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antimimo

quinta-feira 25 de janeiro de 2024

  

VIDE: Infalibilidade; Fogo sobre a terra, Discordia - Discórdia, antimimon pneuma


El antimimon pneuma - antímimo del espíritu Excertos de Roberto Pla  , "El Hombre Templo de Dios Vivo", Evangelho de Tomé - Logion 71

Este personaje queda muy bien identificado en Livros do Salvador - Los Libros del Salvador como uno de los cinco que componen la casa lucana de la personalidad humana (Jn   6, 50). Puesto que a los otros cuatro personajes de esa casa ya lo hemos definido con anterioridad, llegamos a inferir por exclusion que el antímimo del espíritu no es otro que el padre de tal familia antropológica.

Como el vocablo griego antímimo (antimímesis), significa imitación, remedo, réplica, etc..., hay que colegir que el padre de la casa no es otra cosa que un falso padre, una falsificación del Padre celestial, que tiene la casa antropológica como templo. Así se explica que la acción del hijo consista esencialmente en herir al padre simulado [1], es decir, en proveer la casa de conocimiento y energia para desenmascarar al padre impostor, tal como se dice que procedió el Hijo en una ocasión, cuando exclamo: No hagáis de la casa de mi Padre una casa de mercado (Jn 2, 16).

Al decir el evangelio que el padre simulado es uno de los cinco miembros de la casa personal, lo que afirma en definitiva es que la conciencia, el alma, toma o construye este personaje en sustitución del Padre celestial que habita en ella, en el alma, representado por la persona del hijo. De ahí que sea al hijo a quien corresponde herir con la acción de su fuego bautismal, la ignorancia del alma, para que ésta, después de su catársis, deseche su falsa identificación con el antímimo y se haga una sola con el Hijo. Esto significa el principio de la unidad con el Padre, pues el Hijo del hombre revelo en sí mismo en el evangelio este gran mistério: Yo y el Padre somos uno (Jn 10, 30).

En un primer intento de aproximamos a una interpretación no demasiado mítica de lo que significa el padre de la casa personal, conviene entender que la conciencia, la cual desde sus niveles psíquicos, esto es, desde la región intermedia del cosmos, desconoce al Padre celestial, intenta o imagina para ella sola, en sustitución del Padre verdadero, una especie de padre simulado. Este es el antímimo del espíritu, en el cual intenta la psiquis autodescubrirse como una unidad personal inscrita en el tiempo y en la dimensión. Podría decirse que en cierto modo, el alma imagina y fomenta con el apoyo de la memoria que favorece una sensación de continuidad, un yo personal al que ve como totalidad de todos los componentes de conciencia que en ella confluyen. Merced a la acción de la memoria, estos componentes que se suceden unos a otros como imágenes no se dispersan, y dan ocasión a que no crezca la desapacible experiencia de un vacío psíquico, como es la verdad.

El personaje así creado —y cito aqui el Libro secreto de Juan (Apócrifo de João - Apócrifo de Juan), obra gnóstica que dedica muchas líneas a explicar el antímimo— es la obra exclusiva de matéria, oscuridad y deseo. Este es el espíritu adversario, el Adversario del Padre Celestial, el adversario incorporado a la interioridad del hombre y por eso mismo, tan difícil de vencer, no por debilidad del Padre, sino por flaqueza del alma. El texto agrega en síntesis última de la configuración del hombre: Tal es la prisión [2], y de cierto, prisión es para el alma no despierta que fia en el adversario, que como decía el apóstol Pedro con llaneza: ronda como león rugiente y busca a quién devorar (Cf. 1P 5, 8).

El autor del Apócrifo de Juan describe algunas particularidades y consecuencias del antímimo del espíritu. Dice, que una vez el antímimo entra en ellos (en las almas) son seducidos por él y se extravian (Cf. A. J. 67, 15). El extravio, significa para el gnóstico impedir a las almas que reconozcan su perfección (A. J. 56, 15), y lo que quiere decir con esto es que el antímimo sume al alma en la idea de ser un yo particular, pequeno, individualizado, es decir, en la opinión de ser un ente psicosomático al que denomina personalidad y que se nutre de todos los azares acumulados de la vida temporal. Pero esta temporalidad, es una isla, un centro falso, inventado, dentro del cual se cree el alma inexperta que permanece cautiva, quejándose a veces con amargura de sus paredes de humo que no intenta quebrar porque piensa que son de hierro. Además, el alma cuida su cárcel porque estima que ella es su propia vida, cuando en verdad es una antimímesis, una imitación de la vida absoluta y eterna del todo, esa vida que le da el espíritu como enviado oculto de Cristo.

El autor gnóstico explica esta enfermedad común de las almas: Cuando el antímimo del espíritu se multiplica (cuando crece en importancia en las almas), éstas tropiezan y no conocen el todo (Aj. 68, 15).

Entre su mucha información acerca del antímimo, agrega el gnóstico algo que interesa ahora destacar: El antímimo —dice— permanece fuera del alma, siendo una veste para ella, semejante a ella en cualquier especie, como una vaina de veste fuera de ella [3].

Esta vestidura que está fuera del alma, la define el autor como algo que el alma toma consigo y lo considera inseparable de sí misma. Con todo esto se refiere, sin duda, al yo, que el alma nombra cuando dice yo, y que cree que no puede apartar de sí misma, pues la tiene como una vestidura inseparable, sin recambio. Y si se dice que es semejante al alma, es porque el yo psicológico, que es una creación de la psiquis, se desenvuelve en la misma región de conciencia que la psiquis que lo crea.

En cuanto a la acción que el autor atribuye al antímimo, está en enemistad con el alma, puesto que los intereses de ella van en la busca de perfección, y el antímimo, limitado, encerrado en sus estrecheces egocêntricas: Será su enemigo (del alma) y hará que ella desee todas las cosas del Cosmos.


El antimimo - antímimo, el Adversario, ese falso padre erigido por la ignorancia, se yergue como un revestimiento, como un companero del alma y parece caminar por sus mismas vias, pero la verdad es que la desvia hacia el aislamiento y el dolor. El Adversario construye para el alma, en su casa y como enemigo de ella, un infierno verdadero en el que yace en cautiverio su única víctima: el alma.

Observações

[1Hay que recordar que según Mi 7, 6, el hijo hiere al padre. También en Le 12, 53 y en Ts 16, quien se enfrenta con el padre es el hijo.

[2Apócrifo de João - Apócrifo Juan 55, 5. Son muchos los escritos de los primeros siglos cristiarios en donde aparecen referencias al antímimo del espíritu (el espíritu suplente); pero en especial viene un estúdio detallado del antímimo en el Libro secreto de Juan (También llamado Apócrifo de João - Apócrifo Juan). Este documento suele situarse en los comienzos del siglo II. En Biblioteca de Nag Hammadi - Nag-Hamadi se han encontrado três copias de este escrito, pero nosotros tomamos aqui de otra versión breve, descubierta en fecha anterior. La del papiro Berolinensis 8502. (Cf. el resumen de Henri-Charles Puech - Puech, H. Ch., The Apocryphon of John, en N. T. Apocrypha I).

[3Livros do Salvador, pag. 338.