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Obras: sabor

quinta-feira 1º de fevereiro de 2024

  

rasa. Veremos que vyañjana se distingue de attha algo así como el sabor se distingue del alimento. En un único texto Nikâya la palabra rasa toma efectivamente el lugar que toma usualmente vjañjana: este texto es Anguttara Nikâya I.36, donde «aquellos que obtienen el sabor del significado» es attha-rasassa... lâbhino, y aquí nosotros difícilmente podemos dejar de observar que rasa se usa esencialmente como se usa en la retórica posterior. La historia antigua de la palabra rasa necesita un tratamiento más completo en un artículo separado, pero queremos sugerir que aún en contextos diferentes, y más antiguos que los contextos Alamkâra, e incluso cuando la referencia es la Deidad (so vai rasa), la palabra debe traducirse, en la mayoría de los casos, por «sabor» en vez de por «esencia». En su sentido más propio la palabra «esencia» se necesita para términos tales como bhutatâ («ser», en principio; para atthitâ preferiríamos decir «existencia», distinguiendo así entre esse y essentia vel quidditas, es decir, el «ser en sí mismo» e ití-bhavâbhava, to on y to phainomenon). Por otra parte, hablar del «sabor» del conocimiento, o de «digerir una idea» (o de «asimilación» = adaequatio reí et intellectus), o incluso de «saborear a Dios» («Oh, saborea y ve que el Señor es bueno»), no es en modo alguno extraño al genio de las lenguas europeas, puesto que la palabra latina sapientia es etimológicamente una «saboreidad», y como lo expresa Santo Tomás de Aquino  , «Quasi sapida scientia, seu scientia cum sapore (pâli ¡savyañjanam!), id est cognitio cum amore (pâli ¡pîti!)», Summa Theologica, I.43.5, y II-II.45.2-3 con más referencias. 1453 METAFÍSICA: ALGUNAS PALABRAS PÂLI

El attha-rasassa lâbhî de nuestro texto será, por supuesto, el «Gran Sí mismo», no el «pequeño sí mismo» de Anguttara Nikâya I.249, el «Sí mismo Limpio» y no el «sí mismo sucio» de Anguttara Nikâya I.149: es decir, como en Atharva Veda   Samhitâ X.8.44 es el «Sí mismo Contemplativo, Inmortal», el Espíritu que se «deleita con el sabor» (rasena trptah). En otras palabras, el sabor es la parte «inmortal» del significado: y de la misma manera que en la retórica posterior (Sâhitya Darpana III.2-3) a la «saboreación del sabor» (rasâsvâdana) se le llama la semejanza de la «saboreación del Brahman» (brahmâsvâdana), así aquí, puede decirse, con San Agustín, que «incluso nosotros mismos al saborear mentalmente algo eterno, no estamos en este mundo» (De Trinitate IV.20). 1455 METAFÍSICA: ALGUNAS PALABRAS PÂLI

vyañjana (en contraste con attha). Antes de que tratemos estos términos en los contextos pâli, debemos asumir el significado de attha con relación a dhamma tratado arriba, s.v. attha = artha. Será aconsejable también considerar el significado de vyañjana en contextos pre y postpâli, a fin de hacer la pregunta (de considerable interés desde el punto de vista de la historia de la retórica india) de si el vyañjana pâli tiene o no realmente un significado contradictorio de su significado en estos contextos pre y postpâli. El sentido primario de la raíz (vyañj) es «ungir», y de aquí «adornar», «sazonar» (bebida, comida), e «ilustrar» o «manifestar». Para los tres primeros de estos valores en Rig Veda Samhitâ, cf. el Wörterbuch de Grassmann, s.v. añj. Vyañjana (neutro) es «adorno  » en Rig Veda Samhitâ VIII.78.2. En la retórica posterior, se distinguen tres tipos de significado (artha) en una proposición (vâcakam), a saber, abhidhâ, lakshanâ y vyañjanâ, respectivamente literal, figurado y parabólico (Sâhitya Darpana, II.3 etc.), y este último coincide con lo que se llama el «sabor» (rasa) de un texto poético, definido como un «pronunciamiento (que tiene por cuerpo la letra y) el sabor (rasa) como su espíritu informante» (kâvyam rasâtmakam vâkyam). 1475 METAFÍSICA: ALGUNAS PALABRAS PÂLI

Como lo hemos observado, en casi todos los contextos precedentes los traductores traducen attha por «espíritu» y vyañjana por «letra». Nuestra intención no es sugerir en modo alguno que las palabras «letra y espíritu» mismas están fuera de lugar en estos contextos, pero decimos que si se usan estas palabras, es precisamente en el sentido opuesto, y que attha es la «letra» y vyañjana el significado «espiritual». Pues nosotros no podemos emplear las palabras inglesas «letra y espíritu» vagamente, sino solo de una de estas dos maneras, ya sea con referencia al «significado literal» y al «significado interior» (una relación que se expresa en pâli diciendo que «B es el adhivacanam, es decir, la interpretación, de A»), o ya sea de esa manera en la cual las palabras «letra y espíritu» (o sus equivalentes) fueron usadas por San Pablo   (II Corintios 3.6), de quien desciende nuestro uso de las palabras. Quienquiera que tenga alguna duda en cuanto al significado de las palabras de San Pablo debe considerar el tratado de San Agustín, De spiritu et littera. San Pablo no se está refiriendo a las expresiones figuradas, sino a la distinción entre la ley moral y la comprensión espiritual, donde la primera es esencial a la vida activa y la última esencial a la vida contemplativa. Es precisamente de la misma manera como attha (según hemos visto) se refiere a las cosas que han de hacerse, y vyañjana a las cosas que han de comprenderse: sería verdadero decir que en nuestros contextos attha y vyañjana corresponden a lo que se llama en sánscrito karma-kânda y jñâna-kânda. En Vinaya-Pítaka I.40, el hecho de que una prescripción a caminar en una cierta Vía está implícito en la fórmula, es lo que la hace ser attha y no vyañjana. Podemos ver también por qué se da esa precedencia a attha: ocurre lo mismo en el caso de un hombre hambriento, para quien la comida es la primera consideración y el sabor la segunda; el sabor es mejor que la comida, pero no para el hombre hambriento, que está todavía necesitado de comida, sin la cual no puede «seguir adelante»; no es este «pequeño sí mismo», el supuesto attâ o appattâ, sino solo el «gran sí mismo», mahattâ, «el sí mismo contemplativo e inmortal, sin deseo» de Atharva Veda Samhitâ X.8.44, el que se «satisface con el sabor» sólo (rasena trptah). Es desde el mismo punto de vista, como el Buddha rehusa tan a menudo tratar del fin último (tal como «es o no es» después de la muerte), debido a que ello no pertenece ni conduce al «Caminar de la vía» (maggana). La virtud es solo un medio, ciertamente; es dispositiva, pero no esencial al fin. Pero «mientras nosotros estamos en camino, no estamos allí»; la virtud es esencial a la Vía. Attha es así anterior a vyañjana en la práctica, pero inferior en jerarquía, puesto que cuando se ha alcanzado el fin de la vía ya no hay más «Caminar de la vía» que haya de hacerse. 1495 METAFÍSICA: ALGUNAS PALABRAS PÂLI

Hasta aquí hemos tratado vyañjana en lo que puede llamarse su sentido «bueno», ese sentido en el cual se dice que los cuatro patisambhidâ son esenciales al Arahatta. Hay también algunos contextos en los cuales vyañjana, en tanto que «ornamento», se menosprecia, por ejemplo Puggala-paññatti-atthakatha 223, donde el padaparamo, «cuyo fin último es el verso mismo», se explica con vyañjanapadam eva paramam assa, «aquel para quien solo el ornamento verbal es la principal consideración». Que la referencia es despectiva se hace claro también de Anguttara Nikâya II.135, donde la recompensa final (utthâna-phalam) es contingente dependiendo de la naturaleza del esfuerzo mental puesto; hay cuatro clases de escuchadores, «aquellos que comprenden inmediatamente (ugghatitaññu), aquellos que comprenden con la reflexión (vipacittaññu), aquellos que deben ser conducidos (neyyo, e-duc-ados, siendo la Yakkhî de Samyutta Nikâya I.11-12 un buen ejemplo), y aquellos cuya finalidad es el texto mismo» (padaparamo, de los que el rey estúpido de Jâtaka VI.131 es un ejemplo). Padaparamo es, entonces, ya sea un «literalista» (como se condena en Samyutta Nikâya I.11 donde, ciertamente, «la letra mata»), o, en concordancia con Puggala-paññatti-atthakatha, el hombre que cuida más el arte del texto que su significado, y puede compararse con el hombre que, en los términos de nuestra primera cita (Jâtaka VI.366), podría ser más afecto al sabor de la comida que a su esencia nutriente. Nuestro interés inmediato está en el menospreciado vyañjanapadam de Puggala-paññatti-atthakatha, donde la referencia es llanamente a la pericia considerada como el fin final de la oratoria: cf. Anguttara Nikâya I.72, III.107 y Samyutta Nikâya II.267, donde a un suttanta, caracterizado por bellos sonidos, en vez de por bellos pensamientos, se le llama cittakkhara (cf. el citrakâvya posterior), y Samyutta Nikâya I.38, donde a las sílabas mismas (akkharâni, consideradas como sonidos en lugar de como letras escritas) se les llama la «salsa o sabor» (vyañjana) de la poesía. en Samyutta Nikâya II.267 y en pasajes paralelos, «los sermones (suttantâ) predicados por el Tathâgata son profundos (gambhîrâ), de profunda significación moral (gambhîratthâ), tratan del otro mundo (lokuttarâ) y están asociados con la vacuidad de este mundo (suññata-patisamyutta); pero vendrá un tiempo en que ya no se considerarán como cosas que han de ser estudiadas y dominadas; por el contrario, esos sermones que hacen los poetas en el estilo poético (te suttantâ kavikatâ kâveyyâ), con sonidos embellecidos (cittakkharâ), sobrecargados de ornamento (citta-vyañjanâ), y dichos para auditores profanos (bâhirakâ sâvaka-bhâsitâ), se considerarán dignos de estudio, y los otros desaparecerán». 1497 METAFÍSICA: ALGUNAS PALABRAS PÂLI

El resultado claro del presente estudio, y del de rasa, es indicar que las palabras pâli vyañjana y rasa son a menudo casi la misma cosa, una cualidad que puede considerarse como el sabor o el color más íntimo del texto o, desde otro punto de vista, como una cubierta de ornamento, y así «algo bueno en demasía». En todo caso, vyañjana nunca es «sílaba», como se ha traducido en Anguttara Nikâya II.182. 1505 METAFÍSICA: ALGUNAS PALABRAS PÂLI