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HDV: indriya

quinta-feira 1º de fevereiro de 2024

  

"Las diversas facultades de sensación y de acción (designadas por el término prâna en una acepción secundaria) son en número de once: cinco de sensación (buddhîndriyas o jn  ânendriyas, medios o instrumentos de conocimiento en su dominio particular), cinco de acción (karmêndriyas), y el sentido interno (manas). Allí donde se especifica un número mayor (trece), el término indriya se emplea en su sentido más extenso y más comprehensivo, al distinguir en el manas, en razón de la pluralidad de sus funciones, el intelecto (no en sí mismo y en el orden transcendente, sino en tanto que determinación particular en relación al individuo), la consciencia individual (ahankâra, de la que el manas no puede ser separado), y el sentido interno propiamente dicho (lo que los filósofos escolásticos llaman "sensorium commune"). Allí donde se menciona un número menor (ordinariamente siete), el mismo término se emplea en una acepción más restringida: así, se habla de siete órganos sensitivos, relativamente a los dos ojos, a las dos orejas, a los dos orificios de la nariz y a la boca o a la lengua (de suerte que, en este caso, se trata solo de las siete aberturas u orificios de la cabeza). Las once facultades mencionadas arriba (aunque designadas en su conjunto por el término prâna) no son (como los cinco vâyus, de los que hablaremos más adelante), simples modificaciones del mukhya-prâna o del acto vital principal (la respiración, con la asimilación que resulta de ella), sino principios distintos (desde el punto de vista especial de la individualidad humana)" (Brahma-Sûtras, 2º Adhyâya, 4º Pâda, sûtras 1 a 7.) . 138 HDV VIII

En cuanto a la palabra indriya, significa propiamente "poder", lo que es también el sentido primero de la palabra "facultad"; pero, por extensión, su significación, como ya lo hemos indicado, comprende a la vez la facultad y su órgano corporal, cuyo conjunto se considera como constituyendo un instrumento, ya sea de conocimiento (buddhi o jnâna, tomándose aquí estos términos en su acepción más amplia), o ya sea de acción (Karma), y que se designan así con una sola y misma palabra. Los cinco instrumentos de sensación son: las orejas o el oído (shrotra), la piel o el tacto (twach), los ojos o la vista (chakshus), la lengua o el gusto (rasana), la nariz o el olfato (ghrâna), que son enumerados así en el orden del desarrollo de los sentidos, que es el de los elementos (bhûtas) correspondientes; pero, para exponer en detalle esta correspondencia, sería necesario tratar completamente las condiciones de la existencia corporal, lo que no podemos hacer aquí. Los cinco instrumentos de acción son: los órganos de excreción (pâyu), los órganos generadores (upastha), las manos (pâni), los pies (pâda) y finalmente la voz o el órgano de la palabra (vâch) (Este término vâch es idéntico al latín vox.), que se enumera el décimo. El manas debe considerarse como el undécimo, que comprende por su propia naturaleza la doble función, puesto que sirve a la vez a la sensación y a la acción, y que, por consiguiente, participa en las propiedades de los unos y de los otros, que centraliza en cierto modo en sí mismo (Mânava-Dharma-Shâstra, 2º Adhyâya, shlokas 89 a 92.). 140 HDV VIII

En la condición de que se trata, Âtmâ, en tanto que Vaishwânara, toma consciencia del mundo de la manifestación sensible (considerado también como el dominio de ese aspecto del "No-Supremo" Brahma que se llama Virâj), y eso por diecinueve órganos, que se designan como otras tantas bocas, porque son las "entradas" del conocimiento para todo lo que se refiere a este dominio particular; y la asimilación intelectual que se opera en el conocimiento se compara con frecuencia simbólicamente a la asimilación vital que se efectúa por la nutrición. Estos diecinueve órganos (órganos que implican por lo demás las facultades correspondientes, conformemente a lo que hemos dicho de la significación general de la palabra indriya) son: los cinco órganos de sensación, los cinco órganos de acción, los cinco soplos vitales (vayûs), la "mente" o el sentido interno (manas), el intelecto (Buddi, considerado aquí exclusivamente en sus relaciones con el estado individual), el pensamiento (chitta), concebido como la facultad que da forma a las ideas y que las asocia entre ellas, y finalmente la consciencia individual (ahankâra); estas facultades son las que hemos estudiado precedentemente en detalle. Cada órgano y cada facultad de todo ser individual comprendido en el dominio considerado, es decir, en el mundo corporal, proceden respectivamente del órgano y de la facultad que se les corresponden en Vaishwânara, órgano y facultad de los que, en cierto modo, son uno de los elementos constituyentes, al mismo título que el individuo al que pertenecen es un elemento del conjunto cósmico, en el que, por su parte y en el lugar que le pertenece en propiedad (por el hecho de que es ese individuo y no algún otro), concurre necesariamente a la constitución de la armonía total (Esta armonía es también un aspecto del Dharma: es el equilibrio en el que se compensan todos los desequilibrios, el orden que está hecho de la suma de todos los desórdenes parciales y aparentes.). 194 HDV XII