Perenialistas
René Guénon: Guenon Zodiaco - O ZODÍACO E OS PONTOS CARDEAIS

Tales razones se fundan esencialmente en el hecho de que el plano tradicional de la cidade - ciudad es una imagen del Zodíaco - Zodiaco; y se encuentra inmediatamente así la correspondencia de los pontos cardeais - puntos cardinales con las estações do ano - estaciones; en efecto, como lo hemos explicado en otra oportunidad, el solstício de inverno - solsticio de invierno, corresponde al norte, el equinócio da primavera - equinoccio de primavera al leste - este, el solstício de verão - solsticio de verano al sul - sur, y el equinócio de outono - equinoccio de otoño al oeste. En la división en "cuarteles" o "barrios", cada uno de éstos deberá, naturalmente, corresponder al conjunto formado por tres de los zodíaco - doce signos zodiacales: uno de los signos solsticiales o equinocciales, que pueden llamarse signos "cardinales", y los dos signos adyacentes a él. Habrá, pues, tres signos comprendidos en cada "cuadrante" si la forma del recinto es circular, o en cada lado si es cuadrangular; esta segunda forma es, por otra parte, más apropiada para una cidade - ciudad, porque expresa una idea de estabilidade - estabilidad que conviene a un establecimiento fijo y permanente, y también porque aquello de que se trata no es el zodíaco - Zodiaco celeste mismo, sino solo una imagen y como una suerte de proyección terrestre de él. A este respecto, recordaremos incidentalmente que, sin duda por razones análogas, los antiguos astrólogos trazaban sus horóscopos en forma cuadrada, en la cual cada lado estaba ocupado también por tres signos zodiacales; volveremos a encontrar esta disposición, además, en las consideraciones que siguen [1].

Según lo que acabamos de decir, se ve que la repartición de las castas en la cidade - ciudad sigue exactamente la marcha del ciclo anual, que normalmente comienza en el solstício de inverno - solsticio de invierno; cierto es que algunas tradiciones hacen principiar el año en otro punto solsticial o equinoccial, pero se trata entonces de formas tradicionales en relación más particular con ciertos períodos cíclicos secundarios; la cuestión no se plantea para la tradición hindú, que representa la continuación más directa de la tradição primordial - tradición primordial y que además insiste muy especialmente en la división del ciclo anual en sus dos mitades, ascendente y descendente, las cuales se abren, respectivamente, en las dos portas solsticiais - «puertas» solsticiales de invierno y verano, punto de vista que puede llamarse propiamente fundamental a este respecto. Por otra parte, el norte, considerado como el punto más elevado (úttara) y correspondiente también al punto de partida de la tradición, conviene naturalmente a los brâmanes   - brahmanes; los kshatriya - kshátriya se sitúan en el punto inmediato siguiente de la correspondencia cíclica, es decir, en el leste - este, lado del sol levante; de la comparación de ambas posiciones, podría inferirse legítimamente que, mientras que el carácter del sacerdócio - sacerdocio es "polar" el de la realeza es "solar", lo cual se vería confirmado también por muchas otras consideraciones simbólicas; y quizá, incluso, ese carácter "solar" no deje de estar en relación con el hecho de que los Avatar - Avatára de los tiempos "históricos" procedan de la casta de los kshatriya - kshátriya. Los vaiçya, ubicados en el tercer lugar, se sitúan en el sul - sur, y con ellos termina la sucesión de las castas de los "nacidos dos veces"; no queda para los çûdra sino el oeste, que en todas partes se considera como el lado de la obscuridade - oscuridad.