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poderes da alma

quinta-feira 25 de janeiro de 2024

  

TRADIÇÃO GREGA: FACULDADES DA ALMA

CRISTOLOGIA
Mestre Eckhart  : Intelecto Vontade Coração - INTELECTO VONTADE CORAÇÃO


PERENIALISTAS Ananda Coomaraswamy  : PNEUMATOLOGIA; Coomaraswamy Civilização - O QUE É CIVILIZAÇÃO?

Lo que no debe olvidarse nunca es que todos «nuestros» poderes no son nuestros «propios», sino poderes y ministros delegados a través de los cuales se «ejerce» (otro sentido del griego teino) el dynamis - Poder real; los poderes del alma «son sólo los nombres de Sus actos» (Brihadaranyaka Upanixade   - Brhadaranyaka Upanishad   1.4.7, 1.5.21, etc.). No deben servir a su interés propio o al interés de otro — cuyo único resultado será la tiranía de la mayoría, y una Cidade - ciudad dividida contra sí misma, hombre contra hombre y clase contra clase - sino servir a Aquel cuyo único interés es el del cuerpo político común. De hecho, en los numerosos relatos que tenemos de una contienda por la precedencia entre los poderes del alma, siempre se encuentra que ninguno de los miembros o poderes es indispensable para la vida de la Cidade - ciudad corporal, exceptuados únicamente su Cabeza, el Soplo y el Espíritu inmanente.
Ver Coomaraswamy, «Coomaraswamy Fogo - Medidas del Fuego». Las facultades psíquicas son fuegos» (pranagnayah, Prasna Upanishad IV.3; indriyagnayah, Bhagavad Gita IV.26); los pneuma - Soplos «encienden» (samindhate, √ idh, como en Éter - aither) todo aquí (Aitareya Brahmana   II.4), es decir, vivifican, despiertan todas las cosas a la vida. Agni mismo es el pneuma - Soplo (passim), y «puesto que ellos le manifiestan en muchos lugares, eso es su forma (de él) como los Dioses Universales» (visve-devah, Aitareya Brahmana III.4), es decir, como los pneuma - Soplos (Taittiriya Samhita V.6.4.1), el habla, la visión, el oído, la mente y todos los demás (Satapatha Brahmana   X.3.3) que este Gran Ser (mahabhuta) suspira (Brihadaranyaka Upanixade   - Brhadaranyaka Upanishad IV.5.11). Noster Deus ignis consumens (Hebreos 12:29) es «el principio de toda la vida» (Jacob Boehme  , Signatura rerum   XIV.29) y el «Fuego siempre vivo, que en medidas se enciende y en medidas se apaga» de Heráclito   (Fr. XX).