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Obras: mitología

quinta-feira 1º de fevereiro de 2024

  

Todas estas consideraciones permiten comprender hasta qué punto la manera islámica de considerar al Profeta difiere del culto cristiano o budista del Hombre-Dios. La sublimación del Profeta se hace, no a partir de una divinidad terrestre, sino mediante una suerte de mitología metafísica: Muhammad   es, o bien hombre entre los hombres -no decimos "hombre ordinario"-, o bien idea platónica, símbolo cósmico y espiritual, Logos insondable (47) pero nunca Dios encarnado. 1214 CI 3

Por lo que se refiere al arte figurativo hindú, se puede decir que deriva de las posiciones y gestos del yoga y la danza mitológica: la danza, arte divino de Shiva-Natarâja (NA: el «Señor de la danza»), fue revelada al sabio Bharatamuni por los propios Shiva y Pârvatî, su Esposa, y fue codificada por el sabio en el Bharata  -Nâtya-Shâstra; la música, que está íntimamente vinculada a la danza, se funda en el Sâma-Veda  : el ritmo deriva de los metros sánscritos. La música proporciona la nota determinante de todo el arte hindú: las imágenes sagradas traducen esta mitología - o metafísica - figurativa al lenguaje de la materia inerte (NA: «Sin el conocimiento de la ciencia de la danza, difícilmente se comprenderán las reglas de la pintura» (NA: Vishnu-Dharma.Uttara). «Sólo deben juzgarse bellas las esculturas o pinturas conforme a las prescripciones canónicas, y no las que deleitan el gusto o la fantasía personal» (NA: Shukrâchâya). «La forma particular conveniente a cada imagen se encuentra descrita en los Shilpa-shâstras, textos canónicos que siguen los imagineros... Estos textos proporcionan los datos necesarios para la representación mental que servirá de modelo al escultor. Con arreglo a su visión, dice Shukrâchâya, establecerá en templos la imagen de las divinidades que venera. Así y no de otro modo, y, en verdad, no por la observación directa, es como podrá alcanzar su fin.» La parte esencial del arte, la «visualización» (NA: otro tanto se podría decir de la audición extática del músico) es, pues, una especie de yoga; a veces se considera al artista como un yogui. A menudo, antes de emprender su obra, celebra ciertos ritos especiales destinados a sofocar el trabajo de la voluntad consciente y poner en libertad las facultades subjetivas. En ese caso, la verdad no la da la observación visual, sino la «conciencia muscular» de los movimientos que el artista ha comprendido y realizado en sus propios miembros. Los Shâstras dan también cánones de proporción... Las proporciones varían según la divinidad que ha de representarse. La arquitectura también tiene sus cánones que regulan hasta los más pequeños detalles.» (NA: Ananda K. Coomaraswamy: Pour comprendre l’Art hindou.)). Añadamos que este arte no es ni moral ni inmoral, pues el hindú ve en las cosas sexuales la esencialidad cósmica o divina y no la accidentalidad física (NA: El occidental corriente reprocha fácilmente al hindú lo que cree que es «impureza»; para el hindú auténtico, es precisamente tal reproche lo que revela una actitud «impura».). También la arquitectura tiene su fundamento en las Escrituras, que describen su origen   celestial; su conexión profunda con la danza resulta de la forma del sacrificio védico (NA: «Apenas es necesario hacer notar que el sacrificio védico, que siempre se describe como la imitación de lo que se hizo al principio, es, en todas sus formas y en toda la aceptación de las palabras, una obra de arte al mismo tiempo que una síntesis de las artes litúrgicas y arquitecturales, y puede decirse otro tanto de la misa cristiana (NA: que es igualmente un sacrificio mimado) donde los elementos dramáticos y arquitecturales están inseparablemente unidos.» (NA: Ananda K. Coomaraswamy: La nature du «folklore» et de «l’art populaire», en Études Traditionnelles  , junio 1937.)). Toda la arquitectura hindú es esencialmente una coordinación del cuadrado y el círculo, según el altar védico del fuego, Agni; es decir, que la arquitectura deriva del altar primordial (NA: La cosmología hindú relativa a los puntos cardinales y a la arquitectura coincide de modo notable con la de los indios de América del Norte - quizá también con la de los siberianos -, de tal modo que es fácil ver en ello una misma herencia de la tradición hiperbórea. El círculo se encuentra en la forma del campamento indio que rodea al fuego central -, y asimismo en la forma de la tienda o la choza - mientras que el cuadrado se actualiza en el rito del Calumet.). 1956 CASTAS Y RAZAS: PRINCIPIOS Y CRITERIOS DEL ARTE UNIVERSAL

Se supone que la ciencia nos informa no sólo sobre lo que está en el espacio, sino sobre lo que está en el tiempo; en relación con el primer género de saber, nadie discute que la ciencia occidental ha acumulado una enorme cantidad de comprobaciones, pero respecto al segundo género, que debería revelarnos lo que contienen los abismos de la duración, la ciencia es más ignorante que cualquier chamán siberiano, quien al menos puede referirse a una mitología y, por tanto, a un simbolismo adecuado. Sin duda, hay distancia entre el saber físico -forzosamente restringido- de un cazador primitivo y el de un físico moderno, pero en relación con la extensión de las cosas cognoscibles, esta distancia sólo es de un milímetro. 4677 Sobre los mundos antiguos: CAIDA Y DECADENCIA LA VÍA DE LA UNIDAD

Algunas tribus -los algonquinos y los iroqueses sobre todo- distinguen entre el demiurgo y el Espíritu supremo: este demiurgo tiene con frecuencia un papel algo burlesco, incluso luciferino. Semejante concepción del poder creador y del dispensador primordial de las artes no es particular de los pieles-rojas, como lo prueban las mitologías del Viejo Mundo, donde las acciones de los titanes estaban al lado de las de los dioses; en lenguaje bíblico diremos que no hay Paraíso terrestre sin serpiente y sin esta última no hay caída ni drama humano, ni ninguna reconciliación con el Cielo. Como a pesar de todo la creación es algo que se aleja de Dios, es preciso que haya en ella una tendencia deífica, de tal modo que se puede considerar la creación en dos aspectos, uno divino y otro demiúrgico o luciferino; pero los pieles-rojas mezclan los dos aspectos y no son los únicos en hacerlo; recordemos solamente, en la mitología japonesa, al dios Susano-o, genio turbulento del mar y la tempestad. En suma, el demiurgo -el Nanabozho, Mishabozho o Napi de los Algonquinos, el Tharonhiawagon de los Iroqueses-, este demiurgo no es otro que Mâyâ, principio proteico que a la vez engloba a la Potencia creadora y al mundo, y que es la natura naturans tanto como la natura naturata; Mâyâ está más allá del bien y del mal, expresa la plenitud y la privación, lo divino y lo demasiado humano, incluso lo titanesco y lo demoníaco, y de ahí una ambigüedad que a un moralismo sentimental le cuesta trabajo comprender. 4857 Sobre los mundos antiguos: CHAMANISMO PIEL-ROJA LA VÍA DE LA UNIDAD

Las manifestaciones más eminentes del Gran Espíritu son los puntos cardinales con el Cénit y el Nadir, o con el Cielo y la Tierra, y después formas tales como el Sol, el Lucero del Alba, la Roca, el Aguila, el Bisonte; todas estas manifestaciones se encuentran en nosotros mismos y tienen sus raíces en la Divinidad: aunque el Gran Espíritu sea Uno, implica en Sí-mismo estas cualidades de las que vemos las huellas -y sufrimos los efectos- en el mundo de las apariencias (Los sabios entre los indios nunca ignoran el carácter contingente e ilusorio del cosmos: «He visto más de lo que puedo decir y he comprendido más de lo que no he visto; pues he visto de una manera sagrada las sombras de todas las cosas en el Espíritu y la forma de las formas tal y como deben vivir simultáneamente, parecidas a un solo Ser.» «Crazy Horse fue al Mundo donde nada es, salvo los Espíritus (las Ideas eternas) de todas las cosas. Este es el Mundo real que se encuentra (escondido) tras éste (el nuestro), y cada cosa que vemos es como una sombra de aquel Mundo.» «Sabía que lo Real estaba lejos (de nuestro mundo) y que el sueño obscurecido de lo Real estaba aquí abajo.» (HEHAKA SAPA, en Black Elk Speaks, Lincoln, 1961: traducción española: Los últimos sioux. Ed. Noguer, Barcelona. (N. del T.) Según Hartley Burr ALEXANDER, «la idea fundamental (del mito mexicano de Quetzalcoatl) es la misma (que en la mitología de los pieles rojas): la de una fuerza o una potencia casi panteísta que se encarna en los fenómenos del mundo actual y de la que este mundo no es más que la imagen y la ilusión». (L’art et la phitosophie des Indiens de l’Amérique du Nord, París, 1926.)). 4865 Sobre los mundos antiguos: CHAMANISMO PIEL-ROJA LA VÍA DE LA UNIDAD

La segunda de estas vías - la del Logos - es comparable a una barca que nos conduce a la otra orilla: la tierra lejana se vuelve tierra próxima, en la forma de la barca; Dios se hace hombre porque nosotros somos hombres; Él nos tiende la mano tomando nuestra propia forma. Lo que implica, en primer lugar, que el hombre no puede salvarse de otro modo que mediante esta mano tendida de Dios y, en segundo lugar, que la imagen del «Dios en sí» se difumina en la mitología y la economía salvadoras del «Dios hecho hombre». 5454 TRAS LAS HUELLAS DE LA RELIGION PERENNE: NOTAS SOBRE TIPOLOGÍA RELIGIOSA LA VÍA DE LA UNIDAD