Ananda Coomaraswamy — ARTIGOS SELETOS DE METAFÍSICA
DUAS PASSAGENS NO “PARADISO” DE DANTE
CRIAÇÃO
Summa Theologica I.45.1C, «La Creación, que es la emanación de todos los seres, es desde el no ser, que es nada (Creatio, quae est emanatio totius esse, est ex non ente, quod est nihil)», combinado con I.14.8C, «El conocimiento de Dios es la causa de las cosas. Pues el conocimiento de Dios es a todas las criaturas lo que el conocimiento del artífice es a las cosas hechas por su arte (sicut scientia artificis se habet ad artificiata)» y con la doctrina del Espíritu como el en el acto de la generación, ya sea humano o divino (Geração) —todo esto está representado en una formulación más breve del Rg Veda. Así Rigveda X.72.2: «El Maestro del Poder Espiritual, como un herrero con sus fuelles, juntó todas estas generaciones de los Ângeles; en el , el ser fue engendrado del no ser», donde el «Herrero»1 (karmara, «hacedor», «trabajador»), como Tvastr (el «Carpintero»2, que en el Rg Veda «talla con el intelecto (manasa taksati)», en el sentido del per verbum in intelectu conceptum escolástico, predicado del artífice en Summa Theologica I.45.6C) y Visvakarman (el «Omnihacedor», posteriormente el aspecto de la deidad patrón de los oficios y adorado como tal en sus misterios menores), corresponde al Deus sicut artifex de la imaginería escolástica; y «juntó con sus fuelles» (samadhamat) alude a la «ráfaga» del Espíritu, el Viento animante (vata, Vayu) por el que el Hijo mismo es «despertado» (Agni, vatajutah, Rigveda 1.65.4, VI.6.3, etc.) y «hecho incandescer» (dhamitam, Rigveda II.24.7), «cuando Vata sopla sobre su llama» (Rigveda IV.7.10), «ese Viento, tu Spiritus que truena por todo el universo» (atma te vatah, etc., Rigveda VII.87.2), «Vayu, la espiración de los Ângeles, cuyo sonido se escucha, aunque su forma jamás se ve» (Rigveda X.168.4).
Esta imagen del Maestro Herrero con sus fuelles ilustra admirablemente las palabras de Summa Theologica I.1.9C: «Las verdades espirituales se ensenan adecuadamente bajo la semejanza de las cosas materiales». ↩
En modo alguno carece de buenas y suficientes razones que Jesús fuera llamado el «», pues, ciertamente, hay una «madera» con la que el Maestro Carpintero hace el mundo. ↩