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besta escarlate

quinta-feira 25 de janeiro de 2024

  

Perenialistas
René Guénon: Guenon Set - SHETH

Pero volvamos a los animales simbólicos del Set egipcio, entre los cuales está también el cocodrilo, lo que se explica de por sí, y el hipopótamo, en el cual algunos han querido ver el Behemôt del Job - Libro de Job, y acaso no sin cierta razón, aunque esa palabra (plural de behemáh, en árabe bahîrnah) sea propiamente una designación colectiva de todos los grandes cuadrúpedos [1]. Pero otro animal que, aunque pueda parecer muy extraño, tiene aquí por lo menos tanta importancia como el hipopótamo es el asno, y más en especial el asno de pelo rojo [2], que estaba representado como una de las entidades más temibles entre todas las que el difunto debía encontrar en el curso de su viaje de ultratumba, o, lo que esotéricamente es lo mismo, el iniciado en el curso de sus pruebas; ¿no sería ésa, más bien que el hipopótamo, la "bestia escarlata" del Apocalipsis? [3]. En todo caso, uno de los aspectos más tenebrosos de los misterios "tifónicos" era el culto del "dios de cabeza de asno", al cual, según es sabido, se acusó a los primeros cristianos de adherirse [4]; tenemos ciertas razones para creer que, en una u otra forma, ese culto se ha continuado hasta nuestros días, y algunos afirman, inclusive, que ha de durar hasta el fin del ciclo actual.

De este último punto, queremos sacar por lo menos una conclusión: al declinar una civilización, lo que persiste más tiempo es el lado más inferior de su tradición propia, el lado "magia - mágico" particularmente, lo que contribuye, por otra parte, debido a las desviaciones a que da origen  , a completar su ruina; es lo que, se dice, habría ocurrido con la Atlântida - Atlántida [5]. Eso es también lo único cuyos residuos han subsistido en el caso de civilizaciones que han desaparecido enteramente; la comprobación es fácil para Egipto, Caldea, e incluso para el druidismo; y sin duda el "fetichismo" de los pueblos negros tiene origen análogo. Podría decirse que la hechicería está formada por vestigios de las civilizaciones muertas; ¿será por eso que la serpiente, en las épocas más recientes, no ha conservado casi sino su significación maléfica, y que el Dragão - dragón, antiguo símbolo oriental del Verbo, no suscita ya sino ideas "diabólicas" en el espíritu de los modernos occidentales? [6].


Observações

[1La raíz baham o abham significa ‘ser mudo’ y también ‘estar oculto’; si el sentido general de Behemôt se vincula a la primera de estas dos ideas, la segunda puede evocar más especialmente al animal "que se oculta entre los juncos"; y aquí es también bastante curiosa la relación con el sentido de la otra raíz, satar, a que acabamos de referirnos.

[2Todavía otra extraña semejanza lingüística: en árabe, "asno" se dice hímar (en hebreo: hemôr), y "vermelho - rojo", áhmar; el "asno rojo" sería, pues, como la "serpente de bronze - serpiente de bronce", una especie de "pleonasmo" en simbolismo fónico.

[3En la India, el asno es la montura simbólica de Mudêvî, el aspecto infernal de la Shakti - Çakti.

[4El papel del asno en la tradición evangélica, cuando el nacimiento de Cristo, y cuando su entrada en Jerusalén, puede parecer en contradicción con el carácter maléfico que se le atribuye en casi todas las demás tradiciones; y la "festa do asno - fiesta del asno" que se celebraba en el Idade Média - Medioevo no parece haber sido explicada jamás de manera satisfactoria; nos guardaremos muy bien de arriesgar la menor interpretación sobre este tema tan oscuro. (Los dos puntos tocados en esta nota fueron tratados mucho más tarde por el autor, en un artículo "Guenon Carnaval - SOBRE LA SIGNIFICACIÓN DE LAS FIESTAS ‘CARNAVALESCAS’", en É. T., diciembre de 1945, que constituye aquí el capítulo siguiente. Parecerá curioso, sin embargo, que, aun mencionando los puntos en cuestión, R. Guénon lo haya hecho la primera vez de manera tan cuidadosamente limitada. La explicación podría buscarse, en las razones circunstanciales, y muy especiales, que tuvo el autor de encarar el tema mismo de este artículo, en una época en que, por otra parte, respondía a ciertos ataques dirigidos contra él y su obra por varios colaboradores de la Revue internationale des Sociétés secrétes. Es un asunto muy complejo, y bien instructivo, por lo demás, acerca de las fuerzas que intervienen en este orden de cosas, pero del cual no podemos aquí sino hacer simple mención, sin insistir en ello. Podrá solamente advertirse que la frase siguiente del texto se refiere a la conservación en nuestros días de esos tenebrosos misterios "tifónicos").

[5Cfr. Guenon Contra-tradição - LE RÉGNE DE LA QUANTITÉ ET LES SIGNES DES TEMPS, cap. XXXVIII: "De l’anti-tradition à la contre-tradition", pág. 258 y n. 1.

[6Cfr. Guenon Inversão dos Símbolos - ibid., cap. XXX: "Le renversement des symboles", pág. 200.