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Ibn Arabi / Ibn al-’Arabī / Muhyi-d-dîn ibn ’Arabî / El-Arabi / Abenarabi

  

« Cheikh al-Akbar » (« o grandíssimo mestre », en arabe), ou encore « Ibn Aflatun » (« o filho de Platão ») (1165-1240)

OBRA NA INTERNET: LIBRARY GENESIS; ARCHIVE

Site (quase) oficial: IBN ARABI SOCIETY. Associação voltada à divulgação dos trabalhos de e sobre Ibn Arabi.


Burckhardt

O sufi Abu Bakr Muhammad   ibn al-Arabi, da tribo árabe de Hatim at-Tai, nasceu no ano de 560 da hégira (o ano 1165 da era cristã) em Murcia na Andalusia; morreu em 638 (1240 DC) em Damasco. Nos meios esoteristas do Islã intitula-se muhyi-d-din, o "vivificador da religião", e ash-sheikh al-akbar, "o maior mestre". Sua obra doutrinária se impõe por sua profundidade e por sua síntese, da mesma forma que pela força incisiva de certas formulações, que se referem aos aspectos mais elevados do Sufismo. Os livros e os tratados do mestre foram numerosos; a maior parte dentre eles parecem definitivamente perdidos; entre estes que subsistem, os Futuhat al-Makkiyah ("As Revelações de Meca") e os Fusus al-Hikam   ("A Sabedoria dos Profetas") são os mais célebres. A primeira destas duas obras constitui uma espécie de soma das ciências esotéricas; a segunda, é frequentemente considerada como o testamento espiritual do mestre, que a redigiu no ano 627 da hégira (1229 DC) em Damasco.

Roberto Pla

Muhiyuddin Ibn El-Arabi, llamado entre los árabes «el más grande de los maestros espirituales», nació en Murcia en el ano 1164 (murió en Damasco en 1240), cuando hacía más de cuatrocientos anos que gran parte de Espana era un país árabe. Entre sus sobrenombres figura el de «el Andaluz» y también el de «El vivificador de la Religión», significado de su nombre de pila, Muhiyuddin, y no cabe duda de que ha sido uno de los españoles más insignes y que ha ejercido una influencia metafisico-religiosa más profunda en los ambientes islâmicos y cristianos. Entre los árabes se dice que no ha habido poesia amorosa superior a la suya y ningún otro sufi ha impresionado tanto a los teólogos islâmicos ortodoxos, merced al significado profundo de su obra.

Según se dice, la entrada de El-Arabi en el sufismo se debió a su padre, que estaba en contacto con Abdul-Quadir Jilani, el llamado Sultán de los Amigos (1077-1166). El padre de El-Arabi le procuro la mejor educación posible y así, siendo adolescente, fue a Lisboa donde estúdio leyes y teologia islâmica y luego se traslado a Sevilla, donde aprendió el Corán y las tradiciones con los mejores maestros de su época. En Córdoba asistió a las clases del gran jeque El-Sharrat y se distinguió en jurisprudência. Durante todo este período dio muestras de una capacidad intelectual muy superior a la de sus compañeros y sus horas libres las pasaba casi exclusivamente con los sufíes. Pronto comenzó a escribir poesia y durante los treinta anos que vivió después en Sevilla, una vez terminados sus estúdios, cultivo la poesia y la elocuencia, llegando a ser considerado como la primera figura de aquel elevado centro cultural.

En ciertos aspectos El-Arabi se asemeja a El-Ghazali (1058-1111). Como él procedia de una familia sufi y como él consiguió influir en el pensamiento Occidental. Pero mientras Ghazali había dominado primero el escolasticismo islâmico, para volverse más tarde hacia el sufismo, El-Arabi estuvo siempre en contacto con la escondida corriente sufi. Ghazali concilio el islamismo con el sufismo, haciendo comprender a muchos que esto último no era una herejía, sino un significado recôndito de la religión. Mas la misión de El-Arabi fue crear una verdadera literatura sufi y daria a conocer para que los que quisieran pudieran entrar en el espíritu del sufismo.

Hemos dicho que El-Arabi extendió su influencia hasta el orbe   Cristiano. Además de los místicos cristianos españoles posteriores, recibieron esta influencia hombres como Dante   y como Raimundo Lulio  . De Dante afirman los sufies [1] que «tomó la obra de El-Arabi y la cristalizo dentro de un marco de excelsa poesia». En cuanto a Lulio, tomó material de El-Arabi para explicar la importancia de ciertos ejercicios y experiencias de carácter místico.

Otro detalle interesante de la vida de El-Arabi se refiere a sus experiencias místicas. Trabajó bajo la dirección de la sufi española Fátima Walyya y experimento, según dice, estados psíquicos muy importantes. En varias ocasiones se refiere a ellos en sus libros.

Parte de sus trabajos fueron escritos en trance y su significado no se le revelo a él mismo con claridad hasta algún tiempo después. Cuando tenía treinta y siete anos visito Ceuta, donde se hallaba la escuela de Ibn Sabain y allí tuvo una extraña visión o sueno en el que se le revelo su alto destino como difusor de la ciência sufi. Solía caer en un arrobamiento, o éxtasis, durante el cual era capaz de lograr el contacto con la realidad suprema, la que describía con ejemplos basados en las formas del mundo visible. Sus enseñanzas se derivaban de estas experiencias internas.


[1Cfr. IDRIES SHAH: «Los sufies», pág. 149 ed. Castellano. 10