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ploutos / πλοῦτος / riqueza / abundância / θησαυρός / thesauros / tesouro / πλούσιος / plousios / homem rico / os tributos / os impostos

  

René Guénon

Este punto central, por el cual se establece, para el ser humano, la comunicación con los estados superiores o «celestes», es también la «puerta estrecha» del simbolismo evangélico, y se puede desde ahora comprender lo que son los «ricos» que no pueden pasar por ella: Son los seres atados a la multiplicidad, y que, por consecuencia, son incapaces de elevarse del conocimiento distintivo al conocimiento unificado. Este vinculamiento (o atadura), en efecto, es directamente contrario al desligamiento (o desvinculamiento) que ha sido cuestión más atrás, como la riqueza es contraria a la pobreza, y encadena el ser a la serie indefinida de los ciclos de manifestación [Es el samsâra buddhico, la rotación indefinida de la «Roda da Vida - rueda de la vida» de la que el ser debe liberarse para alcanzar el Nirvana]. El vinculamiento a la multiplicidad es también, en un cierto sentido, la «tentación Bíblica», que, haciendo gustar al ser el fruto del «árbol de la ciencia del bien y del mal», es decir, del conocimiento dual y distintivo de las cosas contingentes, le aleja de la unidad central original y le impide alcanzar el fruto del «Árbol de la Vida»; y es por ahí, en efecto, que el ser está sometido a la alternancia de las mutaciones cíclicas, es decir, al nacimiento y a la muerte. El recorrido indefinido de la multiplicidad es figurado precisamente por las espiras de la serpiente enrollada alrededor del árbol que simboliza el «Eje del Mundo»: Es el camino de los «extraviados» (Ed-dallin), de aquellos que están en el «error» en el sentido etimológico de esta palabra, por oposición al «camino recto» (Esh-shiratul-mustaqim), en ascensión vertical siguiendo el eje mismo, de quien se habla en la primera surat del Qoran  . [A POBREZA ESPIRITUAL]

Chevalier

O tesouro oculto (assim, no hadith: eu era um tesouro oculto; gostei de ser conhecido...) é o símbolo da Essência divina não manifestada. E também símbolo do conhecimento esotérico.

A divindade hindu Kuvera, guardiã dos Tesouros, é dona das riquezas da terra, dos metais, que têm, aliás, uma tradicional relação com os tesouros ocultos. Mas os oito tesouros, como os do Chakravarti, são, na realidade, os oito emblemas principais das divindades, símbolos dos seus poderes e símbolos da manifestação universal. Associou-se Kuvera — por estar sentada em um carneiro — ao Velo de Ouro dos argonautas (outro tesouro oculto). De uma maneira geral, esses tesouros são símbolos do conhecimento, da imortalidade, das reclusões espirituais, que somente uma arriscada procura possibilita atingir. São, finalmente, guardados por dragões ou monstros, imagens de perigosas entidades psíquicas, de quem corremos o risco de ser suas vítimas, caso não tenhamos poder e não tomemos as necessárias precauções.

Geralmente, o tesouro se encontra no fundo das cavernas ou enterrado em subterrâneos. Essa situação simboliza as dificuldades inerentes à sua procura, mas, sobretudo, a necessidade de um esforço humano. O tesouro não é um dom gratuito do céu; é descoberto ao final de longas provações. Isso confirma que o tesouro oculto é de natureza moral e espiritual e que as provações, combates com os monstros, com as tempestades, com os salteadores na estrada são, como esses próprios obstáculos, de ordem moral e espiritual. O tesouro oculto é o símbolo da vida interior e os monstros que o vigiam não são outra coisa senão partes de nós mesmos. [DS]

AKC (tributos)

[[Atharva Veda   Samhita X.7.39, [...]; X.8.15, [...]; XI.4.19, [...]; Kausitaki Upanishad   II. 1, [...]; Jaiminiya Upanishad Brahmana IV.23.7, balim hareyuh; Maitri Upanishad   VI.18, pratyahara (= devahara, amrta posteriormente), como en Bhagavad Gita II.58, [...].

De la misma manera, ritualmente, se hacen las ofrendas bali en los templetes de los Yaksas, y, políticamente, los súbditos ofrecen el tributo.

Si el rey «saquea» el ganado (¡pecunia!) de sus súbditos ello es debido a que lo que parece ser de ellos es realmente de él; de la misma manera que Dios nos despoja a nosotros de todas esas grandes presiones que son préstamos de Él (Pancavimsa Brahmana XXI.1.1). Por lo tanto «Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios». Incumbe tanto al César como a Dios re-distribuir el «alimento». Las relaciones recíprocas entre los poderes de alma y el Espíritu en el microcosmos individual y la circulación de la moneda (¡pecunia!) en el microcosmos político corresponden a las de la «corriente de prosperidad» (vasor dhara) en el macrocosmos. No es por pedir tributo y servicio, sino por no gastar sus ingresos para el bien de su pueblo, por lo que un rey deviene malvado, un Vrtra en vez de un Indra. [AKCMeta  :Nota]