Página inicial > Palavras-chave > Termos gregos e latinos > Estrela de Davi / Estrella de David

Estrela de Davi / Estrella de David

  

A partir del esquema tradicional, podemos considerar la Estrella de David   desde dos puntos de vista: el exterior y el interior.

Desde el punto de vista exterior, esta estrella de seis puntas bien podría aludir al hombre, creado en el día sexto [1], y a su Redención.

Por otra parte, si consideramos esta Estrella desde su interior, nos encontramos con el hexágono, símbolo que se ha asociado desde antiguo a la abeja, [2] en hebreo dbrah, que corresponde a dabar, palabra, que podemos asociar simbólicamente con el corazón.

Con todo ello vemos que las distintas interpretaciones apuntadas, lejos de contradecirse, se complementan:

  • La unión de lo que está arriba con lo que está abajo (Tábua de Esmeralda).
  • La unión del Cielo y de la Tierra.
  • La reunificación del Nombre
  • La reunión de los cuatro elementos.

Las Sagradas Escrituras y los libros de los sabios hermetistas nos hablan constantemente de la visión simbolizada por esta Estrella, la Estrella de los Sabios o de los Magos.

El sabio sigue pacientemente los pasos de esta estrella luminosa, representada en la portada del Musaeum Hermeticum Reformatum et Amplificatum por una joven cargada de frutos.

"El verdadero sabio — escribe Louis Cattiaux   (Mensagem Reencontrado XIV-31) — es aquel que ve los dos rostros de Dios y que contempla lo que está oculto en su interior. Pues es en la unión de los contrarios donde aparece la verdad del único." "El secreto de los sabios, es Dios y su luz colocados al alcance del corazón y de la mano del hombre santificado por el amor."

Como la Estrella enseñaba a los Magos el camino que conduce hasta el Niño-Rey, recordemos que la Palabra es "luz en mi sendero" (Salmo CXIX-105). La reunión de los dos triángulos, la reunificación del nombre YHWH o la unión de los cuatro elementos simbolizan esa visión con la cual Dios enseña a los "hombres clarividentes", o sea aquellos que han visto esta claridad, como si de un alfabeto se tratara.

¡Ojalá algún día dejemos de ser analfabetos y ciegos, y esa visión nos permita leer los Libros Sagrados al descubierto! [3]


[1Respecto al número 6, Enrique Cornelio Agrippa escribe: "Se le llama también el número del hombre, porque el hombre fue creado el sexto día; y también se le llama el número de la redención porque el sexto día Cristo sufrió por nuestra redención, por lo que tiene gran relación con la cruz". (Filosofía Oculta, Lib. II, cap. IX.) San Agustín (De civitate Dei XI-30) ya señalaba que el 6 es un número perfecto al ser la suma de 1 + 2 + 3. Se trata, efectivamente, del "número secreto del 3", o sea de la Unidad. Estas ideas proceden seguramente de Platón (Timeo, 17-a)

[2Recordemos que místicos como Kabir o San Juan de la Cruz hablan de "la abeja del corazón".

[3"Si pudiéramos leer el libro al descubierto, seríamos sacudidos de terror..." (Mensagem Reencontrado XV-18).
¿No se trata acaso de la misma visión en la que lo primero que dice el ángel es "no temas"? Si la visión y la aparición eran, para el Zohar, lo mismo, la visión (visio) y la visitación (del verbo visitare) tienen en latín una misma raíz etimológica. (Jean Bouffartigue, Trésor des racines latines, pág. 149, Ed. Bélin, París, 1981).