Página inicial > Termos e noções > Setimo Termo

Setimo Termo

quinta-feira 25 de janeiro de 2024

  

René Guénon: Guenon Sete Raios - OS SETE RAIOS E O ARCO-ÍRIS

Para resolver la cuestión del séptimo término que debe realmente agregarse a los seis colores para completar el septenario, es menester que nos refiramos a la representación geométrica de los "sete raios - siete rayos", tal como la hemos explicado en otra oportunidad, por las direções do espaço - seis direcciones del espacio, que forman la cruz de tres dimensiones, y por el centro mismo de que esas direcciones emanan. Importa señalar ante todo las estrechas similitudes de esta representación con la que acabamos de indicar para los colores: como éstos, las seis direcciones se oponen dos a dos, según tres rectas que, extendiéndose de una a otra parte del centro, corresponden a las direções - tres dimensiones del espacio; y, si se quiere dar una representación plana, evidentemente no se puede sino figurarlas por tres diámetros que forman la rueda de seis rayos ( esquema general del "crisma" y de los otros diversos símbolos equivalentes ); ahora bien: esos diámetros son los que unen los vértices opuestos de los dos triángulos del "Selo de Salomão - sello de Salomón", de modo que las dos representaciones en realidad se identifican [1]. Resulta de aquí que el séptimo término deberá desempeñar, con respecto a los seis colores, el mismo papel que el centro con respecto a las seis direcciones; y, en efecto, se situará también en el centro del esquema, es decir, en el punto donde las oposiciones aparentes, que en realidad no son sino complementarismos, se resuelven en la unidad. Esto equivale a decir que ese séptimo término no es un color, así como el centro no es una dirección, pero que, como el centro es el principio de que procede todo el espacio con las seis direcciones, así también dicho término debe ser el principio de que derivan los seis colores y en el cual están sintéticamente contenidos. No puede ser, pues, sino el branco - blanco, que es, efectivamente, "incoloro", como el ponto - punto es "sin dimensiones"; no aparece en el arco iris, así como tampoco el "sétimo raio - séptimo rayo" aparece en una representación geométrica; pero todos los colores no son sino el producto de una diferenciación de la branco - luz blanca, así como las direcciones del espacio no son sino el desarrollo de las posibilidades contenidas en el ponto - punto primordial.

El verdadero septenario, pues, está formado aquí por la branco - luz blanca y los seis colores en los cuales se diferencia; y va de suyo que el séptimo término es en realidad el primero, puesto que es el principio de todos los demás, los cuales no podrían tener sin él existencia alguna; pero es también el último, en el sentido de que todos retornan finalmente a él: la reunión de todos los colores reconstituye la branco - luz blanca que les ha dado nacimiento. Podría decirse que, en un septenario así constituido, uno está en el centro y seis en la circunferencia; en otros términos, tal septenario está formado por la unidad y el senario, correspondiendo la unidad al principio no-manifestado y el senario al conjunto de la manifestación. Podemos establecer una vinculación entre esto y el simbolismo de la "semana" en el Génesis hebreo, pues también aquí el séptimo término es esencialmente diferente de los otros seis: la Creación, en efecto, es la "Relato dos Seis Dias - obra de los seis días" y no de los siete; y el séptimo día es el del "reposo". Este séptimo término, que podría distinguirse como "término sabático", es verdaderamente también el primero, pues tal "reposo" no es sino el retorno del Principio creador al estado inicial de no-manifestación, estado del cual, por lo demás, no ha salido sino en apariencia, con respecto a la creación y para producirla según el ciclo senario, pero sin salir nunca de él en realidad, considerado en sí mismo. Así como el punto no es afectado por el despliegue del espacio, aunque parezca salir de sí mismo para describir en él las seis direcciones, ni la branco - luz blanca lo es por la irradiación del arco iris, aunque parezca dividirse en él para formar los seis colores, del mismo modo el Principio no-manifestado, sin el cual la manifestación no podría ser en modo alguno, aunque parezca actuar y expresarse en la "obra de los seis días" no es empero afectado en absoluto por esa manifestación; y el "sétimo raio - séptimo rayo" es la "Vía" por la cual el ser, habiendo recorrido el cielo de la manifestación, retorna a lo não-manifestado - no-manifestado y se une efectivamente al Principio, del cual, empero, en la manifestación misma, jamás ha estado separado sino en modo ilusorio.


Observações

[1Señalemos además que podría considerarse una indefinido - multitud indefinida de direcciones, haciendo intervenir todas las direcciones intermedias, las cuales corresponden así a los matices intermedios entre los seis colores principales; pero no cabe considerar distintamente sino las seis direcciones "orientadas" que forman el sistema de coordenadas ortogonales al cual todo el espacio está referido y por el cual está en cierto modo "mensurado" íntegramente; a este respecto también, la correspondencia entre las seis direcciones y los seis colores es, pues, perfectamente exacta.