Ananda Coomaraswamy — O QUE É CIVILIZAÇÃO?
La filosofía india del trabajo es idéntica. «Sabe que la acción viene de Brahma. Aquel que en la tierra no sigue en su giro a la rueda que así gira, vive en vano; por consiguiente, sin apego a sus recompensas, haz siempre lo que debe hacerse, pues, ciertamente, el hombre gana así lo Último. No hay nada que yo necesite hacer, ni nada que alcanzar que no sea ya mío: y sin embargo, yo no me mezclo en la acción. Por consiguiente, actúa con miras al bienestar del mundo; pues todo lo que hace el superior, también lo harán otros; establecido el modelo, el mundo lo seguirá. Es mejor la propia norma de uno [[Sva-dharma = sva-karma, el to heautou pratein, kata physin de Platón. Dharma es un término grávido de significado, difícil de traducir en el contexto presente; cf. eidos en República 434A. En general, dharma (literalmente «soportes», dhr como en dhruva, «fjo», «estrella polar», y el griego thronos) es sinónimo de «Verdad». «No hay nada más alto» que este (Upanixade I.4.14); dharma es el «Rey del rey» ([?Anguttara_Nikaya] I.109), es decir, el «Rey de reyes»; y no puede haber ningún título más alto que el de dharma-raja, «Rey de la Justicia». De aquí la designación bien conocida de la Realeza verdadera como Dharmarãja, que hay que distinguir de la personalidad del rey a la que es inherente la temporalidad. El «propio dharma» de uno es precisamente la «justicia» de Platón, es decir, el cumplimiento de la tarea para la que uno está equipado por naturaleza. De la misma manera, la Justicia (griego dike, raíz sánscrita dis, «indicar») representa el Índice y el modelo último por el que debe juzgarse toda acción. Dharma es lex aeterna, svadharma lex naturalis.]], por deficiente que sea, que la de otro, por bien que se haga; es mejor morir en el puesto propio de uno, pues el de otro está lleno de temor… Las vocaciones están determinadas por la propia naturaleza de uno. El hombre alcanza la perfección a través de la devoción a su trabajo propio. ¿Cómo? Alabando en su trabajo propio a Aquel de quien procede la expresión de todos los seres y por quien es extendido (tatam, tan) todo este universo. Es mejor hacer el trabajo propio de uno, incluso con sus faltas, que hacer bien el trabajo de otro; el que hace la tarea que su naturaleza propia dispone que haga no incurre en pecado; uno no debe abandonar nunca su vocación [[Bhagavad Gita III. 15-35 y XVIII.18-48, ligeramente abreviado.]] heredada [[Para nuestra tradición, la procreación es una «deuda», y su propósito es mantener la continuidad de las funciones ministeriales en una (ver mi Hinduism and Buddhism, nota 146). Pues sólo así pueden conservarse las bases de la civilización.]]».
Por una parte, la tradición inspirada rechaza la ambición, la competición y los modelos cuantitativos; por otra, nuestra «civilización» moderna se basa en las nociones del progreso social, de la libre empresa y de la producción cuantitativa. La primera considera las necesidades del hombre, que «son pocas aquí abajo»; la otra considera sus apetitos, a los cuales no puede ponerse ningún límite, y cuyo número se multiplica artificialmente con la propaganda. Ciertamente, el manufacturero para el provecho debe crear un mercado mundial siempre creciente para los excedentes producidos por aquellos a quienes el dr. Schweitzer llama los «hombres sobreocupados». Fundamentalmente, es la obsesión del comercio mundial, que hace de las «civilizaciones» industriales una «maldición para la humanidad», y la obsesión del concepto del progreso industrial, «en línea con la empresa de la civilización manufacturera», lo que ha provocado y provocará el surgimiento de las guerras modernas; sobre este mismo miserabilizado suelo han crecido imperios, y por esta misma codicia inclemente han sido destruidas innumerables civilizaciones — por los españoles en Sudamérica, por los japoneses en Korea y por «las sombras blancas en los Mares del Sur» [[Cf. mi «Am I my Brother’s Keeper?», Asia and the Americas, marzo, 1943.]].
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