Ananda Coomaraswamy — FIGURAS DA LINGUAGEM
TEORIA MEDIEVAL DA BELEZA
Participação na Beleza
Sin embargo, Areopagita propone muchas características de la Belleza divina, y dice que la belleza y lo bello no están divididos en participante y participado en Dios, como es el caso en las criaturas, sino que son enteramente lo mismo en Él. También dice que la Belleza es la causa eficiente de toda belleza, «en la semejanza de la luz que toca a todo», junto con la idiosincrasia, «las distribuciones embellecedoras de su propia radiación fontal», y esto se aplica a Él en modo de belleza porque Dios es, de esta manera, la causa eficiente, y en la operación causal derrama las perfecciones. Así, la bondad viene de la Bondad, la belleza de la Belleza, la sabiduría de la Sabiduría, y así sucesivamente. Por otra parte, «convoca a todas las cosas hacia sí misma», del mismo modo que lo que es deseable evoca el deseo, y como el nombre griego para la belleza lo muestra. Pues kalos, que significa «bueno», y kalos, que significa «bello», están tomados de kalo, que es «llamar» o «gritar» [[Esta etimología se deriva finalmente de Platón Crátilo 416C: «Haber llamado (to kalesan) a las cosas útiles es lo mismo que hablar de lo bello (to kalon)». Después, a través de Plotino, Hermes, Proclo y Areopagita, llega [?Ulrico_de_Estrasburgo]. Naturalmente, se trata de una etimología hermenéutica más que científica.]]; no meramente que Dios llamara a todas las cosas al ser desde la nada cuando Él habló y ellas fueron hechas (Salmo 149.5), sino también porque al ser bello y bueno Él es el fin que convoca a todos los deseos hacia Sí mismo, y por la convocación y el deseo mueve a todas las cosas hacia este fin en todo lo que ellas hacen, y así Él tiene a todas las cosas juntas en la participación de Sí mismo por el amor de Su propia Belleza. Nuevamente, en todas las cosas Él junta todas las cosas que son suyas porque en Su modo de Belleza Él vierte toda forma, como la luz une todas las partes de una cosa compuesta en su propio ser, y Areopagita dice lo mismo. De la misma manera que la ignorancia es divisiva de las cosas errantes (ignorantia divisiva est errantium), así la presencia de la Luz Inteligible junta y une todas las cosas que ilumina. Además, «ella no es creada ni destruida», ya esté en acto o en potencialidad, puesto que es bella esencialmente y no por participación. Pues ni tales cosas son hechas, ni siendo de una tal naturaleza están sujetas a corrupción. A la Belleza no se le hace ser bella, ni puede hacérsele de otro modo que bella. Así pues, «no puede haber aumento ni disminución de la Belleza» ya sea en acto o en potencialidad, puesto que siendo ella el límite de la belleza no puede ser aumentada, y puesto que no teniendo ningún opuesto no puede ser disminuida. «Ni es bella en alguna parte de su esencia y fea en otra» como lo son todas las bellezas que dependen de una causa; que son bellas en proporción a su semejanza a lo Bello primordial, pero que, en la medida de su imperfección cuando se comparan con ello, y en la medida en que son semejantes a lo que es nada, son feas; lo cual no puede ser en Aquel Cuya esencia es la Belleza, y así es posible que lo bello sea feo, pero ciertamente no es posible que la Belleza sea fea. «Ni es bella en un lugar y no en otro», como es el caso de esas cosas diferentes y creadas que eran naturalmente deformes cuanto «la tierra era sin forma y vacía» (Génesis I:2), y que después fueron formadas cuando el Espíritu de Dios se movía sobre las aguas fomentando (fovens) [[Fovere = sánscrito tap. Cf. [?Aranyaka]]] II.4.3, «Él fomentó (abhyatapata) las Aguas, y de las Aguas que fueron fomentadas (abhitaptabhyah) nació una forma (murtih)»; [?Aranyaka]]] II.2.1, «El que fomenta (tapati ) es el Spiritus (pranah); y [?Jaiminiya_Upanishad_Brahmana] I.54, donde «El que fomenta allí» es el Sol Supernal, Aditya; también [?Atharva_Veda] X.7.32, «que procede como un incandescente (tapasi ) sobre la faz (lit. prshthe, “espalda”) de las Aguas».]] y formando todas las cosas; y así toman su belleza de otro, y sin ese otro no podrían ser bellas, pues como dice Avicena (Metafísica), todo lo que recibe algo de otro puede también no recibirlo de ese otro. Pero no hay nada de esta suerte en la Primeira de la belleza, que tiene su belleza de sí misma; en esto no se trata de una belleza posible, sino de una necesidad inevitable o infalible. «Ni es bella en una relación y fea en otra», según la manera de las criaturas, cada una de las cuales es comparativamente fea; pues lo menos elegante es feo cuando se compara a lo que es más bello, y lo que más bello es feo cuando se compara con la Belleza Increada. Como en Job 4:18, «He aquí que los mismos que le sirven no son estables, y en sus ángeles halló torcimiento», donde está comparándolos con Dios. Por lo cual está establecido: Ningún hombre puede ser justificado si se compara con Dios. Similarmente, Job 15:15, «Mira, como entre sus mismos santos ninguno hay inmutable, y ni los cielos son limpios en su presencia». Por consiguiente, sólo Él es el Bellísimo simplemente, y no tiene ninguna deformidad relativa. Nuevamente, Él «no es bello en un lugar y no en otro», como lo es lo bello que está en algunas cosas y no en otras, como si Él tuviera la Belleza ejemplaria para algunas cosas y para otras no las tuviera; sino que, siendo Él de belleza perfecta, Él tiene simple y singularmente en Sí mismo la totalidad de la Belleza sin ninguna deducción de ella.
NOTAS
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