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phrónêsis

quinta-feira 25 de janeiro de 2024

  

gr. φρόνησις, phronesis (he): sapiência, sabedoria, sabedoria prática, inteligência, prudência. Para Plotino  , ao mesmo tempo saber e prudência.


Caeiro

Traduzimos φρόνησις por «sensatez», em vez das alternativas «sabedoria prática» (‘pratical wisdom’), «evidência moral» (moralische Einsichf), «prudência» ou «sageza». O substantivo «sensatez» e o adjetivo «sensato» aproximam-se mais do original grego. A definição de prudência, oriunda do latim providentia, aponta de fato para uma das qualificações apontadas por Aristóteles   à sensatez. A fronesis é um poder que compreende de antemão, δύναμις προνοε-τιχή. Mas se o substantivo em latim já perdeu a força da expressão grega a fortiori perdeu-a o português. Por sua vez, a raiz de «sensatez» é a mesma que a das palavras como «senso», «percepção» ou «sentido», isto é, palavras que apontam para uma forma de acesso ao que acontece. E é isso, mais do que outra coisa, o que está pensado no substantivo frónesis e no verbo fronein da mesma família. A sensatez é uma forma de compreensão que abre de cada vez para a situação concreta em que nos encontramos. Abre, enfim, para o limite, o caso isolado, a possibilidade extrema que de cada vez singularmente nos interpela e insta à ação. O substantivo φρόνησις, tal como o adjetivo φρόνιμος, sensato, têm na sua origem de raiz o substantivo φρήν. O seu sentido concreto é a membrana que envolve um órgão, a envoltura do coração, do fígado, vísceras e entranhas. A tese de ONIANS  , 1951, segundo a qual o sítio onde, para os gregos, estavam sediadas, no corpo humano, as paixões e as diversas formas de compreensão do que de cada vez acontece era os pulmões, determina a φρήν como o diafragma. Assim, nós respiramos calmamente ou de modo ofegante, inspiramos ou expiramos, suspiramos, somos inspirados, os ambientes são irrespiráveis, a respiração é sustida, etc., etc. — como, de resto, dizemos em português — de acordo com a situação concreta em que nos encontramos. A φρόνησις e ο φρόνιμος procuram estar sob o poder da ação desta forma específica que constitui abertura para o sentido das diversas circunstâncias e situações que de cada vez se constituem. É assim também que estão num acesso ao modo como se encontram envolvidos pela atmosfera dessa situação. Só dessa forma é possível encontrar o encaminhamento que constitui uma possibilidade-limite de resolver o sentido de cada situação concreta e, assim, ver como é possível agir. É nesta constelação de fenómenos que Heidegger   traduz o termo por «Gewissen». «Aber es ist doch aus dem Zusammenhang deutlich, dass man in der Interpretation nicht zu weit geht, wenn man sagt, dafi Aristoteles hier auf das Phänomen des Gewissens gestossen ist. Die φρόνησις ist nichts anderes als das in Bewegung gesetzte Gewissen, das eine Handlung durchsichtig macht. Das Gewissen kann man nicht vergessen.», Cf. M. HEIDEGGER (1992), p. 56. [CaeiroEN  :283-284 Nota]


Aubenque  

En varios pasajes de su obra, Aristóteles, fiel al uso platónico, emplea la palabra phrónesis para designar, por oposición a la opinión o a la sensación, que son cambiantes como sus objetos, el saber inmutable del ser inmutable. Así, recuerda en el libro M de la Metafísica, que para salvar un tal saber admitió Platón   la teoría de las Ideas, pues dice él, habiendo reconocido con Heráclito   que lo sensible está en perpetuo movimiento, bien hace falta admitir la existencia de cosas diferentes de las sensibles, si se quiere que haya ciencia y saber de alguna cosa, επιστήμη τινός καί φρόνησις.[Met., M, 4, 1078b 15.] En el De Coelo, alaba a los eleatas por haber sido los primeros en descubrir la verdad de que «sin la existencia de naturalezas inmóviles no puede haber conocimiento o saber», γνώσις ή φρόνησις.[De Coelo, III, I, 298b 23.] Una fórmula análoga se vuelve a encontrar en la Física, donde Aristóteles retoma claramente, sin referirse esta vez a sus predecesores, la tesis de la incompatibilidad del saber y del movimiento: saca de ahí la consecuencia de que no es por génesis, sino por «reposo y detención», que el entendimiento (διάνοια) «conoce y sabe», έπίστασθαι καί φρονεϊν, y que «es por retomo del alma a la paz después de la [16] agitación que le es natural que un sujeto se haga sabio y conocedor», φρόνιμον καί έπιστήμον.[Física, VII, 3, 247b 11, 18.] Finalmente, en los Tópicos, Aristóteles recurre a una asociación de palabras análoga para recordar que los ejercicios dialécticos no carecen de utilidad «para el conocimiento y el saber filosófico», πρός τε γνώσιν καί την κατά φιλοσοφίαν φρόνησιν.[Tópicos, VIII, 14, 163b 9.] En estos cuatro textos, Aristóteles se sirve de los términos φρονεΐν y φρόνησις, constantemente asociados a επιστήμη o a γνώσις, para designar la forma más elevada del saber: la ciencia de lo inmutable, de lo suprasensible, en una palabra, el saber verdadero, filosófico. Aristóteles no otorga a este saber el mismo contenido que Platón, aunque, a diferencia de su maestro, cree posible alcanzar, en el seno mismo de la física, la exigencia científica de estabilidad; no obstante, en estos textos la phrónesis designa un tipo de saber conforme al ideal platónico de la ciencia, que en nada se diferencia de lo que Aristóteles describe ampliamente al comienzo de la Metafísica, bajo otro nombre, el de sophía: la prueba de ello es que, para caracterizar ésta y mostrar que es la ciencia primera, arquitectónica, aquella que no tiene otro fin, sino que es para ella misma su propio fin, no duda en calificarla de phrónesis.[Metafísica, A, 2, 982b 4.]

Sin embargo, en la Ética a Nicómaco la misma palabra phrónesis designa una realidad completamente distinta. Ya no se trata de una ciencia,[Ét. Nic., VI, 5, 1140b 1: ούκ άν εΐη ή φρόνησις επιστήμη.] sino de una virtud. Esta virtud es, ciertamente, una virtud dianoética,[Αρετή διανοητική: Ét. Nic., I, 13, 1103a 6. Αρετή τής διανοίας: ibid., VI, 2, 1139a 1 (cf. άρετή διανοίας: Ret., I, 9, 1366b 20).] pero en el interior de la diánoia, no es ni siquiera la virtud de lo sublime. Aristóteles introduce, en efecto, una subdivisión en el interior de la parte racional del alma: por una de sus partes consideramos las cosas que no pueden ser de modo distinto a como son; por la otra conocemos las cosas contingentes. Si esta es denominada por Aristóteles calculadora (λογιστικόν)[Ét. Nic., VI, 2, 1139a 12.] o incluso opinadora (δοξαστικόν),[Ibid., 5, 1140b 26.] no resultará extraño que la primera sea denominada científica (έπιστημονικόν).[2, 1139a 12.] Lo más extraño es que la [17] phrónesis—, que parecía asimilada a la más elevada de las ciencias en otro contexto, no sea aquí no sólo una ciencia, sino ni siquiera la virtud de lo que hay de científico en el alma razonable: la phrónesis designa, en efecto, la virtud de la parte calculadora u opinadora del alma.[5, 1140b 26.] Otra variación no menos sorprendente: así como la phrónesis servía para oponer, al comienzo de la Metafísica, el saber desinteresado y libre, que no tiene otro fin que él mismo, a las artes, que, nacidas de la necesidad, apuntan a la satisfacción de una necesidad, la phrónesis de la Etica a Nicómaco no es reconocida más que a los hombres cuyo saber está ordenado a la búsqueda de los «bienes humanos» (άνθρώπινα άγαθά),[5, 1140b 21; 7, 1141b 8.] y que saben por ello reconocer «lo que les es beneficioso» (τά συμφέροντα έαυτοις).[7, 1141b 5. Cf. Magna Moralia, I, 34, 1197b 8: Ή δέ φρόνησις περί τό συμφέρον άνθρώπω.] En fin, la phrónesis, que era antes asimilada a la sophía, es aquí opuesta a ésta: la sabiduría trata de lo necesario, ignora lo que nace y perece;[Ούδεμιας γάρ έστιν γενέσεως (VI, 13, 1143b 20).] es, pues, inmutable como su objeto;[VI, 7, 1141a 24.] la phrónesis trata de lo contingente,[VI, 5, 1140b 27; 6, 1140b 36; 8, 1141b 11.] es variable según los individuos y las circunstancias.[VI, 7, 1141a 25.] Así como la sabiduría es presentada en otro lugar como una forma de saber que sobrepasa la condición humana,[Metafísica, A, 2, 982b 28.] la phrónesis debe a su carácter humano, demasiado humano, el llegar a un rango que ya no es el primero. «Es absurdo pensar que la prudencia sea la forma más elevada del saber, si es verdad que el hombre no es aquello que hay de más excelente en el Universo.»[VI, 7, 1141a 20.] Ahora bien, es obvio que no lo es: «existen, en efecto, otros seres mucho más divinos que el hombre: por ejemplo, para atenemos a los más manifiestos, los Cuerpos de los que está formado el Universo».[1141a 34. Estos «Cuerpos» son los astros.]

Se habrá reconocido en esta concepción de una virtud que, para ser intelectual, evoca menos los méritos de la contemplación que los del saber oportuno y eficaz, en esta modesta réplica a escala humana [18] de una sabiduría más que humana, lo que la tradición latina transmitirá al Occidente cristiano bajo el nombre de prudencia. Pero esta traducción tradicional, que ha diferenciado con precisión uno de los dos sentidos de la palabra, no debe ocultamos lo que hubiera podido tener de sorprendente para los oyentes y los lectores de Aristóteles, ni lo que puede todavía tener de problemático el empleo del mismo término phrónesis en dos acepciones tan diferentes, por no decir opuestas, sin que explicación alguna justifique la coexistencia de estos dos sentidos o la transición de uno a otro. Cualquiera que haya podido ser la indiferencia de los autores antiguos respecto de las fijaciones etimológicas,[Cf. Platón, República  , VII, 533de: «No es, pienso, el momento de discutir sobre una palabra cuando tenemos tantas cuestiones tan importantes a debatir».] hay pocos ejemplos en la historia de la filosofía de una desenvoltura tal, al menos aparente, en el uso de un concepto filosófico que atañe a lo esencial: la naturaleza del saber humano, las relaciones de la teoría y la práctica, la relación del hombre con el mundo y con Dios.


Enéadas

Le terme phrónēsis que l’on peut traduire aussi par « sagesse » ou « prudence » est central chez Platon (voir Théétète  , 176b et Philèbe  , passim) et Aristote (voir Éthique à Nicomaque, VI, 5) ; Plotin décrit cette réflexion pratique et avisée en 2 (IV, 7) 10 et 31 (V, 8), 2.


La formule ici utilisée par Plotin rappelle la manière dont Aristote définit la « vérité pratique » propre à la phrónēsis dans l’Éthique à Nicomaque : « il faut que le raisonnement (lógos) soit vrai et que le désir soit droit » (VI 2, 1139a24). Il semble bien que Plotin poursuive ici le débat avec l’Éthique à Nicomaque. Dans le livre III, Aristote avait en effet affirmé que la vertu comme le vice dépendent de nous : « il dépend également de nous d’être intrinsèquement vertueux ou vicieux » (1113b13-14). La question précédente : « est-ce que ce que ce qui est accompli du fait d’un raisonnement erroné dépend aussi de nous ? » est donc une allusion directe à la théorie d’Aristote. Plotin cependant, en Platonicien fidèle à l’enseignement de Socrate   (qu’Aristote précisément critique dans ce passage de l’Éthique à Nicomaque), ne peut admettre que l’action vicieuse dépende de nous. C’est pour cette raison qu’il pose la question : n’est-ce pas plutôt la coïncidence de la raison et du désir droit, c’est-à-dire la vertu selon la définition même de l’Éthique à Nicomaque, qui dépend de nous (sous-entendu : et non le vice, ainsi que le veut Aristote) (l. 10) ? On verra cependant que même cette hypothèse sera critiquée par Plotin.
PHRÔNÉSIS (pensée, sagesse pratique, prudence)

[grec]

subs. fém.

Terme dérivé de phrên dont les divers sens sont encore discutés. Cette notion a constamment oscillé entre la pensée théorique et la pensée pratique (Démocrite, D.K. 68 B 110, B 193). Platon associe parfois la phrônésis au nous qui est la faculté de connaissance des Formes (Phil. 22 a 3, d 2, 66 b 5-6). La phrônésis peut aussi désigner la pensée comme opposée à la sensation (aísthêsis, Phèdr. 250 d 4). Mais il lui arrive aussi d’identifier la phrônésis à l’aretê (Mén. 88 c) ou encore à un élément nécessaire pour qu’il y ait vertu vraie (Phéd. 69 a-b). Aristote a aussi assimilé la phrônésis au nous (Protr. frgt 52). Mais il l’a ensuite limitée au domaine moral pour lui faire désigner la sagesse pratique ou la prudence qui consiste dans une capacité à bien délibérer en vue du bonheur (EN VI 5, 1140 a 25-29). La phrônésis se distingue ainsi de la sophia (ENVI 13, 1143 b 18-20), de l’epistêmê (science) et de la tékhnê (art) (EN VI 13, 1140 b 1-4). Cette notion sera utilisée dans l’épicurisme, le stoïcisme et chez Plotin (Enn. 12, 7). (Y. Lafrance) [NP  ]