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Guénon (HDV:16) – Mandukya Upanixade - OM

quarta-feira 14 de setembro de 2022

  

tradutor (?)

«Este Atma es representado por la sílaba ( por excelencia ) Om, que a su vez es representada por caracteres ( mâtrâs ), ( de tal suerte que ) las condiciones ( de Atma ) son las mâtrâs ( de Om ), e ( inversamente ) las mâtrâs ( de Om ) son las condiciones ( de Atma ): son A, U y M».

«Vaishwânara, cuya sede está en el estado de vigilia, es ( representado por ) A, la primera mâtrâ, porque es la conexión ( âpti, de todos los sonidos, puesto que el sonido primordial A, que es emitido por los órganos de la palabra en su posición natural, está como inmanente en todos los demás, que son sus modificaciones diversas y que se unifican en él, del mismo modo que Vaishwânara está presente en todas las cosas del mundo sensible y constituye su unidad ), así como porque es el comienzo ( âdi, a la vez del alfabeto y del monosílabo Om, como Vaishwânara es la primera de las condiciones de Atma y la base a partir de la cual, para el ser humano, debe cumplirse la realización metafísica ). El que conoce esto obtiene en verdad ( la realización de ) todos sus deseos ( puesto que, por su identificación con Vaishwânara, todos los objetos sensibles devienen dependientes de él y parte integrante de su propio ser ), y deviene el primero ( en el dominio de Vaishwânara o de Virâj, de quien se hace el centro en virtud de este conocimiento mismo y por la identificación que implica cuando es plenamente efectivo )».

«Taijasa, cuya sede está en el estado de sueño, es ( representado por ) U, la segunda mâtrâ, porque es la elevación ( utkarsha, del sonido a partir de su modalidad primera, como el estado sutil es, en la manifestación formal, de un orden más elevado que el estado grosero ), así como porque participa de los dos ( ubhaya, es decir, que, por su naturaleza y por su posición, es intermediaria entre los dos extremos del monosílabo Om, del mismo modo que el estado de sueño es intermediario, sandhyâ entre la vigilia y el sueño profundo ). El que conoce esto avanza en verdad en la vía del Conocimiento ( por su identificación con Hiranyagarbha ) y ( al estar así iluminado ) está en armonía ( samâna, con todas las cosas, ya que considera el Universo manifestado como la producción de su propio conocimiento, que no puede ser separado de él mismo ), y ninguno de sus descendientes ( en el sentido de «posteridad espiritual» ) [1] será ignorante de Brahma».

«Prâjna cuya sede está en el estado de sueño profundo, es ( representado por ) M, la tercera mâtrâ, porque es la medida ( miti, de las otras dos mâtrâs, como, en una relación matemática, el denominador es la medida del numerador ), así como porque es la conclusión ( del monosílabo Om, considerado como encerrando la síntesis de todos los sonidos, y del mismo modo que lo no manifestado contiene, sintéticamente y en principio, todo lo manifestado con sus diversos modos posibles, y como esto, a su vez, puede considerarse como entrando en lo no manifestado, de lo que jamás se ha distinguido más que de una manera contingente y transitoria: la causa primera es al mismo tiempo la causa final, y el fin es necesariamente idéntico al principio ) [2]. El que conoce esto mide en verdad este todo ( es decir, el conjunto de los «tres mundos» o de los diferentes grados de la Existencia universal, cuyo «determinante» es el Ser puro ) [3], y deviene la conclusión ( de todas las cosas, por la concentración en su propio Sí mismo o su personalidad, donde se encuentran, «transformadas» en posibilidades permanentes, todos los estados de manifestación de su ser )» [4].

«El Cuarto es «no-caracterizado» ( amâtra, y por consiguiente incondicionado ); es no actuante ( avyavahârya ), sin ningún rastro del desarrollo de la manifestación ( prapancha-upashama ), todo Beatitud y sin dualidad ( Shiva Adwaita ): Eso es Omkâra ( el monosílabo sagrado considerado independientemente de sus mâtras ), eso ciertamente es Atma ( en Sí mismo, fuera e independientemente de toda condición o determinación cualquiera, comprendida la determinación principal que es el Ser mismo ). El que conoce esto entra en verdad en su propio «Sí mismo» por medio de este mismo «Sí mismo» ( sin ningún intermediario de cualquier orden que sea, sin el uso de ningún instrumento tal como una facultad de conocimiento, que no puede alcanzar más que un estado del «Sí mismo», y no a Paramâtmâ, el «Sí mismo» supremo y absoluto )» [5].

Original

« Cet Âtmâ est représenté par la syllabe (par excellence) Om, qui à son tour est représentée par des caractères (mâtrâs), (de telle sorte que) les conditions (d’Âtmâ) sont les mâtrâs (d’Om), et (inversement) les mâtrâs (d’Om) sont les conditions (d’Âtmâ) : ce sont A, U et M.

« Vaishwânara, dont le siège est dans l’état de veille, est (représenté par) A, la première mâtrâ, parce qu’elle est la connexion (âpti, de tous les sons, le son primordial A, celui qui est émis par les organes de la parole dans leur position naturelle, étant comme immanent dans tous les autres, qui en sont des modifications diverses et qui s’unifient en lui, de même que Vaishwânara est présent dans toutes les choses du monde sensible et en fait l’unité), aussi bien que parce qu’elle est le commencement (âdi, à la fois de l’alphabet et du monosyllabe Om, comme Vaishwânara est la première des conditions d’Âtmâ et la base à partir de laquelle, pour l’être humain, doit s’accomplir la réalisation métaphysique). Celui qui connaît ceci obtient en vérité (la réalisation de) tous ses désirs (puisque, par son identification avec Vaishwânara, tous les objets sensibles deviennent dépendants de lui et partie intégrante de son propre être), et il devient le premier (dans le domaine de Vaishwânara ou de Virâj, dont il se fait le centre en vertu de cette connaissance même et par l’identification qu’elle implique lorsqu’elle est pleinement effective).

« Taijasa, dont le siège est dans l’état de rêve, est (représenté par) U, la seconde mâtra, parce qu’elle est l’élévation (utkarsha, du son à partir de sa modalité première, comme l’état subtil est, dans la manifestation formelle, d’un ordre plus élevé que l’état grossier), aussi bien que parce qu’elle participe des deux (ubhaya, c’est-à-dire que, par sa nature et par sa position, elle est intermédiaire entre les deux éléments extrêmes du monosyllabe Om, de même que l’état de rêve est intermédiaire, sandhyâ, entre la veille et le sommeil profond). Celui qui connaît ceci avance en vérité dans la voie de la Connaissance (par son identification avec Hiranyagarbha), et (étant ainsi illuminé) il est en harmonie (samâna, avec toutes choses, car il envisage l’Univers manifesté comme la production de sa propre connaissance, qui ne peut être séparée de lui-même), et aucun de ses descendants (au sens de « postérité spirituelle ») ne sera ignorant de Brahma.

« Prâjna, dont le siège est dans l’état de sommeil profond, est (représenté par) M, la troisième mâtrâ, parce qu’elle est la mesure (miti, des deux autres mâtrâs, comme, dans un rapport mathématique, le dénominateur est la mesure du numérateur), aussi bien que parce qu’elle est l’aboutissement (du monosyllabe Om, considéré comme renfermant la synthèse de tous les sons, et de même le non-manifesté contient, synthétiquement et en principe, tout le manifesté avec ses divers modes possibles, et celui-ci peut être considéré comme rentrant dans le non-manifesté, dont il ne s’est jamais distingué que d’une façon contingente et transitoire : la cause première est en même temps la cause finale, et la fin est nécessairement identique au principe). Celui qui connaît ceci mesure en vérité ce tout (c’est-à-dire l’ensemble des « trois mondes » ou des différents degrés de l’Existence universelle, dont l’Être pur est le « déterminant »), et il devient l’aboutissement (de toutes choses, par la concentration dans son propre Soi ou sa personnalité, où se retrouvent, « transformés » en possibilités permanentes, tous les états de manifestation de son être).

« Le Quatrième est « non-caractérisé » (amâtra, donc inconditionné) ; il est non-agissant (avyavahârya), sans aucune trace du développement de la manifestation (prapancha-upashama), toute Béatitude et sans dualité (Shiva Adwaita) : cela est Omkâra (le monosyllabe sacré considéré indépendamment de ses mâtrâs), cela assurément est Âtmâ (en Soi, en dehors et indépendamment de toute condition ou détermination quelconque, y compris la détermination principielle qui est l’Être même). Celui qui connaît ceci entre en vérité dans son propre « Soi » par le moyen de ce même « Soi » (sans aucun intermédiaire de quelque ordre que ce soit, sans l’usage d’aucun instrument tel qu’une faculté de connaissance, qui ne peut atteindre qu’un état du « Soi », et non Paramâtmâ, le « Soi » suprême et absolu) ».


[1En razón de la identificación con Hiranyagarbha, este sentido tiene aquí una relación más particular con el «Huevo del Mundo» y con las leyes cíclicas.

[2Para comprender el simbolismo que acaba de ser indicado, es menester considerar que los sonidos de A y de U se unen en el de O, y que éste llega a perderse en cierto modo en el sonido nasal final de M, sin ser destruido no obstante, sino prolongándose al contrario indefinidamente, hasta devenir indistinto e imperceptible. — Por otra parte, las formas geométricas que corresponden respectivamente a las tres mâtrâs son una línea recta, una semicircunferencia ( o más bien un elemento de espiral ) y un punto: la primera simboliza el despliegue completo de la manifestación; la segunda, un estado de envolvimiento relativo en relación a ese despliegue, pero no obstante todavía desarrollado o manifestado; la tercera, el estado informal y «sin dimensiones» o condiciones limitativas especiales, es decir, lo no manifestado. Se destacará también que el punto es el principio primordial de todas las figuras geométricas, como lo no manifestado lo es de todos los estados de manifestación, y que, en su orden, es la unidad verdadera e indivisible, lo que hace de él un símbolo natural del Ser puro.

[3Si no estuviera fuera de propósito aquí, habría que desarrollar consideraciones lingüísticas interesantes sobre la expresión del Ser concebido como «sujeto ontológico» y «determinante universal»; diremos solamente que, en hebreo, el nombre divino El se refiere a ello más particularmente. — Este aspecto del Ser es designado por la tradición hindú como Swayambhû, «el que subsiste por Sí mismo»; en la teología cristiana, es el Verbo Eterno considerado como el «lugar de los posibles»; el símbolo extremo oriental del Dragón se refiere igualmente a él.

[4Es solamente en este estado de universalización y no en el estado individual, donde se podría decir verdaderamente que «el hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en tanto que son, y de las que no son en tanto que no son», es decir, metafísicamente, de lo manifestado y de lo no manifestado, aunque, en todo rigor, no se pueda hablar de una «medida» de lo no manifestado, si se entiende por eso la determinación por condiciones especiales de existencia, como las que definen cada estado de manifestación. Por otra parte, no hay que decir que el sofista griego Protágoras, a quien se atribuye la fórmula que acabamos de reproducir transponiendo su sentido para aplicarla al «Hombre Universal», ha estado ciertamente muy lejos de elevarse hasta esta concepción, de suerte que, al aplicarla al ser humano individual, con ello no entendía expresar más que lo que los modernos llamarían un «relativismo» radical, mientras que, para nos, se trata evidentemente de algo muy diferente, como lo comprenderán sin esfuerzo los que saben cuáles son las relaciones del «Hombre Universal» con el Verbo Divino ( Cf. concretamente San Pablo, I Epístola a los Corintios, XV ).

[5Mândûkya Upanishad, shrutis 8 a 12. — Sobre la meditación de Om y sus efectos en órdenes diversos, en relación con los tres mundos, pueden encontrarse otras indicaciones en la Prashna Upanishad, 5 Prashna, shrutis 1 a 7. Cf. también, Chhândogya Upanishad, 1er Prapâthaka, 1er, 4 y 5 Khandas.