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quinta-feira 25 de janeiro de 2024

  

Perenialistas
René Guénon: Guenon Luz - LUZ OU MORADA DA IMORTALIDADE

Cerca de Guenon Luz - Luz, hay, se dice, un almendro (llamado también Guenon Luz - luz en hebreo) en cuya base hay una oquedad por la que se penetra en un subterráneo [1]; y este subterráneo conduce a la ciudad misma, que está enteramente oculta. La palabra Luz, en sus diversas acepciones, parece, por lo demás, derivada de una raíz que designa todo lo que está oculto, cubierto, envuelto, silencioso, secreto; y hay que notar que las palabras que designan el Cielo tienen primitivamente la misma significación. Ordinariamente se relaciona coelum al griego koilon, «oquedad» (lo que puede tener también una relación con la caverna, tanto más cuanto que Varrón indica esa relación en estos términos: A cavo coelum); pero es menester precisar también que la forma más antigua y más correcta parece ser caelum, que recuerda muy de cerca a la palabra caelare, literalmente «ocultar». Por otra parte, en sánscrito, Varuna viene de la raíz var, «cubrir» (lo que es igualmente el sentido de la raíz kal a la que se vincula el latín celare, otra forma de caelare, y su sinónimo griego kaluptein) [2]; y el griego Ouranos no es más que otra forma del mismo nombre, puesto que var se cambia fácilmente en ur. Así pues, estas palabras pueden significar «lo que se cubre» [3], «lo que se oculta» [4], pero también «lo que está oculto», y este último sentido es doble: es lo que está oculto a los sentidos, es decir, el dominio suprasensible, y es también, en los periodos de ocultamiento o de oscurecimiento, la tradición que cesa de estar manifestada exterior y abiertamente, deviniendo entonces el «mundo celeste» el «mundo subterráneo».


Observações

[1En las tradiciones de algunos pueblos de América del Norte, se habla también de un árbol por el que hombres que vivían primitivamente en el interior de la tierra habrían llegado a la superficie, mientras que otros hombres de la misma raza habrían permanecido en el mundo subterráneo. Es verosímil que Bulwer-Lytton se haya inspirado en estas tradiciones en La Raza futura (The Coming Race). Una nueva edición lleva el título: La Raza que nos exterminará.

[2De la misma raíz kal derivan otras palabras latinas, como caligo y quizás también el compuesto occultus. Por otro lado, es posible que la forma caelare provenga originariamente de una raíz diferente caed, que tiene el sentido de «cortar» o «dividir» (de donde también caedere), y por consiguiente los de «separar» y «ocultar»; pero, en todo caso, las ideas expresadas por estas raíces están, como se ve, muy cerca unas de otras, lo que ha podido llevar fácilmente a la asimilación de caelare y de celare, incluso si estas dos formas son etimológicamente independientes.

[3El «Techo del Mundo», asimilable a la «Tierra celeste» o «Tierra de los Vivos», tiene, en las tradiciones del Asia central, relaciones estrechas con el «Cielo Occidental» donde reina Avalokitêshwara. - A propósito del sentido de «cubrir», es menester recordar también la expresión masónica de «estar a cubierto»: el techo estrellado de la Logia representa la bóveda celeste.

[4Es el velo de Isis o de Neith en los Egipcios, el «velo azul» de la Madre universal en la tradición extremo oriental (Tao Te Ching 6 - TAO TE CHING, cap. VI); si se aplica este sentido al cielo visible, se puede encontrar en él una alusión al papel del simbolismo astronómico que oculta o revela las verdades superiores.