; y, en cuanto a la relación entre el "Eje del Mundo" y el antariksha, puede observarse además que, cuando el altar o el hogar se sitúa inmediatamente debajo de la abertura central de la bóveda de un edificio, la "columna de humo" de Agni que se eleva y sale por esa abertura representa el "Eje del Mundo") y el parasol, correspondientes respectivamente a la Tierra, al espacio intermedio y al Cielo, figura de modo completo el cuerpo cósmico del Mahâpúrusha u "Hombre universal" (Cabe también, a este respecto, referirse a la descripción del cuerpo "rnacrocósmico" de Vaiçvànara, en la cual el conjunto de las esferas luminosas celestes se asimila a la parte superior de la cabeza, es decir, a la bóveda craneana (ver L’Homme et son devenir selon le Vêdânta, cap. XII)). Asimismo, el domo, en casos como el del stûpa, es también, en ciertos respectos, una representación del cráneo humano (Ananda K. Coomaraswamy nos señala que la misma observación se aplica a los "túmulos" prehistóricos, cuya forma parece haber imitado a menudo intencionalmente la del cráneo; como, por otra parte, el "túmulo" o el montículo es una imagen artificial de la montaña, la misma significación debe atribuirse también al simbolismo de ésta. A tal respecto, no carece de interés notar que el nombre del Gólgota significa precisamente ’cráneo’, así como la palabra Calvarium que es su traducción al latín; según una leyenda que tuvo curso en la Edad Media, pero cuyo origen puede remontarse mucho más lejos, esa designación se referiría al cráneo de Adán, quien habría sido enterrado en ese lugar (el que, en un sentido esotérico se identificaría con la montaña misma), y esto nos reconduce aún a la consideración del "Hombre universal"; ese cráneo es el figurado a menudo al pie de la cruz; y sabido es que ésta constituye otra representación del "Eje del Mundo"); y esta observación es particularmente importante en razón de que la abertura por la cual pasa el eje, ya se trate del domo o del parasol, corresponde en el ser humano al Brahma-randhra; hemos de volver más ampliamente sobre este punto. 7055 SFCS LA CÚPULA Y LA RUEDA