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Chenique Mistérios Cristãos

segunda-feira 28 de março de 2022

  

Excertos em versão em espanhol de «Le Culte de la Vierge ou La Métaphysique au féminin.

Recordemos una vez más que, según su etimología, el «misterio» es lo «inexpresable», y no lo incomprensible. El «misterio» es lo «inexpresable» en primer lugar por que no se debe «echar las perlas a los puercos» ni «profanar» lo sagrado, pero sobre todo porque las palabras humanas son impotentes para traducir de una manera adecuada las verdades «sobre-naturales». Estas no pueden ser «asentidas» más que en una instrucción iniciática hecha «de boca a oído» [1] con la ayuda de «símbolos» apropiados, y porque finalmente, estas verdades deben ser «realizadas» ontológicamente, y no solamente percibidas especulativamente, y esto con la ayuda de los mismos símbolos.

Los «misterios» de la vida de Cristo y de la Virgen son los «temas» fundamentales cuya meditación es siempre necesaria para realizar la «conformidad» a imagen del Hijo de la que habla San Pablo  . Estos misterios crísticos y mariales se han resumido en los 15 misterios del Rosario, repartidos en misterios gozosos, dolorosos y gloriosos.

A cada misterio del Rosario se le atribuye en general una o varias «virtudes». De una manera general, hay que entender por «virtud» una fuerza que realiza en el alma orante y contemplativa las «virtualidades» contenidas en los misterios, es decir que vuelve «reales» las «cualidades» de los personajes a los que se liga la meditación. Esto se opera en el alma, por la «virtud» (la fuerza) del Nombre de Jesús que se invoca en cada Ave del Rosario. Las virtudes son por lo tanto «aspectos» o «calidades» del Nombre divino que el alma busca realizar en si misma.

Mostraremos como los misterios de Cristo y de la Virgen revelan las tres vías espirituales de acción, amor y conocimiento, y se relacionan en definitiva con los seis temas fundamentales descritos más arriba.

Si se meditan los misterios del Rosario según la perspectiva de la acción, se pondrá interés sobre todo en el aspecto «moral» de las virtudes y en las aplicaciones más prácticas que se pueda hacer de ello. En la perspectiva del amor, el alma se aplica en la «virtudes espirituales» que son las «raíces» de las virtudes morales y son las «cualidades» divinas que ella debe realizar. En las perspectiva del conocimiento, el alma considera la misteriosa «transformación» de la que es objeto por la potencia de la gracia y la virtud del Nombre divino. Es, hablando con propiedad, el punto de vista de la «teología mística», aquella que estudia la «deificación» (theosis) en la que «el hombre se vuelve por gracia todo lo que Dios es por naturaleza». Está aquí el ámbito del «amor supremo» que coincide con el «conocimiento supremo».

A pesar de que cada categoría de misterios (gozosos, dolorosos y gloriosos) puede ser meditada según las tres perspectivas, los misterios gozosos se relacionan más directamente con la «acción», los misterios dolorosos con el «amor» y los misterios gloriosos con el «conocimiento». Es por eso que estas categorías de misterios presentan un orden de dificultad creciente en la meditación. Si los misterios gozosos son, en principio, accesibles a todo hombre, como lo es el «trabajo», los misterios dolorosos revelan más particularmente el «amor heroico» y los misterios gloriosos el «amor supremo» o el «conocimiento supremo». Se puede decir además que en los misterios dolorosos, el acento está puesto en la «unión»: se busca imitar al amado, sufrir las penas como él y reparar las ofensas de las que él es objeto. En los misterios gloriosos, el acento está puesto en la «unidad»; en la «unión» se es dos; en la «unidad» ya no se es más que uno, como en el «amor supremo» o en el «conocimiento supremo». La «unión» es Dios y yo; la «unidad» es «Yo soy El que es, tu eres el que no es» [2].



Ver online : François Chenique


[1Hemos resumido brevemente en los dos últimos parágrafos la enseñanza de Frithjof Schuon sobre las vías espirituales y sobre los temas fundamentales de meditación. Remitimos a nuestros lectores a sus obras: ellos encontrarán en las obras más abajo amplios desarrollos y precisiones técnicas sobre los métodos de meditación:

  •  «Schuon Olhos - EL OJO DEL CORAZÓN», 4ª parte: «Sobre los modos de realización espiritual» pag. 157 a183 (de la edición francesa); «Sobre la Meditación», pag. 208 a 221 (de la edición francesa).
  •  «Schuon Perspectivas Espirituais Fatos Humanos - PERSPECTIVAS ESPIRITUALES Y HECHOS HUMANOS», Capítulo V, Conocimiento y Amor; Capítulo VI, «Sobre las virtudes espirituales».
  •  «Schuon Caminhos Gnose - SENDEROS DE GNOSIS»: Misterios crísticos y virginales, pag. 148 a 156 (de la edición francesa).
  •  «Schuon Estações de Sabedoria - LAS ESTACIONES DE LA SABIDURÍA», pag 191-203 (de la edición francesa).
  • [2Son estas palabras bien conocidas de Cristo a santa Catalina de Siena. Estas palabras reciben a menudo una interpretación sicológica que las vacía de su contenido. El individuo humano acepta ser poca cosa, incluso encuentra en ello las satisfacciones malsanas de la humildad sicológica que acompañan al sentimiento de no ser nada. Estas palabras son altamente iniciáticas y metafísicas, o místicas en el sentido definido en el capitulo I (se refiere al libro del que está extraído este fragmento: "Le culte de la Vierge". NDR). Ellas indican que lo finito es nada con relación a lo Infinito y recuerdan que en la vida espiritual, el «ego» debe desaparecer. Solo aquel que ha llegado al «estado sin ego» puede legítimamente atribuirse las celebres palabras de san Pablo: «No soy yo quien vivo, sino Cristo que vive en mí» (Gal. 2,20).