Ananda Coomaraswamy — O QUE É CIVILIZAÇÃO?
VIDE: MESTRE DE SI MESMO
GOVERNO
En el pensamiento de Platón hay una ciudad cósmica del mundo, la ciudad del estado, y hay un cuerpo político individual, y ambos son comunidades (griego koinonia, sánscrito gana). «Las mismas castas (griego genos, sánscrito jati), iguales en número, se han de encontrar en la ciudad y en el alma (o mesmo) de cada uno de nosotros»; el principio de justicia es el mismo en todo, a saber, que cada miembro de la comunidad cumpla las tareas para las que está dotado por la naturaleza; y el establecimiento de la justicia y el bienestar de la totalidad depende, en cada caso, de la respuesta a la pregunta, ¿Quién gobernará, lo mejor o lo peor, es decir, una única Razón y , o la multitud de los hombres adinerados en la ciudad exterior, y de los deseos en el individuo (República 441, etc.)?
¿Quién llena, o puebla, estas ciudades? ¿De quién son estas ciudades, «nuestras» o de Dios? ¿Cuál es el significado del «gobierno de sí mismo»? (una pregunta que, como muestra Platón, República 436B, implica una distinción entre el gobernante y el gobernado). Filón dice que «En lo que concierne al poder (kyrios), Dios es el único ciudadano» (monos polites, Cher, 121), y esto es casi idéntico a las palabras de la Upanishad, «Este Hombre (purusha) es el ciudadano (purushaya) en todas las ciudades» (sarvasu pursu, Upanixade II.5.18), y no debe considerarse como contradicho por esta otra afirmación de Filón, a saber, que «Adam (no «este hombre», sino el Universal) es el único ciudadano del mundo» (monos kosmopolites, Opif. 142). Nuevamente, «Esta ciudad (pur) es estos mundos, la Persona (purusha) es el Espíritu (yo’yam pavate = [?Vayu)], a quien, porque habita (sete) esta ciudad, se le llama el “Ciudadano” (purusha)», [?Satapatha_Brahmana] XIII.6.2.1 — como en [?Atharva_Veda] [?Samhita] X.2.30, donde «Al que conoce la ciudad de Brahma, por cuyo motivo la Persona (purusha) se llama así, ni la visión ni el soplo de la vida le abandonan en la vejez», aunque ahora la «ciudad» es la de este cuerpo, y los «ciudadanos» son sus facultades dadas por Dios.