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Coomaraswamy (ASM:393-395) – obscuridade divina
segunda-feira 26 de setembro de 2022
Lo que es más allá, adentro, es una «Obscuridad Divina» que ciega todas las facultades humanas por su exceso de luz, y que «oculta de todo conocimiento» (Dionisio, Epist. ad Caium monachum; cf. el védico guha nihitam, etc.), la «Obscuridad donde Dios era» de Éxodo 20:21, «La Ciudad (que) no tenía ninguna necesidad del Sol, ni de la Luna , que brillaran en ella» (Apocalipsis 21:23 sig.); «Allí el Sol no brilla» (Katha Upanishad V.15, Mundaka Upanishad II.2.10, etc.), «ni el Sol, ni la Luna, ni el Fuego» (Bhagavad Gita XV.6). «Lo que el alma comprende en la luz, lo pierde en la obscuridad. Sin embargo, ella se inclina hacia la nube, considerando Su obscuridad (de Dios) mejor que su luz (del alma)» (Maestro Eckhart , ed. Evans I, 364).
Aquí, en el Empíreo (parama vyoman, brahma -loka, etc.), que corresponde al «tercer Cielo » de San Pablo , «ya no hay ninguna guía revestida de semejanza humana ([...]), y aquellos que entran aquí ya no vuelven a esta andadura humana» ([...]), Chandogya Upanishad IV.15.5-6, cf. V.10.2; [...], Bhagavad Gita VIII.21.
Las operaciones interior y exterior, respectivamente oculta y revelada (guhya, avis), infinita y finita (aditi, dití), inexplícita y explícita (anirukta, nirukta , etc.), están separadas por una cortina opaca («veladas por mi Maya », Bhagavad Gita), penetrable (nirvedhya) sólo a través del Sol. La Divinidad, si la consideramos objetivamente como lejana, está más allá, o si la consideramos como próxima está aquí dentro de nosotros ([...], etc.). Pero estas dos naturalezas, de Dios como Él es en Sí mismo, y como Él es en nosotros, son realmente una, y como se explica en Jaiminiya Upanishad Brahmana III.33 (y menos claramente en Aitareya Aranyaka II.1.5), sólo alcanza realmente a las Personas quien las conoce de ambos modos , como transcendente y como inmanente (adhidevatam, adhyatman), en identidad (ekadha); «ese conoce el Espíritu (o verdadero sí mismo), ese conoce el Brahman ; la Puerta o la Faz (cf. anika) le acepta, él tiene todo y prevalece en todo, todo su deseo está cumplido» ([...]; cf. Brhadaranyaka Upanishad IV.3.21). Y por donde o en donde estas Personas «devienen uno» (ekam bhavanti), a eso se llama una «andadura suprahumana» (brahmana avarta ), evidentemente idéntica al devapatha o brahmapatha de Chandogya Upanishad IV.15.6 y al devayana de Kaushitaki Upanishad I.3. De la misma manera, en Atharva Veda Samhita XIII.4.20, «Todos los Devas devienen un único en Él» (ekavrto bhavanti), y similarmente en Aitareya Aranyaka II.3.8 (ekam bhavanti), y Aitareya Aranyaka V.12, donde «devenir un único» se iguala con «alcanzar lo más alto» ([...]). Este «devenir uno» implica un «morir a uno mismo» (suum et proprium = aham ca mama, cf. Maitri Upanishad VI.17), y de hecho «estar unificado» adquiere el significado específico de «morir» (en Brhadaranyaka Upanishad IV.4.2, se dice del hombre moribundo eki bhavati), de la misma manera que efectuar la unificación de una criatura es «matar » (Aitareya Aranyaka III.2.3, donde se dice que el Año «separa algunas cosas y unifica (aikya bhavayan) otras», es decir, trae al ser a unas y efectúa la muerte de otras).
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