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Obras: perla

sexta-feira 2 de fevereiro de 2024

  
  •  Otra historia del mismo bueno gusto: M. Pierre Mariel, el íntimo amigo del «fuego Mariani», ha hecho aparecer recientemente en El Tiempo una especie de novela-folletín a la cual ha dado un título demasiado hermoso para aquello de lo que trata: El espíritu sopla donde quiere, y cuya meta principal parece ser la de excitar algunos odios occidentales; no le felicitaremos por prestarse a esta monada bisoña...No habríamos hablado de esta cosa despreciable si el citado no hubiera aprovechado la ocasión para permitirse a nuestro respecto una insolencia del todo gratuita, que nos obliga a responderle esto: 1 No vamos a decirle lo que hemos podido «franquear» o no, tanto más cuanto que no comprendería ciertamente nada, pero podemos asegurarle que no hacemos en ninguna parte figura de «postulante»; 2 sin querer medir en lo más mínimo, es permisible decir que no es ciertamente a ellos a quienes deben dirigirse los que quieren «recibir iniciaciones superiores»; 3 lo que el llama, con un pleonasmo bastante cómico, «los últimos grados de la escala iniciática sufi» (sic), e inclusive los grados que están todavía lejos de ser los últimos, no se obtienen en punto ninguno por los medios exteriores y «humanos» que el parece suponer, sino únicamente como resultado de un trabajo del todo interior, y, desde que alguien ha sido vinculado a la silsilah, no está más en el poder de nadie impedirle acceder a todos los grados si es capaz de ello; 4 en fin, si hay una Tradición en que las cuestiones de raza y de origen   no intervienen de ninguna manera, es ciertamente el islam, que, de hecho, cuenta entre sus adherentes a hombres pertenecientes a las razas más diversas. Por todas partes, se rencuentran en esta novela todos los clichés más o menos ineptos que tienen curso en el público europeo, comprendidos el «Creciente» y el «estandarte verde del Profeta»; pero, ¿qué conocimiento de las cosas del islam se podría esperar de alguien que, pretendiendo evidentemente vincularse al catolicismo, conoce bastante mal a éste como para hablar de un «cónclave» para el nombramiento de los nuevos cardenales? ¡Es inclusive sobre esta «perla» (margaritas ante porcos..., sea dicho sin irreverencia para sus lectores...) que se termina su historia, como si fuera menester ver ahí... «la marca del diablo»! (V.I., 1933, p. 434-436.) 166 Apercepciones sobre el esoterismo islámico   y el taoismo REVISTAS

    Pero volvamos a la leyenda bajo la forma en que nos ha llegado; lo que dice del origen del Grial es muy digno de atención: esta copa habría sido tallada por los ángeles en una esmeralda sacada de la frente de Lucifer después de su caída. Esta esmeralda recuerda de una manera sorprendente la urna, la perla frontal que, en la iconografía hindú, toma a menudo el lugar del tercer ojo de Shiva que representa lo que podemos llamar el «sentido de la eternidad». Esta relación nos parece más propia que cualquier otra para aclarar perfectamente el simbolismo del Grial, y se puede añadir otra relación con el corazón que es, para la tradición hindú, como para muchas otras, pero quizá en ella más claramente aún, el centro del ser integral, y al cual por consiguiente ese «sentido de la eternidad» debe ser directamente relacionado. 1405 ESOTERISMO CRISTIANO EL SAGRADO CORAZÓN Y LA LEYENDA DEL SANTO GRIAL

    Pero volvamos a la leyenda en la forma en que nos ha llegado; lo que dice sobre el origen mismo del Grial es muy digno de atención: esa copa habría sido tallada por los ángeles en una esmeralda desprendida de la frente de Lucifer en el momento de su caída. Esta esmeralda recuerda de modo notable la urnâ, perla frontal que, en la iconografía hindú, ocupa a menudo el lugar del tercer ojo de Shiva, representando lo que puede llamarse el "sentido de la eternidad". Esta relación nos parece más adecuada que cualquier otra para esclarecer perfectamente el simbolismo del Grial; y hasta puede captarse en ello una vinculación más con el corazón, que, para la tradición hindú como para muchas otras, pero quizá todavía más claramente, es el centro del ser integral, y al cual, por consiguiente, ese "sentido de la eternidad" debe ser directamente vinculado. 1940 EMS I: EL SAGRADO CORAZÓN Y LA LEYENDA DEL SANTO GRIAL

    Lo que muestra quizás más claramente la significación esencial del «Grial», es lo que se dice de su origen: esta copa habría sido tallada por los Ángeles en una esmeralda caída de la frente de Lucifer en el momento de su caída (Algunos dicen una esmeralda caída de la corona de Lucifer, pero en eso hay una confusión que proviene de que Lucifer, antes de su caída, era el «Ángel de la Corona» (es decir, de Kether, la primera Sephirah), en hebreo Hakathriel, nombre que tiene por lo demás como número 666.). Esta esmeralda recuerda de una manera muy llamativa a la urnâ, la perla frontal que, en el simbolismo hindú (de donde ha pasado al Budismo), ocupa frecuentemente el lugar del tercer ojo de Shiva, que representa lo que se puede llamar el «sentido de la eternidad», así como ya lo hemos explicado en otra parte (El Hombre y su devenir según el Vêdânta, p. 150 de la ed. francesa.). Por lo demás, se dice después que el «Grial» fue confiado a Adam en el paraíso terrestre, pero que, en su caída, Adam le perdió a su vez, ya que no pudo llevarle con él cuando fue arrojado del Edén; y, con la significación que acabamos de indicar, eso deviene suficientemente claro. En efecto, el hombre, apartado de su centro original, se encontraba desde entonces encerrado en la esfera temporal; ya no podía encontrar el punto único desde donde todas las cosas se contemplan bajo el aspecto de la eternidad. En otros términos, la posesión del «sentido de la eternidad» está ligada a lo que todas las tradiciones llaman, como lo hemos recordado más atrás, el «estado primordial», cuya restauración constituye la primera etapa de la verdadera iniciación, puesto que es la condición previa de la conquista efectiva de los estados «suprahumanos» (Sobre este «estado primordial» o «estado edénico», ver El Esoterismo de Dante  , pp. 46-48, y 68-70 de la ed. francesa; y El Hombre y su devenir según el Vêdânta, p. 182 de la ed. francesa.). Por lo demás, el Paraíso terrestre representa propiamente el «Centro del Mundo»; y lo que diremos a continuación, sobre el sentido original de la palabra Paraíso, podrá hacerlo comprender mejor todavía. 5857 EL REY DEL MUNDO CAPÍTULO V

    Pero volvamos a la leyenda en la forma en que nos ha llegado; lo que dice sobre el origen mismo del Graal es muy digno de atención: esa copa habría sido tallada por los ángeles en una esmeralda desprendida de la frente de Lucifer en el momento de su caída ( (El autor ha retomado casi textualmente el pasaje que sigue, pero acompañándolo de nuevos desarrollos, en Le Roi du Monde (cap. V), aparecido en 1927)). Esta esmeralda recuerda de modo notable la urnâ, perla frontal que, en la iconografía hindú, ocupa a menudo el lugar del tercer ojo de Çiva, representando lo que puede llamarse el "sentido de la eternidad". Esta relación nos parece más adecuada que cualquier otra para esclarecer perfectamente el simbolismo del Graal; y hasta puede captarse en ello una vinculación más con el corazón, que, para la tradición hindú como para muchas otras, pero quizá todavía más netamente, es el centro del ser integral, y al cual, por consiguiente, ese "sentido de la eternidad debe ser directamente vinculado. 6635 SFCS   EL SAGRADO CORAZON Y LA LEYENDA DEL SANTO GRAAL