Queda claro así que las palabras purusa y «persona» son tanto así sinónimas en la referencia. En el último pasaje, «más excelente» y «preeminentemente» corresponden exactamente a la designación Maha Purusha, «Gran Persona», en Aitareya Aranyaka III.2.3, donde cuatro purusas se distinguen como sigue: 1°) el corporal (sarira-), que es la «esencia incorporada» (dehika atma) y cuyo principio (rasa) es la «Esencia comprehensora» (prajnatma); 2°) el agregado de sílabas cuyo principio es «A» (cf. II.3.6, «A es toda la Palabra»); 3°) eso por lo que uno comprende (veda) los Cuatro Vedas, y cuyo principio es el sacerdote Brahman en tanto que ser lleno del poder espiritual (brahman); y 4°) el Maha Purusha, el Ano (samvatsara), que «distingue algunas cosas y unifica otras[[Es decir, da la vida a unos y la muerte a otros, y es así el autor del ser de todos los seres, cf. X.121.2 (Hiranyagarbha, Prajapati) yasya chaya amrtam, yasya mrtyuh, «Cuya cubrimiento es de vida, e igualmente de muerte».]]. Y, sépase, que la Esencia comprehensora incorporal y el Sol son uno y lo mismo, y que así resulta que el Sol está presente en cada “persona” (purusam purusam pratyaditya)»[[La identidad de la «persona en el corazón» con la «Persona de Oro en el Sol» es, por supuesto, una doctrina fundamental en las Upanishads, por ejemplo, Maitri Upanishad VI.1, «Él se da a Sí mismo doblemente, como el soplo de la vida (prana) aquí, y como aquel remoto Aditya allí. Aquel remoto Aditya allí es, ciertamente, la Esencia fuera (bahir-atma), el soplo de la vida aquí es la Esencia dentro (antar-atma)». La forma pratyaditya en Aitareya Áranyaka corresponde a pratyagatman, passim. Pratyagatman es casi literalmente «hipóstasis», puesto que atman jamás es «cuerpo».]]. Continuando, el Aitareya Áranyaka cita Rg Veda Samhita I.115.1, «La faz brillante de los ángeles ha salido (ud agat), el ojo de Mitra, Varuna y Agni. Él ha llenado (apra, de √ pr) el Cielo, la Tierra y la Región Intermediaria. El Sol es la Esencia (atman) de todo lo que es sin moción o móvil (jagatah tasthusah)».
Esto, evidentemente, y sentencia por sentencia, corresponde a Rg Veda Samhita X.90.4, donde «Con tres-cuartos el Purusha se levantó (urdhva ud ait)[[Como lo ha precisado W. Norman Brown, «el verbo ud i es casi exclusivamente una palabra Surya».]]. Un cuarto de Él devino recurrente (abhavat punah) aquí[[Es decir, como Agni Vaisvanara, el «Hombre Universal» y/o Soma, etc., que, como el Fuego (o el agua) de la vida en los mundos, padece la muerte (nirrtim a vivesa, Rg Veda Samhita I.164.32), está sujeto a la vejez (jujurvan, II.4.5), y nace una y otra vez (muhur… a bhuta, ídem; janman janmam nihitah, III.1.20: bhurijanma, X.5.1; jayatepunah… navo navo bhavati jayamana, X.85.18-19); o como el Sol, el octavo Aditya, a quien Aditi «gesta aquí en vida y muerte repetidos» (prajayai mrtyave punah, X.72.9), cf. II.5.2, «Agni, octavo en lugar». De la misma manera, Prajapati es «estupidificado por la vejez» (jryya mura, Pancavimsa Brahmana XXV. 17.3), Agni, Soma y Varuna «declinan» (cyavante, X.124.4), la juventud y potencia de Cyavana se pierden, y deben ser renovadas (Rg Veda Samhita, passim). Las mortalidades y resurrecciones de Agni son a la vez diarias y aeviternales. Es con referencia a la duración indefinida de la aeviternidad, por lo que a Agni se le llama comúnmente «inmortal entre los que mueren» (amartyam martesu, IV.1.1, etc.), por lo que se dice que concede su aeviternidad a los ángeles (VI.7.4, cf. IV.54.2), y por lo que a estos mismos se les llama «aviternales» (amrta, passim). No parece que el Rg Veda atribuya en ninguna parte una inmortalidad absoluta a ningún aspecto manifestado de la deidad, sino que más bien asume que «Dios viene y va, Dios expira» (Maestro Eckhart). Pero expresiones tales como amrtattva uttama, Rg Veda Samhita I.31.1, pueden referirse a lo que Sankara llama la «inmortalidad absoluta» (atyantika amrtattva) concebida como un fin alcanzable por los hombres o los ángeles, y, en todo caso, el Rg Veda, al recalcar la doctrina de la resurrección, asume un principio eterno subyacente a todas sus manifestaciones formales. Por ejemplo, eso que presencia el pasado y el futuro a la vez, no puede considerarse como perteneciendo al pasado o al futuro; El que presencia a través del Sol, no es él mismo el Sol.]]. Desde ahí Él procede umversalmente (visvam vy akramat) en lo que come y no come (sasanasane)»[[Aquí adoptamos la explicación perfectamente inteligible de Sayana de sa-asana y an-asana que designan, respectivamente, «lo inteligente animado y generado, que participa del alimento» y «lo sin moción e ininteligente, tal como una montana»; lo cual corresponde exactamente a jagatah tasthusah (sin moción y móvil), en Rg Veda Samhita I.115.1. A la vista de la explicación de Sayana (Monier Williams da también «no comer» como el significado de anasana), no veo como sasananasane puede haber llegado a ser llamado «obscuro». En conexión con esto, W. Norman Brown no piensa que valga la pena siquiera mencionar a Sayana. No es que Sayana esté siempre acertado, pero es siempre digno de consideración, y aquí la confrontación de los textos le prueba acertado más allá de toda duda.]].
El Purusasukta afirma la transcendencia del Purusha en términos que se pueden cotejar estrechamente en otros himnos, así como en los Brahmanas y Upanishads. Ese cuarto de Él que, como hemos visto, es la «Persona en el Sol», «es todas las existencias» (visva bhutani), «este mundo entero (evam sarvam), a la vez el pasado y el futuro (bhutam yac ca bhavyam)». Esta última expresión corresponde a «lo que se ha hecho y será hecho» (krtani ya ca krtva) en Rg Veda Samhita I.25.11; aquí Varuna se describe como operando ab extra, en el Sol, como lo muestran claramente las expresiones «de visión a distancia (uru-caksasa)», «difundiendo una vestidura de oro, llevando una túnica resplandeciente (vibhrd drapim hiranyam… vasta nirnijam)»[[Nirnija implica «blanco lavado». Cf. Rg Veda Samhita VIII.41.10, donde se dice que Varuna, manifestado como el Sol, ha «hecho, con su operación, que los negros sean blancos resplandecientes (svetan adhi nirnijah cakre krsnan)».]], «entronizado en el imperio universal (ni sasada… samrajyaya)»; y estando así sedente, ídem II[[En el verso 6, el dual venanta implica Mitravaruna; puesto que les llama, en efecto, el «ser solar dual», y puesto que ven es típicamente una «palabra sol».]], «Desde ahí, Él que conoce todas las cosas ocultas (visva adbhuta cikitvan)[[Adbhuta, equivalente a adrsta, «invisible», como en Rg Veda Samhita IV.2.12, donde Agni se dice que presencia a la vez lo que es evidente y lo que está oculto (drsyan agne etan… pasye adbhutan). Adbhuta se traduce a menudo por «maravilloso», pero las cosas pasadas y futuras se consideran aquí como maravillosas, no como milagrosas en sí mismas, sino como misteriosas, inconocidas e inaccesibles a la observación.]], presencia lo que ha sido hecho y será hecho (abhi pasyati krtani ya ca krtva)». En Rg Veda Samhita X.88.13-14, se dice que esta «estrella antigua, el mirador del Yaksa, Agni Vaisvanara», ha «excedido al Cielo y a la Tierra en poder (mahimna pari babhuva urvi)», y se le llama «un Angel aquí abajo y en el más allá (uta avastat uta deva parastat)». Pasando por alto otros muchos paralelos que podrían citarse, este nos retrotrae al Purusasukta, donde, en los versos 2 y 3, tenemos «Por grande que sea el poder (mahima) del Senor de la Aeviternidad (amrtasya isanah, el Sol) cuando surge del alimento (annena-ati rohati), aún más (jyayas ca) es la Persona», como también en los versos 1 y 5, se dice que Él «trasciende el espacio de diez dedos (aty atisthad dasangulam)»i3, y «sobrepasa a la Tierra (aty aricyata, bhumim)», donde, como es habitual, «Tierra» significa la totalidad del «terreno» de la existencia. Aitareya Aranyaka II.3.3, donde el Purusha trasciende la totalidad del universo (sarvam lokam-ati), citado arriba, depende evidentemente de los textos anteriores, y no hay nada en las exposiciones upanisádicas, aunque más detalladas, que pueda decirse que se suma a esto.